La fallida reconstrucción de los templos de la fe en la Ciudad de México

La iglesia de la Virgen de la Asunción en la alcaldía Milpa Alta y la de Nuestra Señora de los Ángeles en la Cuauhtémoc, entre otras, enfrentan el abandono de las autoridades, las cuales se han excusado desde hace años para no concluir las obras de reconstrucción
Daniel Flores Daniel Flores Publicado el
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En abandono y a punto del colapso se encuentran decenas de iglesias y templos en el país que sufrieron graves afectaciones en sus estructuras a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017.

Estos inmuebles religiosos enfrentan el desdén de las autoridades locales y federales, así como múltiples cuestiones burocráticas para poder concluir la etapa de reconstrucción que les fue prometida.

Ante la falta de recursos para la restauración de estos templos, sacerdotes y feligreses han organizado colectas para remozar los daños en las iglesias de sus comunidades.

Uno de estos casos es el del Santuario de la Virgen de la Asunción, localizado en el corazón de la alcaldía Milpa Alta.

Esta edificación registró daños severos, por lo que fue catalogada como inmueble de alto riesgo.

Los trabajos en la iglesia se detuvieron hace más de un año por falta de presupuesto, de acuerdo con los representantes de este templo de fe, el cual presenta obras inconclusas y un avance del 50 por ciento en una de las torres que se derrumbaron.

Sergio Jorge García, rector de la iglesia de la Virgen de la Asunción de la Diócesis en Xochimilco, confirmó a Reporte Índigo que los trabajos de reconstrucción de este santuario comenzaron en 2020, es decir, tres años después del sismo y continuaron así hasta septiembre de 2022 cuando se detuvieron por falta de recursos.

“Se hizo un fideicomiso para ayudar a los pueblos originarios de la CDMX, entre ellos está el de la Asunción de María, el cual es de más de 12 millones de pesos. Sin embargo, ese dinero se dejó de ejercer para estas obras por problemas en la administración local”, sostiene.

De acuerdo con la relatoría de daños que se entregó en ese entonces, este inmueble presenta afectaciones en sus cinco cúpulas, grietas en paredes y techos, así como filtraciones de agua y derrumbes, por lo que fue clasificado con “daño severo”. En la escala de daños esta definición es la más alta.

“Este santuario tuvo el colapso total de la torre en donde se encuentra una campana (que pesa más de dos toneladas) y la pérdida de decoración y arte sacro.

En un recorrido que realizó Reporte Índigo por esta iglesia, confirmó los diversos daños que se generaron en la estructura central de la edificación y las obras inconclusas en las torres que colapsaron por el sismo.

A simple vista se perciben grietas y fracturas en varias paredes de la iglesia y falta de mantenimiento. En la parte alta del inmueble aún se encuentran restos de las torres que se derrumbaron y que fueron demolidas para su reconstrucción.

También se ubican los andamios que se colocaron para restaurar la torre en donde va la campana, la cual ya presenta signos de deterioro por el paso del tiempo.

Las partidas presupuestales revelan que para esta parroquia se han invertido poco más de nueve millones de pesos, por lo que restan tres millones más del fideicomiso, los cuales no se han entregado y no han dado ninguna explicación del porqué.

Hurto y abandono

En 2020, la comunidad de la iglesia de la Asunción celebró un contrato con la empresa Conservación y Reparación de Patrimonio Cultural y Arte S.C para que realizara la decoración del ábside de este templo parroquial, cuya cotización inicial fue de 157 mil pesos.

Por instrucción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el santuario sería restaurado parcialmente por Roderick Palacios Coveney, director de Conservación y Restauración de Patrimonio Cultural, quien dejó abandonada la obra, a pesar del anticipo económico que se le dio.

Para iniciar los trabajos, la parroquia pagó un adelanto a esta compañía de 108 mil pesos; sin embargo, los trabajos no se realizaron, por lo que los representantes de la Asunción solicitaron una investigación por estas irregularidades y la devolución del dinero.

“No hemos tenido noticias de la empresa en cuestión, dejó trabajos pendientes, como la reconstrucción de los contrapesos de las campanas, el resguardo de las pechinas del templo y el tallado de la Asunción de la Virgen”, refiere uno de los documentos que se giraron en 2022 por el incumplimiento de esta empresa.

Las trabas y problemas de presupuesto

Los centros de fe fueron de los más dañados por el sismo de hace cinco años.

La antigüedad de estas edificaciones y la falta de mantenimiento, propició que tras el movimiento se vinieran abajo torres y estructuras enteras.

Además, se pusieron en riesgo imágenes religiosas, cuadros y reliquias, las cuales tienen un valor incalculable para la historia católica de México debido a su antigüedad y el tallado de las mismas.

Reporte Índigo confirmó que al menos una decena de estructuras que se ostentan como templos e iglesias aún cuentan con grietas, derrumbes en fachadas y presentan hundimientos en parte de sus cimientos principales.

A pesar de tener los trabajos a medias y poco dinero para restaurar la infraestructura de los espacios religiosos, la Arquidiócesis Primada de México asegura que los esfuerzos por revertir los daños continúan. Foto: Especial
A pesar de tener los trabajos a medias y poco dinero para restaurar la infraestructura de los espacios religiosos, la Arquidiócesis Primada de México asegura que los esfuerzos por revertir los daños continúan. Foto: Especial

Por ejemplo, la Iglesia de Nuestra Señora Fátima, ubicada en la colonia Roma, aún se encuentra cerrada a los feligreses por la falta de trabajos para reparar paredes y grietas.

Otro caso es el del templo de Loreto, el cual se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México y que, debido a problemas de presupuesto, está varado y cerrado parcialmente.

Lento, pero seguro

La Arquidiócesis Primada de México (APM) asegura que la reconstrucción de templos e iglesias no se ha detenido, al contrario, dice que las reparaciones continúan en varios inmuebles, aunque es un proceso tardado debido a los trabajos especializados que se requieren en varias de ellas y el valor arquitectónico.

El padre Salvador Barba Maldonado, director de la dimensión de bienes culturales de la Arquidiócesis Primada México (APM), precisa que son entre 15 y 20 iglesias las que aún se encuentran cerradas por los daños que presentan.

“Hay un retraso, pero también está el apuro para que se avance en la reconstrucción porque la consigna es volverlos a abrir. Llevamos una intervención del 75 por ciento aproximadamente en las parroquias que tuvieron afectaciones”, explica el sacerdote.

Cuestionado sobre el retraso que existe en la reconstrucción de la iglesia central de Milpa Alta, el padre Salvador detalla que se está buscando que se retomen los trabajos y concluya la restauración.

Confirma que, en general, el daño al patrimonio de estos centros religiosos fue mínimo, por lo que solo ha sido necesario apuntalar y consolidar las estructuras de las iglesias, además de reponer imágenes y vitrales que resultaron dañados.

Feligreses, los damnificados

Las personas que acuden de forma constante a estos templos o iglesias son los principales damnificados de la fallida reconstrucción que sigue prolongándose por falta de recursos, trabas burocráticas, problemas de presupuesto o de voluntad por parte de las autoridades locales y federales.

Tal es el caso de la parroquia llamada Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero, lugar en el que se registró el desprendimiento de la cúpula, así como fracturas al interior de las paredes y el piso, por lo que fue clausurada inmediatamente.

A esto se sumaron daños estructurales y la pérdida de diversas piezas religiosas que se rompieron, las cuales eran consideradas “irremplazables” por su antigüedad y valor eclesiástico.

Una semana después del sismo, la cúpula de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles se derrumbó, provocando fracturas en la estructura y el rompimiento del piso. Foto: Especial
Una semana después del sismo, la cúpula de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles se derrumbó, provocando fracturas en la estructura y el rompimiento del piso. Foto: Especial

Desde entonces, la iglesia permanece cerrada al público en general, incluso se han celebrado misas en la calle por parte del párroco encargado de este lugar ante el lento avance en las obras de reconstrucción.

“Estamos sumamente tristes y más indignados porque van seis años desde que ocurrió el sismo y solo han venido a poner vigas y a realizar trabajos incompletos”, reclama una de las vecinas que acudía a este templo hace unos años.

Vecinos de esta colonia han mostrado su inconformidad ante el abandono de las autoridades para continuar con las obras.

En la actualidad, de acuerdo con la Comisión de Reconstrucción, el templo va en su cuarta fase de rehabilitación y ha sido apuntalado en varios de los cimientos para evitar un colapso de la estructura y no hay fecha de culminación de los trabajos.

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