El Área Metropolitana de Guadalajara se encamina a perder más de una cuarta parte de todas sus zonas verdes en los próximos años, considerando en esta clasificación a las que están cubiertas por arbolado, pasto y arbustos, con el impacto correspondiente que ello traería tanto al ecosistema como a la salud de sus habitantes.
La advertencia se lanza en el recién publicado Programa de Ordenamiento de Arbolado y Áreas Verdes Urbanas de la metrópoli, que elaboraron en conjunto el Fideicomiso del Programa de Desarrollo Forestal del Estado (Fiprodefo) y el Instituto de Información Estadística y Geografía, el cual fue emitido en noviembre de 2018.
Por el contrario, las áreas verdes representan únicamente el 42.05 por ciento de la metrópoli de Guadalajara, lo que implica 29 mil 426.22 hectáreas, al considerar aquí tanto las zonas con arbolado (hay 1.1 millones de árboles) que son las más valiosas ambientalmente con 17 mil 635.88 hectáreas, así como las que solamente ofrecen pastos y arbustos (11 mil 790.34 hectáreas).
El riesgo que detectó el Programa de Ordenamiento de Arbolado y Áreas Verdes Urbanas, sin embargo, es que una proporción importante de las actuales áreas verdes de la metrópoli están destinadas a perderse, pues se localizan en reservas urbanas de la ciudad, por lo que tarde o temprano terminarán cubiertas de concreto.
De acuerdo con el documento, de las 29 mil 426.22 hectáreas de áreas verdes que hoy proveen de servicios ambientales a los habitantes de la ciudad, 8 mil 166 hectáreas o el 27.75 por ciento serán borradas de la faz de la metrópoli para abrirle paso a nuevos desarrollos urbanos:
“De las 10 mil 330 hectáreas de reserva urbana en el área de estudio, el 79% (8 mil 166 hectáreas) tiene áreas verdes que serán urbanizadas en el corto, medio o largo plazo”.
Perder esa extensión de áreas verdes sería tanto como desaparecer 89 Bosques Los Colomos de la ciudad. Y agrega: “se presume que estos espacios que serán urbanizados afectarán a los servicios ambientales prestados por las áreas verdes, en particular los relacionados con regulación de temperatura, calidad del aire e infiltración, por lo que resulta importante identificarlos”.
Colonias áridas
Fueron siete los municipios analizados como parte de la metrópoli: Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, El Salto y Juanacatlán. Sin embargo, son tres de estos los que presentan el mayor grado de urbanización, y por tanto, una menor proporción de sus territorios con áreas verdes
En Guadalajara inclusive se identificó que las colonias con la menor proporción de áreas verdes (con menos del 5 por ciento de su territorio con árboles y pasto) son: Obeliscos, con apenas 2.62 por ciento; Barragán Hernández, con 3.24 por ciento; Centro, 3.6 por ciento; Rincón de La Agua Azul, 4.4 por ciento; Las Conchas, 4.62 por ciento; San Juan de Dios II, 4.71 por ciento; Comercial Abastos, 4.9 por ciento; y Prados del Nilo, 4.93 por ciento.
Mientras que en Zapopan, el segundo municipio más poblado, las colonias con menor proporción de áreas verdes son: Gusa, con 4.2 por ciento; Parque Guadalupe, con 6.57 por ciento; Jardines de Chapalita, 6.87 por ciento; Lomas de la Victoria, 7.01 por ciento; La Castilla, 7.6 por ciento; Nueva Galicia 2, 8.37 por ciento; Sevilla, 8.92 por ciento; Las Águilas, 9.61 por ciento; y Jardines del Auditorio, con 9.94 por ciento.
Desierto a la vista
Si las autoridades estatales y municipales no emprenden políticas públicas vigorosas para proteger y fortalecer las áreas verdes de la metrópoli de Guadalajara, estas seguirán reduciéndose drásticamente, ocasionando que la plancha de concreto pase de cubrir un 57.47 por ciento del territorio citadino hasta el 80 por ciento de toda la urbe.
Así se advierte en la sección de Pronóstico del Programa, en el llamado escenario tendencial: “Con este escenario (tendencial), más del 80% de la cobertura sería impermeable y suelos desnudos y solo se contaría con 1.3% de cobertura de arbolado localizándose en las áreas naturales protegidas y los bosques urbanos consolidados”.
“Todo lo anterior afecta la posibilidad de mantener ecosistemas urbanos autosostenidos que no requieran subsidios energéticos ni materiales”.
Tan solo en lo que respecta a la regulación de la temperatura que ofrecen las áreas verdes de la ciudad, ya se tienen determinados al día de hoy efectos como los siguientes: “las zonas arboladas del Bosque de la Primavera presentan en los últimos 50 años 4°C menos que zonas más céntricas de la ciudad de Guadalajara”, además de que el área del Cerro del Cuatro “históricamente ha tenido 1.2 °C menos que otros puntos de la ciudad”.
Por lo que afirma: “Esta climatología histórica permite notar que en general el poniente de la ciudad (Zapopan) es 1 °C más frío que el oriente de la ciudad debido muy posiblemente al servicio ambiental otorgado por el Bosque de la Primavera”.