La guerra por la movilidad
Las aplicaciones de transporte privado tomaron las calles de México y las convirtieron en su hogar, sin embargo, esto también les ha traído retos como tratar de mantener tarifas bajas o mejorar la seguridad de sus servicios, temas que tendrán que resolver si desean conservar sus clientes ante un mercado cada vez más competitivo
Nayeli Meza y Ángel Alcántara[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_l0ga9jgs” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Todas quieren una rebanada del pastel. La Ciudad de México se ha convertido en un paraíso para las empresas tecnológicas como Uber, Cabify, Easy y la recién llegada Didi, gracias a que los consumidores han adoptado cada vez más esta clase de servicios en su vida cotidiana.
La llegada de estas aplicaciones avivó la pelea por el transporte en la capital del país y su popularidad parece no tener un freno en el horizonte. Sin embargo, también les ha puesto de frente varios retos en temas regulatorios, de seguridad y protección de datos.
En una ciudad donde cada día se realizan más de 34.5 millones de viajes (Inegi, 2018), los requerimientos de los usuarios por encontrar alternativas de movilidad eficientes se ha vuelto una necesidad que los gigantes tecnológicos han sabido aprovechar.
Datos de Euromonitor International respaldan esta tendencia: a nivel global, el porcentaje de consumidores que usan regularmente sus teléfonos inteligentes para solicitar un servicio de transporte compartido se elevó de 14 a 19 por ciento, y entre aquellos con edades entre 15 y 29 años, aumentó hasta un 27 por ciento.
La Ciudad de México ha jugado un rol fundamental en la expansión de esta clase de negocios, asegura Lelo de Larrea. Por principio, el también economista detalla que la metrópoli tiene la ventaja de ser una de las ciudades más grandes del mundo, además de que se caracteriza por tener severos problemas en la calidad de su transporte público.
“México no es un mercado marginal al que las empresas le puedan poner una ‘banderita’ y decir que están en un país más. Es un mercado que no se pueden dar el lujo de perder al tomar en cuenta que el transporte público de calidad peca por su ausencia. Cuando una ciudad tiene un sistema eficiente, estas plataformas son complementarias, no sustitutas”, manifiesta el socio director de ALLVP.
No obstante, el directivo reconoce que el principal reto al que se enfrentan las tecnoló- gicas es que los consumidores en Ciudad de México son muy poco tolerantes a los altos precios, por lo tanto, los márgenes de las aplicaciones están más “apretados”, al compararlos con lo que cobran en otras ciudades del mundo.
De igual forma destaca que en México son muy comunes los precios predatorios, es decir, que la firma predominante en el mercado, en este caso Uber, reduce sus precios para inhibir a la competencia, y que cuando ésta ya no soporte más las pérdidas se asegure el monopolio del mercado.
Sin embargo, adelanta que la llegada de la empresa china de transporte Didi ayudará a equilibrar la balanza que tantos años ha estado a favor del gigante fundado en San Francisco, California.
“La práctica de precios predatorios es un riesgo para la industria, pero al tener a un jugador tan bien capitalizado como Didi se reducirá la desventaja, pues Uber estará obligado a cambiar su estrategia para generar rentabilidad y mayor lealtad entre sus usuarios”, agrega.
Cambio de ruta
El inicio de operaciones de las plataformas de transporte privado en México no fue tan bien recibido por los taxis tradicionales que ya existían en el país desde hace décadas. Pero tampoco hicieron mucho aun cuando sabían que esta revolución tecnológica se acercaba.
Para Javier Hernández, miembro de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), el mercado todavía está limitado, pero reconoce que sí se han abierto nue vas perspectivas para el taxi en general y en particular.
“De alguna manera, los taxistas en la Ciudad de México se habían estancado y aunque sabían que existía la posibilidad de que llegaran estas aplicaciones, en la mayoría de los casos no reaccionaron a tiempo y eso permitió que las plataformas tecnológicas lograran hacerse de un mercado”, explica el también maestro en Transporte por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El ‘Diagnóstico y Proyecciones de la Movilidad del Distrito Federal 2013-2018’, publicado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM, muestra que el número de taxis en la capital del país creció 2.4 veces de 1989 a 2013, al pasar de 55 mil unidades a 132 mil 479 unidades registradas. Frente a una demanda que no corresponde con este crecimiento, ya que la población en la metrópoli se incrementó de 8.2 millones a 8.5 millones (0.74 por ciento) de 1990 a 2010.
Aunque las aplicaciones han inundado el mercado en la capital, la realidad es que frente a la flota de los taxis aún se quedan cortos: en la actualidad existen 120 mil unidades, según cifras de AMTM.
“Hoy, los usuarios tienen la posibilidad de comparar la calidad del servicio y si los taxistas convencionales, aunque sigan siendo mayoría, no están claros en visualizar estas nuevas opciones, más tarde que temprano van a ser desplazados”, sostiene Javier Hernández.
Uber apuesta por la diversificación
El beneficio que la empresa de viajes bajo demanda encuentra en el país es tan amplio que, pocos años después de probar su suerte y ganar, puso en marcha otras modalidades de su servicio como las de lujo y ejecutivas, además de su división de entrega de comida: UberEats.
“México es un mercado atractivo para integrar nuevas funciones de movilidad y hay que recordar que nosotros no somos una empresa de taxis sino una que te ayuda a desplazarte, ya sea a través de Metrobús, Metro, bicicleta o Uber.
Lo que queremos es que haya un mejor sistema de movilidad, por ello, estamos desarrollando un portafolio más amplio”, comenta Carlos Olivos, director de comunicaciones de Uber México.
Existe la posibilidad de que en el futuro el país cuente con un servicio de bicicletas eléctricas, revela el directivo, ya que el mes pasado Uber adquirió a la firma dedicada a este rubro: JUMP Bikes, la cual tiene presencia en las ciudades estadounidenses de San Francisco y Washington DC, ademas de contar con cerca de 250 de estos vehículos en el estado de California.
La tecnológica es la empresa de transporte privado que posee la corona indiscutible en el mercado mexicano. Desde su entrada en el 2014, ha tenido un crecimiento exponencial de 6 mil 567 por ciento en cuatro años de operación en el número de usuarios.
Esto significa que al finalizar el año de su llegada a México, contaba con apenas 120 mil pasajeros registrados y ahora cuenta con más de 8 millones, de acuerdo a las últimas cifras reportadas por la empresa.
Didi viene a conquistar México
Abril marcó la entrada a México del rival más importante a nivel mundial de Uber: la firma de viajes bajo demanda Didi Chuxing.
Este movimiento es el primero hecho por parte de la tecnológica china en un país fuera de Asia, apostándolo todo al mercado nacional.
Reporte Índigo buscó a Didi para su postura, pero hasta el cierre de esta edición no se tuvo respuesta.
Sin embargo, su principal competidor en México, se mostró confiado de mantener su estatus como el rey de los servicios de viajes bajo demanda.
“Nosotros somos una empresa que fomenta la libre competencia. Desde el día uno que llegamos hemos impulsado este concepto por lo que son bienvenidas otras empresas y, en el caso de Uber, nos estamos concentrando en nosotros, no en lo que hagan los demás”, confía Carlos Olivos, director de comunicaciones de Uber México.
Por lo pronto, Didi ya opera en la ciudad de Toluca y espera ofrecer sus servicios en otras ciudades del país en los próximos meses, con un servicio adaptado para los mexicanos, enfocándose en temas de seguridad. La firma cuenta con sus oficinas centrales en la capital del país.
Cabe señalar que en China, la local ganó la guerra contra la estadounidense, ya que en agosto de 2016, Uber acordó venderle su negocio en el país asiático y abandonar su proyecto.
Los términos de la transacción fueron una participación del 17.7 por ciento en la tecnológica fundada por Cheng Wei y mil millones de dólares en efectivo.
Easy se consolida en México
La firma que tiene cinco años en operaciones en el mercado mexicano tiene un plan para hacer frente al crecimiento de las otras empresas de viajes bajo demanda: enfocarse en el mercado del centro del país.
Hasta el momento tienen presencia en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Querétaro, Puebla, León y Cancún, sin embargo para este año tienen en la mira dos nuevas ciudades, Toluca y Mérida.
La inversión también contempló la fusión entre Easy y Yaxi, movimiento que tuvo lugar a principios de este año.
El mercado de empresas de viajes privados en México se encuentra en un estado de consolidación, prueba de ello es el peso que tiene el país para Easy, ubicándose en el segundo lugar de importancia después de Brasil.
“El negocio es muy amplio aún, lo que lo hace atractivo para otras empresas que quieren crecer. Lo que viene dentro de los próximos cinco a 10 años es una consolidación de todos los negocios porque no es un secreto que México representa un botín atractivo para las firmas, ya que está por detrás de mercados sumamente importantes como China, Estados Unidos o India”.
Cabify da batalla
La empresa de origen español Cabify, continúa en la batalla por controlar los viajes programados desde un celular al estar a la vanguardia en temas como seguridad y diversificación de sus servicios en territorio nacional.
Para ello, recientemente lanzó su modalidad que atiende al mercado corporativo, el cual va enfocado a prestar el servicio de traslado a la planilla de empleados de las organizaciones.
“Nosotros tenemos una ventaja sobre otros competidores porque contamos con experiencia en el terreno del mercado corporativo. Para estar dentro es necesario tener un entendimiento claro de los negocios y saber cómo se manejan las empresas”, comparte Marcela Cárdenas, directora global del holding que agrupa a Cabify a Easy y a Maxi Mobility.
Para Cabify el tema de seguridad no es asunto sencillo, sobre todo por los hechos que vincularon a uno de sus choferes con la muerte de Mara Castilla a finales del año pasado en el estado de Puebla.
Después de la crisis en la que se vio envuelta la firma, se han redoblado los esfuerzos para reducir al mínimo los riesgos que pueda haber tanto para los usuarios como para los conductores, según comenta Cárdenas.
“Estamos desarrollando cada vez más nuestra plataforma y no nos vamos a quedarnos atrás ante las necesidades del mercado. Una de nuestras fortalezas es que homologamos nuestros servicios en todos los países en los que prestamos nuestros servicios.”
¿Se acabó el boom?
A pregunta expresa sobre si la presión por una mayor regulación, los actos de inseguridad que han afectado tanto a usuarios como a socios de las plataformas y la filtración de datos de los pasajeros harán que estas plataformas pierdan brillo en México, los especialistas consultados respondieron que no, pero coincidieron en que sí son necesarios varios ajustes.
Por principio, Jorge Montejano, profesor investigador del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial, detalla que en este momento las aplicaciones se enfrentan a un reto: mejorar su calidad, ya que en un intento por aumentar el número de usuarios en tan poco tiempo, se han olvidado de adecuar mejoras.
“Estas plataformas llegaron para quedarse y van a ir mejorando cada vez más sus servicios, pero primero tienen que pasar por una etapa de reinvención para volver a cautivar a los usuarios que se han ido desencantado”, comenta el también doctor en Urbanismo por la Universidad Politécnica de Cataluña.
Aunque las aplicaciones de transporte privado han coadyuvado a aumentar la tasa de motorización en la Ciudad de México, en términos reales esto aún no es significativo.
De los más de 30 millones de viajes que se realizan en la Zona Metropolitana del Valle de México al día, 1 millón se realiza por aplicaciones de transporte privado, que representan 13.4 por ciento del total de traslados, muy por debajo del colectivo que mueve al 76.6 por ciento de los pasajeros y el Metro que engloba un 30 por ciento, de acuerdo con la Encuesta de Origen Destino en Hogares de la ZMVM (EOD) del Instituto de Estadística y Geografía (Inegi).
Para Montejano otra de las oportunidades de mejora que tienen estas plataformas es que aún están enfocadas en un tipo de usuario con un poder adquisitivo determinado, algo que sabrán aprovechar para seguir consolidándose entre el gusto del consumidor mexicano.
“Quizá en este momento están reducidas a un segmento en específico, porque su costo es ligeramente mayor que el taxi convencional, pero existe una posibilidad muy grande para que estas economías colaborativas se consoliden aún más en la Zona Metropolitana del Valle de México. Y así será”.