Mario Vargas Llosa, el intelectual que hace años declaró que México era la dictadura perfecta, hizo un llamado a los mexicanos para que no den entrada al populismo y la demagogia en las próximas elecciones, pues afirmó que sería un suicidio democrático para el país.
“Las encuestas dicen que hay una posibilidad grande de que México retroceda de la democracia hacia una democracia populista, demagógica. ¿Van a ser tan insensato los mexicanos teniendo el ejemplo trágico, horrible, de Venezuela al frente para votar por algo semejante”, declaró.
El ganador del Premio Nobel dijo tener esperanza en que los mexicanos tengan la suficiente “lucidez” para no permitir que el populismo llegue al poder. Aunque nunca menciona el nombre de ningún político, al parecer sus palabras estaban dirigidas para Andrés Manuel López Obrador.
En el marco de la presentación de su autobiografía titulada La llamada de la tribu, en la madrileña Casa de América, el peruano insistió en que la demagogia y el populismo “son recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”.
En 1990, Vargas Llosa llamó a México “la dictadura perfecta”, pues aunque había un cambio de presidente cada seis años, el Partido Revolucionario Institucional permanecía en el poder en manera inamovible.
“México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México (…) Tiene las características de la dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido”, declaró en aquella ocasión.
Vargas Llosa es un buen escritor, pero un mal político
Esta misma tarde, López Obrador respondió a las palabras de Vargas Llosa, a quien calificó como un buen escritor, pero un mal político.
El aspirante presidencial dijo a la prensa, tras un reunión con dirigentes de Morena en Chihuahua, que no caería en provocaciones, pues estaba en una etapa de amor y paz.