La feminización de la pandemia
La discriminación oculta nuevos casos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Jalisco.
Y es que etiquetar el VIH como una enfermedad de solo unos sectores sociales o grupos con preferencias sexuales en concreto, no permite visibilizar el crecimiento de la problemática en general.
El ejemplo claro está en que de las 13 mil 475 personas diagnosticadas en Jalisco desde 1983 hasta fines de 2012, 10 mil 964 son hombres y 2 mil 451 mujeres.
Esteban Contreras
La discriminación oculta nuevos casos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Jalisco.
Y es que etiquetar el VIH como una enfermedad de solo unos sectores sociales o grupos con preferencias sexuales en concreto, no permite visibilizar el crecimiento de la problemática en general.
El ejemplo claro está en que de las 13 mil 475 personas diagnosticadas en Jalisco desde 1983 hasta fines de 2012, 10 mil 964 son hombres y 2 mil 451 mujeres.
El género femenino también es vulnerable, aunque la percepción y prevalencia es que se trata de una enfermedad transmitida entre hombres.
En los últimos años han ocurrido casos de mujeres embarazadas en los que se transmite el VIH al bebé y otros como la transmisión del virus en su propio hogar, con la pareja que regresa del extranjero.
Eso señala el coordinador de VIHAS de Vida Paul Van Scoit: “El efecto migratorio, es también una de las causas de que se esté feminizando más la pandemia.
“En los altos de Jalisco en donde hay una tradición muy conservadora en cuanto a la relación de pareja, ¿cómo la mujer se va ver empoderada para pedirle a su marido el uso del preservativo?
“La mujer se tiene que exponer por reglas culturales, sociales, de género a tener prácticas sexuales desprotegidas en donde se pone en riesgo”.
Y es que durante la administración pasada, la prevención de enfermedades de transmisión sexual mediante el uso del preservativo, fue saboteada de forma oficial por el exgobernador Emilio González Márquez y varios políticos panistas en la entidad.
Durante 2006 y 2007 el semanario Proceso documentó el incremento de casos en la región Altos Sur del estado debido a la migración; así como la negativa de alcaldes panistas de la zona a repartir condones en los Consejos Municipales de Prevención del SIDA.
El propio González Márquez pasó a la historia al ser cuestionado sobre esta negativa:
‘’Entre la comunidad homosexual sí hay que seguir apoyando; entre los jóvenes, en general, yo creo que no le corresponde al Estado repartir condones. Si alguien quiere, y déjame llevarlo a un grado chusco: ¿por qué nada más condones? Vamos repartiendo un six de cerveza y vamos dando vales para el motel, de modo que el gobierno pague la diversión de los jóvenes”.
Con el nuevo gobierno, la vinculación directa del VIH con las preferencias sexuales parece manterse en la misma retórica.
Y es que durante las campañas electorales, se cuestinó al hoy gobernador Aristóteles Sandoval sobre sus propuestas a favor de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero y Transexual, a lo que respondió con sus propuestas para la prevención del SIDA.
Por otro lado, las probabilidades de riesgo de infección tanto para hombres como mujeres son más grandes en los estados y ciudades con mayor número de habitantes.
Es el caso de Jalisco que es cuarto lugar nacional en número de diagnósticos de VIH, solo debajo de Distrito Federal, Estado de México y Veracruz
Pero Jalisco es un estado con un porcentaje de jóvenes arriba de la media y los otros mencionados, pues tiene un 26.9 por ciento de su población total que pertenece a este sector.
Se estima que de cada caso de VIH confirmado en la entidad existen entre 4.5 y 5 personas que desconocen su diagnóstico positivo. Con esto, el número de casos podría acercarse a los 60 mil en todo el estado.
Según el coordinador de la organización civil VIHAS de Vida Paul Van Scoit el género femenino aunque no es el más numeroso, si ha ocurrido un aumento de infecciones del virus en los últimos años.
“La prevalencia actual en Jalisco es en población de hombres que tienen sexo con hombres, es la población más afectada desde las estadísticas que conocemos.
“La incidencia también sigue siendo más fuerte en esta misma población, sin embargo hemos tenido mayor registro de la incidencia en mujeres.
“Ya se está feminizando un poco más la pandemia, los nuevos casos registrados más cercanos de éstos últimos años se han presentado más en mujeres. Ha habido más casos de mujeres embarazadas que dan a luz a un niño con VIH”, dice Van Scoit.
Aunque no es una cifra para alarmase, señala que también es necesario cambiar la cultura ciudadana por una más incluyente e informativa que prevenga nuevos casos y respete los derechos humanos de los afectados.
Y es que los casos nuevos de incidencia están registrándose en promedio en edades de 15 a 25 años, destaca.
Aunque propone una labor más ardua y conjunta con el Consejo Estatal para la Prevención del SIDA (COESIDA), lo cierto es que los recursos no siempre están a su favor.
El caso del COESIDA que para 2013 cuenta con un presupuesto de 17 millones de pesos que tendrá que estirar para llevar a cabo 10 programas de prevención. El Consejo pretende repartir cerca de dos millones 400 mil preservativos este año.
Los derechos violentados
Falta trabajo por una cultura de la inclusión y de derechos humanos de las personas que viven con VIH/SIDA menciona el coordinador de VIHAS de Vida.
“La población sigue teniendo un estigma hacia ciertas poblaciones que podrían ser de riesgo, que claro que lo son, pero que también invisibilizan los casos de mujeres embarazadas, de amas de casa, de los mismos jóvenes.
“También nosotros tenemos que apostarle como organización civil a ir haciendo campañas que promuevan el respeto a los derechos humanos”.
Organizaciones en las que se incluye VIHAS de Vida y el mismo Consejo Estatal para la Prevención del SIDA tienen que sumar esfuerzos para promover una cultura de la inclusión, señala Van Scoit.
El tratamiento en medios de comunicación, centros escolares y al interior de los hogares es muy poco, sigue siendo un tema tabú, dice.
La promoción de una cultura de derechos humanos en la que las personas que viven con el virus se sientan incluidos, seguros, y respetados es necesaria pero aún se dan situaciones discriminatorias no solo en las calles, sino en las instituciones públicas.
“Varios de los casos se enfocan mucho al desabasto de medicamentos, por ejemplo, el IMSS es el que más recurre en esta situación. El paciente va por su lista de medicamentos y no la hay, entonces el hecho de que pasen ciertos días impide la adherencia del tratamiento y por lo tanto la calidad de vida.
“Otras situaciones muy relacionadas son los despidos injustificados. Actualmente no hay ningún reglamento ni ningún estatuto legal en donde se diga que la persona que vive con VIH pueda ser despedida.
“Nosotros le apostamos a ciertas reformas políticas, la Ley de Discriminación en Jalisco que se tiene que reformar para que se contemple la parte del VIH/SIDA”.
Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Jalisco está entre los cuatro estados que no tiene avance alguno en el tema, ni ley, ni cláusulas constitucionales antidiscriminatorias, ni tipificación del delito de discriminación.
Los otros señalados son Baja California, Sinaloa y Sonora.
Son 19 los estados que cuentan con legislación en materia de discriminación en el país.
La labor de VIHAS de Vida
Con 14 años cumplidos en marzo pasado el trabajo de VIHAS de Vida se enfoca en el acompañamiento psicológico, social, espiritual y asesorías jurídicas en materia de derechos humanos.
Según la coordinación el acercamiento con los pacientes tiene como objetivo: “el empoderamiento de su proyecto de vida, su estabilidad emocional y en que también se vean como personas sujetas de derecho y que puedan exigir sus derechos humanos”.
En las tres áreas mencionadas esta asociación civil busca formar personas que exijan sus derechos como cualquier persona y como portadoras del VIH/SIDA.
“En el área de desarrollo humano tenemos un impacto con aproximadamente 30 personas formadas, personas que viven con VIH más los familiares que también indirectamente son beneficiados con estos servicios”.
El programa “Convive” se enfoca en personas recién diagnosticadas que llevan un proceso de ocho meses para formarse en talleres para identificar sus necesidades.
“Las personas recién diagnosticadas están en un nivel de vulnerabilidad muy fuerte, quizás no tienen apoyo de su familia, quizás no tienen una buena orientación médica, quizás no conocen nada del tema del VIH”.
Otra de las áreas es la de derechos humanos en la que se asesoró y dio seguimiento a entre ocho y diez personas por casos de discriminación y desabasto de medicinas como los más comunes.