La dignidad no está en el diccionario personal de Alejandro Moreno: Dulce María Sauri

Aunque desde su fundación el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene tatuada la máxima de “sufragio efectivo, no reelección”, durante el fin de semana pasado la Asamblea Nacional del partido abrió la puerta para que Alejandro Moreno sea reelecto como su dirigente nacional hasta por dos períodos más de cuatro años, es decir, hasta 2032.

Cobijado por malos resultados que sitúan al partido como la cuarta fuerza política en el país e inundado por una tormenta de escándalos “Alito” se aferra al poder y al partido. A sus detractores los acusa de “lastres”.

“Quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el ‘Pemexgate’; hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994).

“Y eso le costó al PRI; no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, acusó Moreno durante el evento del 7 de julio en el Pepsi Center de la Ciudad de México.

Lo cierto es que a la larga lista de priistas de cepa que han abandonado al partido se podrían sumar muchos más. Durante la Asamblea Nacional, por ejemplo, no estuvieron presentes liderazgos importantes como el senador electo Manlio Fabio Beltrones; la senadora Beatriz Paredes; el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, o Dulce María Sauri Riancho, expresidenta nacional del PRI.

Tampoco estuvo presente Carlos Aceves del Olmo, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien recientemente rompió con el tricolor, dejando sin representación al sector obrero del priismo.

En tan solo tres horas, el Revolucionario Institucional de “Alito” terminó con 95 años del priismo revolucionario y con la máxima de su historia: la no reelección.

Sauri Riancho llama a defender el principio de ‘no reelección’

Una de las autoridades con más entraña dentro del tricolor es Dulce María Sauri Riancho, quien fue presidenta del partido de 1999 a 2002, justo en la época de la primera crisis del PRI, cuando Vicente Fox les arrebató la silla presidencial.

Ahora, la priista llama a la militancia a alzar la voz para evitar que se rompa uno de los principios fundamentales del PRI, la no reelección.

“Tocar este principio fundacional del PRI tiene un costo muy alto en términos partidistas, sobre todo cuando es por ambiciones personales. La única salvación que tiene el PRI de ahora en adelante, desde que perdimos la Presidencia en el año 2000, es que los priistas, dentro de nuestra conciencia política, levantemos la voz ante estas decisiones de la dirigencia nacional que no son atinadas”, comenta en entrevista con Reporte Índigo.

Añade que otra opción para los priistas que no están de acuerdo con la actitud de Moreno Cárdenas es acudir ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y posteriormente al Tribunal Electoral para echar abajo estos cambios a los estatutos.

“La dignidad no está en el diccionario personal de Alejandro Moreno, tenía que haber renunciado a la dirigencia nacional luego de los resultados electorales desastrosos que se obtuvieron el pasado 2 de junio”, manifiesta.

 Modificaciones estatutarias, en la ilegalidad

En cuanto a las modificaciones estatutarias, afirma que este es un asunto de abogados especializados en la materia, pero adelanta que la asamblea a la que convocó el líder tricolor no fue legal.

“Una modesta historiadora te puede decir que la asamblea del PRI que convocó Alejandro Moreno al día siguiente de la jornada electoral cuando todavía no concluye el proceso electoral del 2024, que terminará con la calificación de la elección presidencial por parte del Tribunal Electoral, es ilegal.

“Si se hace una asamblea para modificar documentos básicos mientras el proceso electoral está en marcha está violentando la legislación electoral que impide que haya modificaciones a los documentos básicos y a las dirigencias de los partidos políticos durante ese tiempo. Esa es una cuestión que revisará en su momento tanto el INE como el Tribunal Electoral”.

Ante las acusaciones que lanzó Alejandro Moreno en contra de algunos priistas a los que tachó de esquiroles y traidores, Sauri Riancho se abstuvo de responder, sin embargo, expresa su preocupación por los señalamientos que hizo de que algunos priistas están detrás del asesinato de Luis Donaldo Colosio.

“Cuando una persona pierde la serenidad y la cordura política es muy serio, pero cuando lo hace el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, además de lo serio, raya en lo grotesco. Esos calificativos no valen para no comentarlos.

“Lo que sí me preocupa mucho son las imputaciones que hace en cuanto al asesinato de Luis Donaldo Colosio. Yo no quiero ver que la Fiscalía General de la República ponga al PRI en la picota por estas acusaciones absolutamente sin fundamentos que lanzó desde la tribuna de una asamblea nacional priista”, indica.

¿FGR debe citar a Alejandro Moreno por caso Colosio?

Sauri Riancho afirma que la Fiscalía General de la República tendría toda la razón para citar al presidente del partido, con el objetivo de que dé elementos de prueba de sus dichos.

“Para un partido tan debilitado ante la opinión pública como lo es el PRI, esto lastima aún más su imagen ante la ciudadanía”, dice.

–“¿Este debilitamiento pone al PRI al borde de la tumba?, ¿estamos viendo el acabose del PRI?, se le cuestiona a la política yucateca.

“Veamos los resultados electorales, estamos hablando de un descenso continuo en las preferencias electorales, estamos hablando de un 20 por ciento en el 2018, que por primera vez el PRI obtuvo una votación de un dígito en el 2024. ¿Qué nos espera de continuar esta tendencia en el 2027? Un cinco por ciento, para estar al borde… si no es que perdemos el registro en el 2030. Esa es la magnitud del problema que tenemos”, subraya.

Sobre la amenaza de Alejando Moreno de expulsar tanto a Dulce María Sauri como a Pedro Joaquín Coldwell y a Francisco Labastida Ochoa, tranquilamente la exlegisladora advierte: “A la sinrazón y al berrinche, no se le responde”.