Contrario a Eli Barroeta, quien acumula yardas a pie en las calles de Tlalnepantla, el camillero Víctor Daniel Cruz, jugador de Frailes de la Universidad del Tepeyac, ejerce una estrategia distinta para enfrentar la pandemia al tener que trasladar, dentro del hospital, a contagiados y fallecidos por este virus.
Víctor recuerda que debió adaptarse rápido a las circunstancias para apoyar a sus compañeros, para lo cual recibió una capacitación intensiva para cambiar el chip de su trabajo y aprender las medidas que se requieren para hacer frente a una situación como la actual.
“En el momento que esto sucede yo estaba muy emocionado por volver a jugar porque me había salido de Centinelas, pero justo cuando se da la oportunidad pasa esto y nos dicen que tenemos que estar mejor preparados para lo que viene, entonces nos enseñaron qué es lo que se tiene que saber para apoyar a los doctores, yo soy camillero, entonces me toca recibir a todos los pacientes”, relata.
El jugador menciona que, aunque el hospital Fernando Quiroz está dedicado a atender solo a pacientes con Covid-19, cada enfermo requiere un trato especial, ya que no es lo mismo una persona que sólo tiene síntomas a una que ya tiene el virus, por lo que la organización es fundamental para evitar exponer a las demás personas que se encuentran dentro.
“En el hospital en el que estoy me ha tocado ver de todo, de hecho, como ya es zona Covid-19, se crearon espacios especiales para los que sólo tienen síntomas y para los que realmente están contagiados.
“Cada uno de estos casos es todo un proceso atenderlo, es muy diferente porque cada uno requiere un tratamiento especial, entonces tienes que adaptarte de inmediato a lo que te estás enfrentando”, dice.
Otra de las situaciones que ha vivido dentro del hospital son las muertes por coronavirus, para las que se debe seguir un proceso aún más complejo ya que el equipo utilizado para estos traslados es inmediatamente desechado al correrse el riesgo de que queden secuelas.
“También me ha tocado trasladar a los que murieron por esta enfermedad donde el proceso es aún más complicado porque el virus todavía está vigente, entonces los llevamos en bolsas a una zona más lejana del hospital, pero en este proceso el de intendencia va todo el tiempo atrás desinfectando la zona por la que acabas de pasar para evitar otro contagio”, cuenta.
Víctor comenta que no han sido ajenos a la violencia que se vive contra el personal de salud, a tal grado que el nosocomio del ISSSTE donde labora ha sido resguardado por elementos de Seguridad Pública para proteger la integridad de quienes portan una bata o equipamiento médico
“Desafortunadamente nuestra sociedad sigue escéptica de lo que está pasando, no cree, y es una lástima, esa desinformación provoca agresiones contra el personal de nuestro hospital, pero deben entender que no estamos haciendo nada malo, estamos ayudando a controlar esta epidemia”, comenta el jugador y camillero.