La resaca por el periodo de Guadalupe-Reyes pegó la economía en la industria nacional de vino y licores.
Se trata de la destilación clandestina de licores, que se ha convertido una práctica sin ningún tipo de atadura fiscal y tiene ganancias millonarias.
Y el crimen organizado se ha filtrado en este mercado: se ha apoderado de la distribución de vinos y licores ilegales a nivel nacional.
Esto ha causado temor en esta industria, motivo por el cual, advirtieron industriales, las autoridades de la Secretaría de Hacienda y de la Procuraduría General de la República (PGR) debería poner lupa en las bebidas alcohólicas ilegales.
En México se estima que 25 millones de cajas operan en la ilegalidad, lo que ha provocado que esta industria se encuentre atorada en un abismo sin crecimiento.
Expertos en comercio exterior revelaron a Reporte Indigo que hay varios tipos de informalidades en bebidas alcohólicas en la Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco.
Aseguran que la falsificación tiene que ver con adulteración, piratería, contrabando y marbetes falsos.
Pero también hay contrabando “técnico” y “bronco”, el primero es toda la subvaluación de los productos y el último no paga ningún tipo de impuesto.
En el contrabando técnico hay un tipo de licor llamado artesanal, que se fabrica de manera clandestina y se vende en té, tienen marca y cuenta con marbete falso o no lo tienen.
“Y esto es un volumen de alcohol enorme, algunos estudios revelan que las bebidas alcohólicas tiene un 50 por ciento en la informalidad”, dijo una fuente industrial.
“La informalidad no es sólo sinónimo de adulteración o piratería. La informalidad está vinculada con el comercio exterior, adulteración y la producción que no pasa por las manos de Hacienda y Cofepris”, agregó.
En los destilados hay alrededor de 50 millones de cajas que se distribuyen a nivel nacional, pero la mitad está en la informalidad.
“Son 25 millones de cajas que está en la informalidad, cada caja tiene 12 botellas de 750 mil litros. Por eso hablamos de un poco más del 45 por ciento, porque la mitad de la distribución en los vinos destilados está en la informalidad”, dice la fuente.
La industria de destilados formal distribuye el mismo volumen desde 1995 a la fecha, es decir la industria del vino no ha crecido.
Y a diferencia con la industria de la cerveza, que ha tenido un crecido notable en la Ciudad de México, en el vino destilado no, advierte la fuente.
Las bebidas destiladas son las descriptas generalmente como aguardientes y licores.
No obstante, la destilación agrupa a la mayoría de las bebidas alcohólicas que superen los 20º de carga alcohólica.
Entre ellas se encuentran bebidas de muy variadas características, y que van desde los diferentes tipos de brandy y licor, hasta los de whisky, anís, tequila, ron, vodka y cachaca.
En Jalisco, la industria del mezcal y tequila ha sufrido l embate de la piratería, pues se distribuye en la zona metropolitana de esta entidad.
Y los decomisos de esta mercancía dejó al descubierto la informalidad de este mercado.
En el 2013 se decomisó un total de 891 botellas de licor ilegal en comercios de bebidas alcohólicas en los municipios de Arandas, Atotonilco y Guadalajara.
Sin embargo, comerciantes aseguran que también en este estado se distribuyen los sellos falsos de importación de tequila y whisky.
Tan solo en el 2012 se decomisaron alrededor de 18 mil botellas ilegales de whisky Johnnie Walker y Buchanan’s.
Una investigación de Reporte Indigo apoyada por comerciantes de Nuevo León, constató que hay una red nacional de falsificadores de marbetes falsos y se pueden adquirir con facilidad también en Jalisco y Ciudad de México.
Comerciantes establecidos que son afectados por esta competencia desleal y delito federal, facilitaron el camino para la compra en Nuevo León de sellos falsificados para whisky de las marcas Johnnie Walker, Chivas Regal y Buchanan’s 12 y 18 años.
La falsificación de sellos de la Secretaría de Hacienda es un delito federal que se persigue de oficio por la Procuraduría General de la República (PGR) y por inspectores del Servicio de de Administración Tributaria (SAT).