La expulsión del rebelde
Adolfo Orive Bellinger estalló contra su propio partido, el PT, cuando éste amarró la alianza con el PRD para hacer coalisión en la campañas del Distrito Federal.
El diputado federal armó un grupo de choque entre los militantes del Partido del Trabajo y lanzó consignas contra Alberto Anaya, descalificando su liderazgo en el partido.
Orive buscaba aparecer este lunes en el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados plurinominales del PT. Ya no podrá lograrlo, pues el partido anunció ayer su expulsión.
Icela Lagunas
Adolfo Orive Bellinger estalló contra su propio partido, el PT, cuando éste amarró la alianza con el PRD para hacer coalisión en la campañas del Distrito Federal.
El diputado federal armó un grupo de choque entre los militantes del Partido del Trabajo y lanzó consignas contra Alberto Anaya, descalificando su liderazgo en el partido.
Orive buscaba aparecer este lunes en el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados plurinominales del PT. Ya no podrá lograrlo, pues el partido anunció ayer su expulsión.
Ni al PRD ni a Alberto Anaya les pareció que el rebelde de Adolfo Orive impugnara la recién nacida alianza entre ambos.
Los últimos meses, Orive Bellinger fue uno de los más firmes opositores a dicha alianza.
Criticó abiertamente el hecho de que el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, permitiera el desdén del líder del PRD en la capital, Raúl Flores, quien les llegó a ofrecer incluso algunas direcciones de Cendis ante la escasez de espacios para diputaciones.
El PRD-DF estiró la liga y dejó las negociaciones del pacto con el PT hasta los últimos minutos de la fecha límite para registrar las alianzas.
Hace ocho días justamente, muchos de los petistas, incluido Adolfo Orive, tenían la certeza de que irían solos en las elecciones en la Ciudad de México.
Por tal motivo armaron los expedientes de todos los aspirantes que registrarían ante el Instituto Electoral del DF.
Alianzas y rupturas
Anivel nacional el PRD y el PT van juntos en los 27 distritos federales, de los cuales cuatro le corresponden al Partido del Trabajo.
Luego en el Distrito Federal en delegaciones como Iztapalapa, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, la alianza del PRD y PT suma la fuerza del PANAL.
En cambio en delegaciones como Iztacalco y Xochimilco, el PT no va en alianza con el Sol Azteca.
En el caso particular de Iztacalco, el PT intentó tejer su red con Armando Quintero.
Pero éste renunció al PRD y se postuló a la jefatura delegacional como el candidato de Movimiento Ciudadano.
Quintero fue secretario de Transporte y Vialidad en la administración de Marcelo Ebrard.
Y aunque aún es mencionado como afín al ex jefe de Gobierno, decidió irse a MC tras anunciar el sábado pasado su renuncia al partido del Sol Azteca. Así las mezclas del poder.
Sin embargo, por confusas que parezcan esta forma de alianza que por fin amarró el PRD con el PT en el Distrito Federal, el Código Electoral del Distrito Federal la permite.
Acusa proceso irregular
En las últimas horas, Anaya sorprendió a muchos al anunciar la alianza al vapor mediante la cual se acomodaron las piezas para entregarle tan sólo tres distritos locales al PT.
El secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, quien encabeza la corriente Movimiento Progresista, sacrificó en el Distrito 7 en la zona de Aragón en la delegación Gustavo A. Madero a Cristina García, una de sus empleadas incondicionales que entregó el espacio al PT.
El segundo distrito que el PRD le entregó al PT fue el 25 de Álvaro Obregón, territorio dominado por el exdelegado Leonel Luna y sus huestes, y el tercero es el 38 en la zona de Coapa que corresponde a Tlalpan.
Orive y otros petistas se quedaron con todos su expedientes sin oportunidad.
Lo que siguió ya es historia. Adolfo Orive impugnó la alianza a través de un escrito que desmenuzó la dirigencia del PRD y con él determinó su respuesta.
Del documento, explican quienes lo estudiaron, se desprenden dos argumentos centrales de Adolfo Orive:
Denunciaba que, a pesar de tener la presidencia del PT en el Distrito Federal, él no llevó a cabo el registro de dichos candidatos del partido ante el Instituto Electoral y que la Ley en la materia obliga a que dichos formatos deben ser presentados por los órganos acreditados.
Es decir, que como él no consumó el registro ante el IEDF, entonces el procedimiento es irregular y solicitaba invalidarlo.
El segundo argumento que exponía en el documento es que hay un desorden en la capital que confunde al electorado por la forma en que se pactó la alianza PRD-PT.
Orive alegó que no hay uniformidad en las candidaturas, lo que atenta contra el principio de certeza.
Estrategia que falló
A dolfo Orive eligió la ruta de la confrontación, aunque no se preveía que obtuviera éxito
En los días previos a su expulsión, el exdirigente petista en la capital armó una breve, pero escandalosa, estrategia junto con sus simpatizantes.
Buscaba presionar al presidente de su propio partido, Alberto Anaya, para negociar.
El mensaje que le envió a través de sus afines fue: “los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”, rezaban los mensajes de las pancartas y cartulinas que portaban los manifestantes.
Con dicha presión, Orive Bellinger pensó que aseguraba el lugar número uno de la lista de plurinominales. Le falló la estrategia y ahora está fuera.
Quien sí podría concretar la ruta que se le frustró a Orive es el presidente del PRD en el Distrito Federal, Raúl Flores, quien apartó el número uno de la lista de los plurinominales del Sol Azteca con su secretario particular.