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Los mexicanos hemos calificado a enero como el mes del terror económico.
El problema se identifica con el fin del año, ya que el fervor de las fiestas lleva consigo un sobre gasto.
Las compras a meses y solicitudes de préstamos hacen crecer los niveles de deuda de manera alarmante. Por si fuera poco, el ajuste de precios y los ocasionales nuevos impuestos suelen infundir miedo en las familias.
A pesar de que el primer mes del año posee una mala reputación, lo cierto es que en México la cuesta de enero nunca acaba. La mala planeación financiera de los mexicanos prolonga de manera indefinida sus problemas económicos.
De acuerdo a un estudio y encuesta reciente realizada por el Banco Mundial, en nuestro país la gente no sabe ahorrar, ni gastar.
La mayoría de los sujetos activos dentro del sistema financiero desconoce el significado de términos básicos, y no es capaz de hacer cálculos sobre tasas de interés.
La falta de control financiero hace que las personas sean más susceptibles a eventos inesperados como enfermedades o accidentes.
No salen las cuentas
Si se aplicara un examen sobre planeación financiera a los mexicanos, el resultado sería reprobatorio.
En la primera encuesta elaborada por el Banco Mundial en nuestro país para conocer los comportamientos y conocimientos en la relación con a los temas financieros, los resultados nos hacen ver lo poco que sabemos en relación al manejo del dinero y los costos del mismo.
Dentro de lo más destacado se encuentra la poca planeación que tenemos para el gasto.
Únicamente el 41 por ciento de los entrevistados por el Banco Mundial mencionaron que elabora un presupuesto. De las personas que sí planean sus gastos, tan solo el 20 por ciento lleva un control estricto de egresos.
En virtud de lo anterior, nada más el 34 por ciento de los mexicanos considera que puede enfrentar un gasto no previsto como una enfermedad o accidente.
Lo que es más grave es que 70 por ciento de las personas asegura que tiene, o ha tenido, problemas para cubrir los gastos corrientes como servicios básicos en el hogar y comida.
No solo los gastos imprevistos son mal manejados en nuestro país. Un ejemplo son los fondos de ahorro y la jubilación, que son ignorados.
Solo el 28 por ciento de los adultos menores de 60 años tiene planes para cubrir los gastos en la vejez.
Como consecuencia, apenas el 30 por ciento de las personas mayores de 60 años tienen los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Aun con el fuerte crecimiento que han tenido los servicios financieros en nuestro país en los últimos años, la incorporación a los mismos se mantiene en niveles muy bajos.
La mitad de población continúa sin utilizar ningún tipo de servicio financiero formal o informal.
A manera de contraste, un porcentaje alto de los encuestados mencionó que utiliza servicios informales de crédito y ahorro.
La mayoría de las personas que utilizan productos financieros en México dijeron que tomaban decisiones con mucho cuidado, sin embargo, el conocimiento formal de las finanzas reportó un resultado mixto: gran parte de estos usuarios entiende conceptos básico como el interés que se paga por un crédito y el valor del dinero en el tiempo, pero tan solo el 37 por ciento es capaz de calcular una tasa de interés simple.
El manejo del gasto
Para financiar su economía muchos mexicanos acuden a préstamos informales que brindan familia y amigos. Pocos van a los bancos
Más del 90 por ciento de los adultos en México tienen la responsabilidad de manejar las finanzas del hogar: realizar a tiempo los pagos que se tienen que hacer y tomar las decisiones sobre el gasto.
De acuerdo con la información del Banco Mundial sobre el manejo del dinero en el hogar, alrededor del 46 por ciento de la economía familiar es supervisada por hombres, mientras que el 54 por ciento por mujeres.
Aún y cuando las mujeres juegan un papel vital en el manejo del dinero, la mitad de las encuestadas afirma que no contribuye en el ingreso.
La mayoría de los mexicanos, más del 80 por ciento de los encuestados, desconoce cuánto dinero gastó la semana pasada, y sólo la quinta parte de ellos conoce con precisión cuánto le queda para gastar en la quincena.
En los hogares de altos ingresos es más probable que se lleve a cabo una previsión meticulosa del gasto y se hagan planes para el manejo de las finanzas.
En la población de bajos ingresos, la gente de mayor edad, los empleados en el sector informal y los que solo cuentan con educación primaria, son particularmente susceptibles a tener problemas financieros.
La estrategia más utilizada para resolver la falta de dinero es pedir prestado en el sector informal, lo que puede significar el solicitar recursos a parientes o amigos.
En aquellos encuestados que contestaron que sabían por anticipado de un gasto extraordinario, solo el 45 por ciento creía tener los medios para cubrirlo.
Menos de una tercera parte de los que tienen hijos en edad dependiente, no tienen planes para apoyarlos en su futuro, sobre todo en las familias de escasos recursos.
Planeando para el futuro
Para aquellos mayores de 60 años, dos terceras partes reportan que tienen fondos insuficientes o que no tienen ahorros para hacerle frente a su gasto cotidiano, la mayoría de ellos depende para su subsistencia de los familiares que están trabajando y de amigos que los apoyan.
Dos terceras partes de los mexicanos encuestados solo les preocupa su presente y no el futuro.
El 16 por ciento respondió que no tienen ningún plan financiero para la posterioridad, el 27 por ciento sólo tiene provisiones para cubrir una semana o menos de gastos básicos y el otro 27 por ciento tiene previsto cubrir sus gastos hasta por un mes.
Al mismo tiempo, dos terceras partes respondieron tener mucha seguridad en su futuro, queriendo decir que con trabajar arduamente pueden asegurar su futuro.
Decisiones financieras
Los mexicanos tenemos un rango muy amplio de instrumentos financieros, formales e informales, para cubrir necesidades de ahorro y crédito.
El 42 por ciento de los encuestados mencionaron que no han usado servicios financieros en los últimos cinco años, el 51 por ciento de los que afirmaron ser usuarios activos señalan las cuentas de banco y tarjetas de crédito como los productos financieros más utilizados.
Dentro del sector informal de los servicios financieros para crédito y ahorro, lo más populares son las tandas o roscas, así como los préstamos otorgados por familiares y amigos.
La mayoría de los que actualmente usan servicios financieros reportaron que toman decisiones en forma muy cuidadosa.
Aun cuando mencionan que recurren a financiamientos costosos dentro del sector informal, como lo son las casas de empeño, aquellos que tienen inversiones en productos financieros son los que tienen un empleo formal o que pertenecen a grupos de ingreso alto y que pueden tener acceso a diferentes tipos de inversión.
La mayoría de los mexicanos no sabe cómo se componen o se calculan los intereses, sin embargo, la mayoría tiene una noción muy clara del concepto de inflación y el concepto de los intereses pagados en un crédito.
Existe una correlación entre el nivel de educación y su conocimiento de las finanzas.
La mitad de los encuestados dijeron que nunca habían recibido enseñanzas en relación al manejo del dinero y aquellos que si la recibieron tuvieron a sus padres como la fuente de información primordial.
Los nuevos impuestos
Además de las dificultades que son resultado de la ignorancia financiera, este año los mexicanos se enfrentan al gasto adicional representado por los impuestos que entraron en vigor en enero 2014 como parte de la reforma fiscal.
Ya sea en alimentos, bebidas, gasolinas o hasta en boletos de autobús, los mexicanos tendrán que afrontar nuevos gastos como parte de los gravámenes.
Uno de los impuestos que más controversia ha causado es el de los alimentos denominados “chatarra”.
Bajo lo contemplado en la reforma, los alimentos con un valor calórico mayor a 275 kilocalorías por cada 100 gramos serán gravados con un impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) de 8 por ciento.
Esto incluye a productos como dulces, chocolates, helados, galletas, frituras, entre otros.
Igualmente controversial, y bajo razonamientos similares, es el nuevo impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas, que gravará un peso por litro de cualquier bebida saborizada, o que incluya concentrados, polvos, jarabes, o azúcares añadidas.
La goma de mascar, que ya no es considerada un alimento, ahora se grava con un impuesto al valor agregado (IVA) de 16 por ciento.
Y no sólo la alimentación de las personas resulta ahora más cara, ya que el alimento para mascotas también es ahora gravado con un IVA de 16 por ciento.
Las carteras de los mexicanos también sufren al manejar un automóvil, pues en este mes se dio una alza extraordinaria en los precios de las gasolinas.
Gracias a la combinación del aumento mensual previsto por el retiro del subsidio a los combustibles y a la aplicación de un IEPS sobre los combustibles fósiles, a partir del primer día del 2014 el precio de la gasolina Magna aumentó 19 centavos por litro, el de la Premium subió 21 centavos, y el del diesel subió 24 centavos.
La suma de estos nuevos impuestos y la habitual mala planeación resulta en que los gastos del 2014 pueden fácilmente arruinar la salud financiera de los mexicanos si no se tiene cuidado y previsión.
Aumentos de año nuevo
Además de los tradicionales problemas que representa enero para los bolsillos de los mexicanos, este año fue marcado además por el aumento en varios productos como consecuencia de la reforma fiscal.
> 8 % Alimentos chatarra al tener más de 275 kilocalorías por 100 gr
> 16% Goma de mascar
> $1 Por litro a refrescos y bebidas azucaradas
> $.19 Por litro de gasolina Magna
> $.21 Por litro de gasolina Premium
> $.24 Por litro de Diesel