Además de la amenaza de la falta de agua, la jefa delegacional en Iztapalapa, la perredista Dione Anguiano, enfrentará otra de tipo político: que sus principales detractores en Morena aprovechen el desabasto para alborotar a los habitantes de esa zona.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Ciudad de México ya advirtió de los riesgos de un conflicto social que pudiera desatarse por los cortes de agua y el pleito por controlar las pipas abastecedoras.
Al menos en 68 colonias de Iztapalapa se registrarán cortes del 28 de enero al 6 de febrero, mientras se realizan los trabajos de mantenimiento al Sistema Cutzamala que abastece del vital líquido a la capital.
Habrá cortes en 13 delegaciones y en varios municipios del Estado de México.
Algunos habitantes de Iztapalapa reciben habitualmente agua por tandeo de alguna de las 200 pipas propiedad de la delegación.
De manera programada una vez a la semana o al mes, y en los casos más extremos, cada dos meses.
La escasez se extenderá a nuevas zonas que no están acostumbradas al almacenaje ni previsiones correspondientes.
El ex jefe delegacional de Iztapalapa, Jesús Valencia, se suma a las voces que advierten de bloqueos, manifestaciones y conflictos.
El perredista acusa a la Comisión Nacional del Agua de actuar de manera irresponsable, pues el mantenimiento del Cutzamala se puede programar y ejecutarse de manera parcial, sin necesidad de poner en jaque a los capitalinos.
“Hay una intencionalidad política; dar mantenimiento a los ocho tubos del Sistema Cutzamala de manera simultánea afectará a millones, a sabiendas de que no hay número de pipas disponibles que alcance para abastecer la demanda de agua, no sólo en Iztapalapa sino en toda la ciudad”, explicó.
Detalla que son propiedad de las delegaciones las 450 pipas que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México anunció que estarán disponibles para el abastecimiento.
Se usan habitualmente para abastecer y cubrir la demanda diaria, pero no para enfrentar una situación de estas dimensiones en la que habrá cientos de colonias sin agua al mismo tiempo.
La mafia del reparto
Durante el año 2015 las autoridades de Iztapalapa destinaron un gasto de 39 millones de pesos para la compra de pipas, y alrededor de 60 millones de pesos en el 2013, uno de los años más críticos por el estiaje.
El gasto es obligado porque el suministro de agua va directamente ligado con la gobernabilidad o ingobernabilidad de Iztapalapa.
La Coordinación de Santa Catarina concentra a 37 colonias con este padecimiento; 22 en Paraje San Juan; 9 en Ermita Zaragoza; cuatro en San Lorenzo Tezonco y dos más en Aculco.
Todas con grandes carencias de servicios urbanos y con viviendas precarias.
Aunada a la problemática, las autoridades se enfrentan a la mafia de los “piperos” que durante la temporada de estiaje y de crisis encarecen los costos de cada viaje, que oscila entre los 800 hasta los mil 200 pesos.
En la demarcación no existe una sola empresa que domine la propiedad de las pipas; son muchos pequeños dueños que forman parte de una agrupación en la que se ponen de acuerdo para fijar la tarifa y no mover el precio.
En caso de que algún externo logre amarrar un pedido adicional, esta agrupación se encarga de “meterlo al carril”.
Ante las crisis de agua, las autoridades no pueden controlar los casos de corrupción y los conductores de las pipas de la delegación piden propina a cambio de llevar el agua a determinada zona.
En Iztapalapa las 200 pipas son operadas por personal de la sección II del Sindicato Único de Trabajadores del Distrito Federal (SUTGDF).
Una de las ramificaciones más fuertes de agrupados que pueden poner en jaque a los gobiernos delegacionales por las coberturas y abastecimiento de agua.
Estos empleados de base trabajan sólo en un horario de 6 horas. Como los viajes para abastecer agua les resultan redituales, cada uno de ellos decide realizar jornadas más largas, incluso nocturnas, en las que obtienen ganancias extras por las obligadas “propinas” que exigen a los ciudadanos necesitados.
Con ese panorama, para algunos personajes públicos el corte al suministro tiene que ver más con una intención política de generar crisis de gobernabilidad en la Ciudad de México, que con el mantenimiento de todas las tuberías del Sistema Cutzamala.
Cifras a secas
De acuerdo con el Sistema de Agua de la Ciudad de México (Sacmex), la delegación Iztapalapa tiene un gasto promedio por habitante de 235 litros diarios.
Mientras que otras delegaciones, como Tlalpan, registran 560 litros por habitante diario, para ser la de mayor consumo.
Pero datos proporcionados por la Dirección General de Servicios Urbanos de Iztapalapa refieren que el promedio de agua que recibe un habitante de esta demarcación en tiempos de abastecimiento regular es de 100 a 80 litros.
La Dirección de Servicios Urbanos detectó que en los últimos 3 meses son 133 las colonias que se han abastecido de agua potable por medio de tandeo de pipas.
En octubre fueron 133 colonias, y la que más pipas de agua necesitó fue Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, con mil 579 viajes al mes.
En noviembre, las colonias fueron 140 y los viajes de pipas que requirió Desarrollo Urbano Quetzalcóatl fueron mil 554.
Hasta el 19 de diciembre las escases de agua pegó a 127 colonias y a Desarrollo Urbano se le entregaron 792 viajes.
Con ese escenario a cuestas, la perredista Dione Anguiano, quien desde que llegó a gobernar Iztapalapa ha repartido 650 millones de litros de agua en las zonas de mayor carencia, se prepara para enfrentar el reto de los próximos días.