La disputa por la curul 251

El control de la Cámara de Diputados no se decidirá en negociaciones entre partidos. Será en un distrito federal de Nuevo León. Ahí, el PAN y el PRI se disputan la curul definitoria por apenas 569 votos. Y con esa controversia, que tiene marcados tintes políticos, los priistas –aliados con el Partido Verde y el Panal– buscan recuperar la mayoría absoluta que perdieron en 1997 en la Cámara de Diputados.

Martín Pérez Cerda Martín Pérez Cerda Publicado el
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El control de la Cámara de Diputados no se decidirá en negociaciones entre partidos. Será en un distrito federal de Nuevo León. Ahí, el PAN y el PRI se disputan la curul definitoria por apenas 569 votos. Y con esa controversia, que tiene marcados tintes políticos, los priistas –aliados con el Partido Verde y el Panal– buscan recuperar la mayoría absoluta que perdieron en 1997 en la Cámara de Diputados.

Un solo diputado puede marcar la diferencia entre tener la mayoría absoluta o ser la primera minoría de la Cámara Baja. Y un distrito federal que está en disputa en Monterrey puede ser la clave para inclinar la balanza a favor del PRI.

Por eso para los tricolores es vital revertir la elección del Distrito 10 federal, que está en Monterrey. Ahí donde se enfrentaron un polémico panista y un abogado que ha hecho su carrera profesional en gobiernos priistas.

El candidato del PAN, Fernando Larrazabal, obtuvo 56 mil 694 votos. Apenas 569 sufragios más que su contrincante Aldo Fasci, propuesto por el Partido Verde y el PRI, quien tuvo a su favor 56 mil 125 sufragios, según el último conteo del IFE.

Y esta historia política, que parece inocua, tiene todos los elementos para convertirse en una trama de la lucha por el poder en México.

De esa mayoría tricolor, en alianza con los verdes y los aliancistas, dependerá que se pueda aprobar, sin necesidad de hacer negociaciones, ni con el PAN ni con el PRD, cualquier ley propuesta por el Ejecutivo.

El epicentro de esta disputa se centra en Fernando Larrazabal, el polémico alcalde con licencia de Monterrey cuyo hermano Jonás fue grabado por el dueño de un casino cuando recibía dinero en efectivo.

Se dijo que el presunto pago era por la venta de quesos. Otros denunciaron que se trataba del pago de una cuota de protección. Pocos creyeron esa historia, que fue bautizada como “El Quesogate”.

Pero la controversia va más allá de un asunto de imagen. Tiene que ver con un conflicto jurídico cuyo fallo definitivo obligaría a Larrazabal, hoy diputado federal electo, a volver a ocupar la Alcaldía de Monterrey. Y eso lo haría inelegible para la Cámara de Diputados.

De hecho, tres días antes de las elecciones, el 28 de junio, el Primer Tribunal Colegiado de Nuevo León en Materia Administrativa le ordenó a Larrazabal regresar a la Alcaldía.

Dicha orden fue fundamentada en un amparo promovido por un ciudadano que buscaba obligar a Fernando Larrazabal Bretón a cumplir su periodo de tres años como presidente municipal de Monterrey. El panista no acató la sentencia y compitió por la diputación federal.

El lunes pasado, el Cabildo regiomontano, en cumplimiento de la orden del Tribunal, le requirió regresar. Pero el munícipe con licencia presentó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano. Buscaba que lo dejaran ejercer la diputación federal.

Una opción adicional que tendría el candidato del PRI, Aldo Fasci, sería lograr la anulación de dos casillas en las que el PAN hubiera ganado. Dada la escasa diferencia de votos, el resultado electoral podría revertirse sin problemas.

Ambas estrategias, la de regresar al panista a la Presidencia Municipal o anular las casillas, son evaluadas por el equipo de abogados del candidato priista en un caso que dejó de ser local para convertirse en nacional.

Desde 1997, a mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, ningún partido puede detentar el control absoluto de la Cámara Baja. Ésta sería la oportunidad de oro para el PRI. La moneda está en el aire.

 

 

La estrategia legal

Los abogados del PRI tienen dos opciones para ganar la elección:

1. Anular 2 ó 3 casillas con irregularidades en las que haya ganado el PAN para remontar la elección, ya que la ventaja a favor del panista es de apenas 569 votos.

2. Insistir en la inelegibilidad de Fernando Larrazabal para competir por una diputación federal al tener que regresar a la Alcaldía de Monterrey. El Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de Nuevo León le ordenó el 28 de junio, tres días antes de los comicios, volver a ocupar la Presidencia Municipal, pero hasta ayer no había acatado la resolución. Lazarrabal ha dicho que no puede volver porque ya es diputado federal electo.

Aldo Fasci Zuazua

-Egresado de Derecho de la Universidad Regiomontana

-Maestría en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid

-Doctor por la Universidad de Brantridge, en Sussex, Inglaterra

Se desempeñó como:

-Subsecretario de Planeación y Finanzas de la SEP en Nuevo León

-Secretario particular del gobernador de Nuevo León durante la administración de Sócrates Rizzo.

-Delegado de la Secretaría de Gobernación

-Subprocurador de Ministerios Públicos de Nuevo León durante la administración de Natividad González Parás

-Secretario de Seguridad Pública de Nuevo León de 2007 a 2009

Fernando Larrazabal Bretón

-Ingeniero civil por el Tecnológico de Monterrey

-Experto en temas de administración y construcción pública

Se desempeñó como:

-Alcalde de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, de 2000 a 2003

-Director general del CAPFCE (Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas) en la administración del presidente Vicente Fox

-Consejero del Comité Directivo Estatal del PAN en Nuevo León

-Diputado local en la LXXI Legislatura del Congreso de Nuevo León

-En 2008 solicitó licencia como diputado local para participar en las elecciones internas del PAN como aspirante a gobernador de Nuevo León

-Actual presidente municipal de Monterrey, Nuevo León

ESTÁ EN JUEGO MÁS QUE UNA DIPUTACIÓN
Por César Cepeda

Larrazabal dice que el ‘chapulineo’ es un derecho consagrado en la Constitución, por eso defenderá su triunfo por todos los medios

Lo que está en juego para el PRI en el Distrito 10 federal de Nuevo León, el cual ganó apretadamente el alcalde con licencia Fernando Larrazabal al priista Aldo Fasci, es más que una simple curul.

Para el PRI no solo representa la oportunidad de descarrilar las aspiraciones del panista para la elección de 2015, sino también la posibilidad de asegurar, si se revierte el triunfo albiazul, la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados.

En entrevista con Reporte Indigo, el edil con licencia de Monterrey, Fernando Larrazabal, habla sobre esta particularidad que se está presentando en la disputa legal por su distrito electoral.

“El caso mío tiene un ingrediente político adicional”, dice Larrazabal.

“Si tú sumas los diputados del PRI, Verde y del Panal, al menos antes de que concluya el proceso electoral, son 250. Si yo perdiese y fuere inelegible, en ese mismo momento pudiera entrar el PRI y sumaría 251 diputados de esas alianzas, y tendría mayoría simple. Una mayoría simple que no ha tenido este país en los últimos 15 años”.

En la conformación de la próxima Cámara de Diputados que se perfila según los resultados oficiales del IFE, la alianza PRI-PVEM contaría con 240 legisladores, que sumados a los 10 que logró el Partido Nueva Alianza, resultarían en 250 votos casi seguros para el próximo presidente priista Enrique Peña Nieto.

Un diputado más para el PRI garantizaría la mayoría simple, y éste podría ser Aldo Fasci, el candidato tricolor que disputó con Larrazabal el Distrito 10 federal, que comprende el sur de Monterrey.

Larrazabal se impuso a Fasci por un estrecho margen de 569 votos.

El ex secretario de Seguridad Pública del Estado impugnó ayer el resultado de la elección del Distrito 10 federal que se obtuvo en las elecciones del primero de julio. Alegó irregularidades en la designación de funcionarios de casilla.

Larrazabal Bretón señala que la estrategia legal del PRI incluye presionar para que él regrese a la Alcaldía de Monterrey, así sería inelegible.

“Están buscando que yo regrese precisamente para que yo sea inelegible. Ése es el afán que tienen. No es otro. Si la elección yo la hubiera perdido, ¿tú crees que el PRI igual estaría de afanoso pidiendo que regrese a la Alcaldía?… Por supuesto que no”.

Da la impresión de que Larrazabal está acorralado legalmente, pero el jefe de la neocúpula del PAN no lo acepta.

Su decisión de recurrir al Trife para defenderse de la suspensión de amparo que le ordena regresar a la Alcaldía regia parece más bien una maniobra legal desesperada para ganar tiempo.

El panista solo tenía dos alternativas. La primera, regresar a la Alcaldía para cumplir la resolución judicial, lo que implicaba convertirse en inelegible para ocupar el cargo de diputado federal.

Y la segunda, que representa un alto riesgo y fue la que eligió: confrontar entre sí a los magistrados federales, tanto del Trife como del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en el Estado.

Larrazabal presentó el lunes pasado un juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano en el Trife, de tal forma que sea esta autoridad electoral, y no el Poder Judicial de la Federación, la que decida su futuro político.

“El único que tiene competencia en este tema electoral, que no es administrativo, es el Tribunal Federal Electoral. Lo que resuelva el Tribunal yo lo voy acatar, y si ordena que yo regrese, yo regreso. Y si eso va a implicar que sea inelegible, también lo vamos a acatar”.

Larrazabal revela que el interés detrás de esta ofensiva legal en contra suya es minar sus posibilidades de contender por la gubernatura en 2015.

“Más que una diputación, lo que se está jugando aquí es que yo ya no continúe una carrera política.

“Hay un interés de algunas personas de que yo no avance. Lo debo de entender. Este tema, más que jurídico, en las últimas semanas ha sido un tema político. Con intereses políticos”, revela.

El panista no se atreve a descartar que esta ofensiva legal en su contra esté siendo apoyada incluso por miembros de su propio partido político.

“No lo puedo confirmar, pero tampoco descartar”, contesta el ex alcalde nicolaíta.

“Esto es política, y yo nunca seré monedita de oro. Que yo sepa, nadie gana por unanimidad, ni dentro de su partido ni en una elección constitucional. Es evidente que en el PAN hay diferentes grupos, diferentes equipos. Todos somos panistas, pero cada quien pensamos diferente, y es algo que siempre he respetado”.

El diputado federal electo del PAN dice que está impedido jurídicamente para regresar a la Alcaldía regia como lo ordena un juez federal dentro de un juicio de amparo promovido por un ciudadano en contra de su “chapulineo”.

“Hoy mi situación jurídica es diferente, y eso jurídicamente me impide regresar a mi cargo de presidente municipal”, asegura Larrazabal.

El panista sostiene que no violó ninguna ley al dejar su cargo para contender como candidato a diputado federal por el Distrito 10.

Dice que el “chapulineo” es un derecho que está consagrado en la Constitución.

“Yo tengo todo el derecho de aspirar a un cargo de elección popular siempre y cuando me separe de manera definitiva de la Presidencia Municipal.

“Aquí en Nuevo León hay 42 ‘chapulines’, que así nos dicen, que estamos brincando de un cargo de elección a otro. No solo Larrazabal e Ivonne (Álvarez). A nivel nacional hay más de mil 100. No estamos haciendo nada fuera de la ley”.

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