La estrategia Control X

Desde la etapa de campaña de Miguel Ángel Mancera, Luis Pérez de las Heras saltó a la escena pública como responsable de la imagen del ahora jefe de gobierno.

Hoy, ese mismo empresario plantea el programa “Control X”, con el que busca posicionar la imagen del Gobierno del Distrito Federal y detonar los programas.

Aún no se sabe cuánto costará el programa que Luis Pérez de las Heras ideó como estrategia que busca coordinar a todas las secretarías y demás dependencias del GDF en su imagen frente a los medios de comunicación.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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meses para registro de avances
Es una estrategia para mitigar las críticas que señalan que el nuevo jefe de gobierno se ha dedicado a participar en eventos protocolarios, amén del escándalo de los llamados ‘perros asesinos’ de Iztapalapa
El arquitecto de la imagen de Mancera busca crear ‘un modelo de coordinación institucional para todas las dependencias del GDF, para lograr mejor posicionamiento’

Desde la etapa de campaña de Miguel Ángel Mancera, Luis Pérez de las Heras saltó a la escena pública como responsable de la imagen del ahora jefe de gobierno.

Hoy, ese mismo empresario plantea el programa “Control X”, con el que busca posicionar la imagen del Gobierno del Distrito Federal y detonar los programas.

Aún no se sabe cuánto costará el programa que Luis Pérez de las Heras ideó como estrategia que busca coordinar a todas las secretarías y demás dependencias del GDF en su imagen frente a los medios de comunicación.

Control X, como se denomina, fue anunciado como la estrategia que logrará grandes impactos y comunicaciones con aquellos programas especiales que lance a lo largo del sexenio la administración de Mancera Espinosa.

Uno de los objetivos primordiales que plantea Control X es “que las áreas luzcan” con lineamientos ordenados desde la jefatura de gobierno sin excepción.

Ante las críticas públicas que destacan la falta de un programa general de gobierno que le de rumbo a la administración del ex procurador, se ideó esta estrategia que busca, en términos llanos, “cacarear” las acciones y programas que surjan de las oficinas del Zócalo capitalino.

Y es que recientemente Mancera ha sido blanco de las críticas que señalan que se ha dedicado a participar en eventos protocolarios. Además, el escándalo de los llamados “perros asesinos” de Iztapalapa ha propiciado comentarios, incluso al interior de su propio gabinete.

Control de daños

Urge levantar el vuelo. En un documento interno que Luis Perez de las Heras difundió en el primer círculo de gobierno, el responsable de la campaña de Mancera como candidato plantea la necesidad de “un modelo de coordinación institucional para todas las dependencias del GDF, para lograr mejor posicionamiento y mejor arranque en la imagen de las dependencias”.

Y es que a decir del especialista en comunicación, como se describe en su presentación “las condiciones que describen el escenario político y social en México requieren de una tecnificación político comunicacional”.

Qué quiere decir Luis Pérez de la Heras cuando apunta que “hoy en día la tangibilidad de la acción de gobierno es el ingrediente que le brinda contundencia a la comunicación gubernamental y la convierte en estratégica”.

Para entender qué es y cómo funciona Control X, el empresario fundamenta que el sistema logrará que los programas del GDF permeen entre la ciudadanía en el corto y mediano plazo.

A fin de conseguirlo se seleccionarán y diseñarán algunas acciones de alto impacto social y político de cada una de las dependencias y entidades del gobierno. Por turno, dando espacio para el reconocimiento de la anterior.

“A través de una técnica on-off que garantiza resultados tangibles para el sustento de la comunicación del gobierno. Diseñando un esquema de comunicaciones específico para cada acción programada de alto impacto; acciones durante seis meses, para programar y garantizar que se está llevando a cabo”.

En un esquema llano de pregunta y respuesta, Pérez de las Heras plantea ¿Para qué sirve? Y él mismo responde que Control X ordena el trabajo institucional programando resultados en el corto plazo.

Por la congruencia

Además, refiere que orienta la acción pública con un sentido de posicionamiento político prediseñado; aprovecha el conocimiento de las áreas imprimiendo un sentido de rentabilidad política a sus acciones.

“Asegura congruencia entre discurso y acciones, consolidando mensajes de alto impacto gubernamental. Asegura la visibilidad de la acción gubernamental”, puntualiza.

Es decir, hasta ahora ¿no se han visto las acciones de Mancera?, en torno a esta pregunta han surgido múltiples críticas las últimas semanas.

Los encargados de aterrizar y poner en práctica Control X, serán los coordinadores de asesores o áreas de confianza a partir de una acción que quieran detonar en la secretaría o dependencia.

De acuerdo con esta información, se requieren dos meses para instalar Control X, a partir del cuarto mes es que comienza a funcionar y dar resultados, mientras que los primeros avances en posicionamiento se registran en seis meses.

Según este programa que Pérez de las Heras diseñó para el GDF no todas las acciones pasarán por el Control X, sino que se efectuará una selección por dependencia con base en el interés ciudadano, problemática que presente cierto sector o territorio de la capital, los grupos de influencia y el presupuesto con que se cuente. 

No es un software

¿Qué no es?, plantea la estrategia. No es un software, no es un modelo de planeación de políticas pública, no es un modelo de administración de operaciones, no es un balance “scorecard”, responde.

“Conclusión: El control X es un modelo que escoge las mejores y más contundentes acciones del gobierno y les brinda un sentido estratégico en materia de rentabilidad política y de comunicación, cuyos resultados son medibles en seis meses”, asegura.

En el planteamiento que Luis Pérez realiza de su programa no se habla de cuánto costará al Gobierno del Distrito Federal aplicar este instrumento, que a decir de su autor, alcanzará el impacto deseado en los medios y ciudadanía.

Lo que sea, pero que funcione y no sea simplemente un modelo de alto impacto para las arcas del gobierno.

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