A casi 30 días de la renuncia de Carlos Romero Deschamps a la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), comienza una nueva etapa en la que al menos siete grupos se disputan la dirigencia.
El tiempo en el STPRM se agota para conocer quién será el sustituto de Romero y al interior ya empiezan los jaloneos entre las corrientes y disidencias al grupo cercano del también senador de la República.
Manuel Limón Hernández, secretario de Actas y Acuerdos del Sindicato, es quien quedó como secretario general interino. Su responsabilidad será organizar el proceso para la designación del próximo líder de los petroleros.
Sin embargo, los estatutos del STPRM establecen que con solo el aval del Comité Ejecutivo General se puede determinar el futuro de esta organización.
“Si la ausencia es mayor a 30 días, el Comité Ejecutivo General deberá determinar si debe llamarse al suplente o se distribuyen las labores del ausente entre diversos funcionarios, de acuerdo con el Reglamento de Trabajo del propio Comité Ejecutivo General”, afirma la fracción II del artículo 151 de los Estatutos del sindicato petrolero.
La fracción III del mismo artículo estipula que cuando la ausencia sea definitiva, el suplente nombrado, o en su caso, los miembros del Comité Ejecutivo General, podrán terminar el periodo en curso y después se celebraría una elección ordinaria.
Lo anterior significa que si el CEG nombra a un suplente, este podría permancer hasta el 2024, año en el que Romero Deschamps concluiría su gestión, debido a que en el 2017 se reeligió por cuarta ocasión al frente del STPRM.
La opción para que haya nuevos comicios es que se celebre una asamblea extraordinaria convocada por el secretario general y en ella acordar los lineamientos para la elección de un Comité Ejecutivo General, indica el artículo 249 de los Estatutos.
Sin embargo, el CEG también podría decidir que Manuel Limón se quede hasta 2024, por lo que el grupo de Romero Deschamps permanecería al frente.
Es a través de la presión y de intentar convencer a los trabajadores petroleros, que seis grupos disidentes pretenden hacerse del poder en el STPRM.
La Coalición Petrolera Independiente, el Movimiento Petroleros de Reforma Ideológica, el Frente Nacional Petrolero, el Movimiento Petroleros Activos en Evolución Por un México Nuevo, el Movimiento Nacional de Transformación Petrolera y el Movimiento de Unidad Petrolera, son los sindicatos y corrientes que buscan obtener la toma de nota.
Fred Navarro, miembro del Movimiento de Unidad Petrolera, explica que junto con otros líderes de las 36 secciones, buscan democratizar el STPRM e ir en contra del dominio que dejó Romero y que busca perpetuar al también diputado federal, Manuel Limón.
Afirma que todavía hay muchos trabajadores que temen las represalias de la gente de Romero, por lo cual, la disidencia debe unirse para presionar y que se llame a nuevas elecciones.
“Nos apoya un 75 por ciento de las secciones, hay que trabajar para ganar el otro 25. El punto es que hay que dejarnos de protagonismos”, asegura en entrevista con Reporte Índigo.
Entre las personas que respaldan a Fred Navarro, se encuentra Alberto Hernández del Ángel, sobrino del exlíder del sindicato, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”.
Hernández del Ángel refiere que otra posibilidad para que una facción disidente logre la dirigencia nacional del STPRM, es que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) resuelva a su favor la impugnación presentada por la elección de los secretarios generales de las 36 secciones en noviembre de 2018.
“Esperamos que antes de que termine este año nos den el resolutivo para que haya nuevas elecciones seccionales”, declara Hernández.
En caso de que el fallo resulte a su favor y posteriormente ganen la elección de las secciones, buscarían desde las nuevas posiciones convocar a comicios para secretario general.
Fred Navarro acusa que hay otros líderes disidentes que argumentan que les debe ser entregada la toma de nota; sin embargo, afirma que esto no es posible.
“Ese no es el proceso, los estatutos son muy claros y no puede ser así como lleguen a la secretaría general”, declara.
Van por toma de nota del STPRM
La Coalición Petrolera Independiente (CPI) y el Movimiento Nacional de Transformación Petrolera (MNTP) argumentan que les corresponde la toma de nota por derecho tras la renuncia de Romero Deschamps.
María Lourdes Cruz Díaz, “Lula”, lideresa del MNTP, comenta que su organización realizó una convención en junio pasado con representación de las 36 secciones sindicales del STPRM para llamar a nuevas elecciones; sin embargo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) no avaló los nuevos comicios.
“En esa convención fuimos nosotros quienes corrimos a Romero Deschamps, somos los disidentes agredidos”, agrega.
Por ello, Cruz Díaz refiere que la autoridad laboral a nivel federal debe de reconocer a su movimiento y entregarle la Toma de Nota para que organice una nueva elección de secretario general.
Desde el 6 de noviembre pasado, “Lula” está en busca de que la dirección general de Petróleos Mexicanos acate un laudo para que la reinstale laboralmente, después de que en 1997 la liquidaron.
La dirigente disidente busca que la reinstalen para que pueda ir por la dirección del sindicato en una posible elección extraordinaria pues sólo los trabajadores en activo pueden ser candidatos.
El 17 de octubre, Mario Rubicel, indicó durante una conferencia de prensa que la STPS tenía hasta diciembre para entregarle la Toma de Nota que lo acredite como dirigente del STPRM.
Lo anterior con el argumento de que en diciembre de 2018, su movimiento realizó una asamblea colegiada durante la que se le nombró secretario general del gremio petrolero.