‘La cura’ a la contaminación
La contaminación en México y en el mundo es letal y causa decenas de enfermedades. Ante tal problemática, los programas de verificación vehicular se han convertido en excelentes aliados para combatir la crisis medioambiental
Rubén ZermeñoEn época de calor y falta de lluvias la irritación de ojos, malestar en vías respiratorias, estornudos y fatiga nos ponen en alerta sobre el aire que respiramos. En gran parte de las ciudades de México la contaminación en el ambiente supera con creces los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera peligrosos para la salud.
En estas urbes, las emisiones de los vehículos son una de las principales fuentes de contaminación atmosférica.
De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones Contaminantes Criterio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la aportación estimada por fuentes móviles carreteras es de 154 mil toneladas de óxidos de nitrógeno y 138 mil toneladas de hidrocarburos no quemados.
Es decir, los emisiones de los automóviles representan el 71 por ciento y el 60 por ciento del total nacional, respectivamente.
Además de los daños medioambientales, la exposición a la contaminación tiene graves efectos en la salud de los humanos que incluyen desde enfermedades respiratorias y cardiovasculares hasta cáncer.
Debido a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud mundial por lo que estimó que 7 millones de personas mueren cada año debido a la exposición a la mala calidad del aire.
En México, la problemática no es menor, se estima que la contaminación en el aire es responsable de aproximadamente 15 mil muertes prematuras por año.
Una solución entre la niebla de smog
Una de las principales medidas para controlar las emisiones en automóviles son los programas de verificación vehicular, los cuales a pesar de que existe controversia sobre su aplicación debido a casos de corrupción, su efectividad ha sido comprobada.
En la investigación “Vehicle inspection in Mexico City: A look at its implementation” elaborado por Vicente Ugalde del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales del Colegio de México, concluye que el programa después de más de 30 años representó un cambio de paradigma en la política contra la contaminación atmosférica.
Por ejemplo, en 1990, la Ciudad de México tenía un promedio anual de 150 días con mala calidad de aire, pero en 2020, este número se redujo a tan solo 30 días.
Igual, en el condado de Los Ángeles, California, el programa Buró de Reparaciones Vehiculares (BAR), pionero en el mundo, funcionó para enfrentar la crisis ambiental que padecieron en 1984.
En México, la Norma Oficial Mexicana NOM-047-SEMARNAT-2014 obliga a todos los estados a tener programas de verificación, sin embargo, solamente algunas entidades cuentan con políticas y programas para el control de las emisiones de los automóviles.
La calidad entre los programas varía mucho, desde la calidad de los equipos y los sistemas, las políticas públicas y leyes que regulan el programa, los sistemas de control y vigilancia y los sistemas de control de calidad.
Y aunque muchos de estos programas y entidades ni siquiera cumplen con la Norma Oficial Mexicana, al no tener pruebas de verificación dinámica para el control de los óxidos de nitrógeno, la existencia de los Programas de Verificación Vehicular (PVV) se están convirtiendo en la punta de lanza para combatir el grave problema medioambiental y de salud que representa la contaminación.
El modelo Jalisco
Los programas si bien no son comparables entre sí y deben evaluarse caso por caso, llama la atención el modelo implementado recientemente en Jalisco el cual logró atraer inversiones de empresas dedicadas exclusivamente a la verificación vehicular de todo el mundo, y que no habían estado interesadas antes en invertir y entrar al mercado mexicano.
En este caso, los controles a través de la tecnología, la regulación, la transparencia en los procesos, la calidad de los equipos y el blindaje anticorrupción fueron elementos clave por los que dichas empresas estuvieron interesadas en el modelo planteado.