La guerra por las ‘pluris’

Además de la Presidencia, este 1 de julio estará en juego la conformación del Congreso federal y la disputa de 200 diputaciones y 32 escaños que se definirán por la votación nacional que alcance cada uno de los partidos políticos
Imelda García Imelda García Publicado el
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La lucha por el segundo lugar en la elección no solo tiene que ver con el voto útil de los ciudadanos para elegir al nuevo presidente de México; es, sobre todo, una pelea por las curules y escaños en el Congreso de la Unión.

En esa misma lucha está también la coalición que lleva el primer lugar en todas las encuestas y escenarios del resultado electoral.

Todos los partidos buscan consolidar una presencia importante en el Poder Legislativo y para eso necesitan conquistar la mayor parte de votos el 1 de julio.

Cada voto cuenta para los partidos políticos: aunque no ganen la elección, una mayor cantidad de sufragios a su favor puede darles más lugares en el Legislativo

Expertos señalan que en estos últimos momentos de la campaña política, a la que le quedan 6 días, los partidos enfocarán sus esfuerzos con miras a tener más representación en el Congreso y ser un contrapeso para quien gane la elección presidencial.

Batalla voto a voto

Expertos en análisis político señalan que la lucha de los últimos días no será tanto para llamar al voto útil, sino para lograr más lugares en el Congreso de la Unión.

Es por ello que Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) ha llamado a sus seguidores a votar por el “carro completo” y emitir el voto por su coalición tanto por la Presidencia como al Congreso.

Y es por eso que José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México (PRI, PVEM, NA) y Ricardo Anaya, abanderado de Por México al Frente (PAN, PRD y MC), pelean cada día porque la opinión pública los coloque en el segundo lugar de las preferencias electorales.

Gustavo López Montiel, catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), sostiene que la estrategia de Meade y su equipo contra Anaya es no solo contra el candidato presidencial, sino contra la coalición entera, para buscar debilitarla y tener más oportunidad en las dos cámaras del Poder Legislativo.

“El fin es que, ante el posible triunfo del candidato puntero, más bien se logre una posición que no permita que este tenga el control del Congreso también. Porque la alianza no es tan estable, así que a la hora de hacer política pública, los otros partidos políticos pueden tener más influencia a la hora de la negociación”
Gustavo López MontielCatedrático del ITESM

Para Ulises Corona, académico de la UNAM, el segundo lugar es importante porque muchos de los votos se van a decantar por ese candidato o coalición, sea la que sea, y para todas las boletas.

“Las dos cosas son importantes: ganar votos en el Congreso y la presidencial (…) Pero también los partidos saben que deben tener mayor presencia en el Congreso, aunque esto es inútil, porque los partidos tienen más presencia territorial que estructural. Por eso el segundo lugar es importante, porque es la que al momento de la elección va a definir hacia dónde se van los votos”, consideró Corona.

En los últimos días de la campaña, apuntaron ambos expertos, los esfuerzos no solo de las coaliciones, sino de los partidos en lo individual, estarán centradas en llamar al voto por cada uno de ellos en la elección a diputados, senadores y diputados locales.

¿Cómo funciona el reparto?

Los nueve partidos políticos con registro nacional buscan llevarse para sí mismos la mayor cantidad de votos en la elección del próximo 1 de julio, para tener así más diputados y senadores de representación proporcional.

El Congreso de la Unión está conformado por dos cámaras: la de Diputados, que se compone de 500 legisladores; y la de senadores, con 128 congresistas.

La Cámara de Diputados se compone de 300 legisladores electos por mayoría relativa; es decir, por el voto directo de los ciudadanos en cada uno de los 300 distritos en que se divide el país. Además, llegan hasta ahí 200 congresistas de representación proporcional —o plurinominales—, repartidos por el número de votos que obtiene cada partido.

En el Senado hay 64 legisladores de mayoría relativa (dos por cada estado); 32 de primera minoría (uno por estado); y otros 32 que llegan de manera plurinominal.

Para las elecciones plurinominales, cada uno de los partidos políticos conforma una lista de personas que pueden ocupar esa posición.

Una vez realizada la elección, el Instituto Nacional Electoral (INE) hará el reparto de los diputados y senadores plurinominales, basándose en la votación total que obtuvo cada partido el día de la jornada electoral.

Entre más arriba esté el nombre del aspirante en la lista a plurinominales de los partidos, más posibilidades tendrá de obtener su escaño o su curul

La única restricción es que ningún instituto político puede estar sobrerepresentado en el Congreso, por lo que el segundo lugar en los votos puede jugar un papel relevante si el primer lugar tiene ya demasiados miembros en el Congreso —el segundo lugar se quedaría con ese escaño o curul.       

Es por eso que cada voto cuenta para los partidos políticos: aunque no ganen la elección, una mayor cantidad de sufragios a su favor puede darles más lugares en el Legislativo.

¿Quiénes seguro llegan?

Los lugares plurinominales se otorgan en el orden específico que cada partido registró en sus listas de candidatos; las negociaciones previas sobre quiénes ocuparán los primeros lugares de esas listas son una fuerte lucha interna en los partidos, pues entre más arriba esté el nombre de los aspirantes, más posibilidades tendrá de asegurar su escaño o su curul.

Entre quienes ya tienen un lugar asegurado en la 64 Legislatura porque ocupan los primeros lugares en las listas están, al Senado, Josefina Vázquez Mota, Miguel Ángel Mancera y Damián Zepeda, por el PAN; Claudia Ruiz Massieu, Carlos Aceves del Olmo, Vanessa Rubio y Miguel Ángel Osorio Chong, por el PRI; Xochitl Gálvez y Juan Zepeda, por el PRD.

Blanca Estela Piña, Anibal Ostoa y Olga Sánchez Cordero, por Morena; Alejandra Lagunes y Jesús Sesma, por el PVEM; Patricia Mercado y Dante Delgado, por MC; Alberto Anaya, por el PT; y Adriana Sarur, por el PES.

A la Cámara de Diputados llegarán, entre otros, Ernesto Ruffo, Raúl Gracia, Marcela Torres Peimbert y José Isabel Trejo Reyes, por el PAN; Ivonne Álvarez, Pedro Pablo Treviño, Rubén Moreira, René Juárez, Enrique Ochoa, Ana Lilia Herrera y Luis Enrique Miranda, por el PRI.

Llegarán también Verónica Juárez Piña, Héctor Serrano, Leonel Luna, Carlos Torres Piña y Javier Salinas, por el PRD; Tatiana Clouthier, Miguel Ángel Chico Herrera, Lorena Cuellar, Gabriela Cuevas y Horacio Duarte, por Morena.

Jorge Emilio González Martínez, Carlos Alberto Puente Salas, Arturo Escobar, Juan Gerardo Flores, por el PVEM; Martha Tagle, Agustín Basave Alanis y Luis Walton, por MC; Lilia Aguilar Gil, Ana Gabriela Guevara, Óscar González Yáñez y Rafael Ochoa, por el PT.

Por Nueva Alianza llegará Juan Díaz de la Torre ; y por el PES, Julián Leyzaola.

Cualquier partido que alcance al menos un 3 por ciento de la votación válida tiene derecho a tener, al menos, a un legislador plurinominal.

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