El principal eje de la Ciudad de México para la reactivación económica por la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 será el impulso a la construcción.
El 4 de septiembre pasado, el Gobierno capitalino informó que como parte del Plan de Reactivación Económica tras la pandemia de COVID-19 se iban a destinar 75 mil millones de pesos en proyectos de inversión en conjunto con la iniciativa privada como obras de construcción y de infraestructura.
Dicho monto corresponde al 52 por ciento de los recursos que se tiene previsto erogar en el Plan de Reactivación Económica tras la pandemia de COVID-19, cuyo monto asciende a 142 mil millones de pesos.
Desde entonces se ha impulsado la construcción privada con la agilización de trámites. El pasado 9 de diciembre se anunció en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México la primera gran obra de infraestructura que es parte del plan: el segundo piso de la Calzada Ignacio Zaragoza en el oriente de la capital.
Dicho proyecto se realizará con una inversión de 8 mil millones de pesos y tendrá una extensión de 12 kilómetros; atravesará las alcaldías de Iztapalapa, Venustiano Carranza e Iztacalco.
Una de sus principales funciones, según lo dado a conocer por las autoridades locales, es conectar al oriente de la capital con el nuevo Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía, Estado de México.
Además del doble piso de Zaragoza, la capital del país indicó que otro proyecto de inversión importante es el de la concesión de la Feria de Chapultepec; la empresa Mota Engil México fue designada el pasado 30 de noviembre.
Construcción, rubro importante
Aunque con la pandemia de COVID-19 el sector de la construcción en la capital presentó una disminución de su producción de enero a septiembre de 2020 de 39.5 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019, fue el subsector económico con mayor aportación a la economía de la ciudad con el 21 por ciento, revelan datos del Proyecto de Ingresos de la Ciudad de México 2021.
A la construcción le siguen las obras en petróleo y petroquímica con el 22.6 por ciento; en tercer lugar está el transporte y urbanización con 20.5 por ciento; el 37 por ciento restante se reparte en otras actividades económicas.