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En México los gobernantes nunca arriban solos a su cargos: siempre llegan acompañados de una nueva casta.
Se trata principalmente de empresarios que aprovechan su influencia para hacer negocios a la sombra del poder y con el erario.
No ostentan cargos públicos, no son elegidos en las urnas, pero sus decisiones pesan más incluso que las de algunos mandatarios.
Ellos son los gobernadores de facto, los que mandan en la realidad por el pago de favores y compromisos adquiridos en las campañas.
Hoy presumen ser todopoderosos, intocables, pero mañana serán perseguidos por la justicia y enfrentarán señalamientos de corrupción cuando su protección concluya.
Reporte Indigo presenta hoy uno de estos casos: el del compadre del gobernador de Guanajuato, el panista Miguel Márquez Márquez.
Se trata del empresario Rafael Barba Vargas.
“El Gallo”, como apodan al amigo de Márquez, representa el poder oculto que mueve los hilos en el gobierno Guanajuato.
La casta de Márquez, pues.
Lejos de los discursos y las posturas contra el nepotismo y el tráfico de influencias, en el gobierno de Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato, hay un personaje que mueve los hilos de la política local.
Conocido como ‘El Gallo’, el empresario Rafael Barba Vargas puede contar en su historial ser una de las piezas fundamentales en el gobierno del panista.
Entre la clase política guanajuatense, es conocida la influencia que Barba ha tenido en el sexenio de Márquez.
Por un lado, la colocación de varios conocidos y familiares del empresario en puestos importantes de la administración pública.
Por otro, se habla de la influencia que ha tenido en la asignación de contratos y en la realización de obras en la administración estatal.
Así, un panista de Guanajuato vuelve a ser noticia. Primero, fue Luis Alberto Villarreal, quien primero fue acusado de pedir “moches” a cambio de la asignación de contratos y luego apareció en un video revelado por Reporte Indigo en donde se le ve bailando con escorts, junto a otros diputados federales, en una fiesta que se realizó en enero del 2013, en Puerto Vallarta.
Ahora, Miguel Márquez ha dado cátedra en su entidad sobre cómo permitir que una persona, sin ser miembro del gobierno, tenga influencia en las decisiones de Estado.
La influencia de Barba
Nadie quiere hablar del tema abiertamente, aunque los pasillos por donde se mueve la clase política de la entidad se llenan con los testimonios o anécdotas de cómo ‘El Gallo’ Barba ejerce una influencia inconmensurable en la actual administración de Guanajuato.
“Si digo algo de esto abiertamente, me matan”, es la frase que marcó el fin de una conversación sobre el tema con alguien que se dedica a la política, en ese estado.
El miedo a hablar es el común denominador en todos a quienes se les pregunta del tema. No importa qué tan larga sea la trayectoria o qué tan cercano se esté a la administración pública estatal. Nadie quiere arriesgar su trabajo o su integridad por contar abiertamente lo que sucede en Guanajuato.
“‘El Gallo’ es como la mano que mece la cuna. Él mismo va a supervisar obras o acompaña al gobernador a sus giras, sin ser servidor público”, comentó uno de los políticos consultados.
Rafael Barba Vargas es un empresario de Irapuato, Guanajuato, que ayudó a Miguel Márquez a recaudar fondos para su campaña a gobernador, en el 2012.
La estrecha relación entre Márquez y Barba se llevó a un compadrazgo. El ahora gobernador Miguel Márquez y su esposa Maru Carreño fueron en el año 2012 los padrinos de Zara, la hija más pequeña del empresario de Irapuato.
Entre sus negocios se encuentran la agencia Interviajes del Centro y el Centro de Estudios Superiores de Irapuato. En ambos, aparece como director general.
Una vez que el panista ganó la elección, no solo fue Márquez quien se ocupó de la oficina del Ejecutivo, sino también Barba.
“En las giras, a veces van juntos a supervisar obras o a visitar municipios. Yo estaba en una presidencia municipal y me tocó subirme con el gobernador al helicóptero y ahí estaba ‘El Gallo’. Yo me preguntaba qué hacía ahí, no tenía nada que ver con lo que estábamos haciendo”, relató una de las personas consultadas.
Sin embargo, la forma en que Barba ha entrado en la administración estatal no se limita a acompañar al gobernador.
Algunos de sus cercanos forman parte de la estructura del gobierno estatal y otros han buscado acercarse más a la política estatal.
El caso más notorio es el de Alfonso Salvador Aceves Barba, sobrino del empresario, quien tuvo un crecimiento meteórico en su carrera dentro del gobierno estatal, una vez que triunfó Barba.
Aunque trabaja en el gobierno de Guanajuato desde el 2007, Aceves Barba pasó de ser jefe de departamento en la Secretaría de Gestión Pública, a tener un puesto operativo en la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, cuando Miguel Márquez ocupó esa cartera.
Una vez que Márquez ganó la gubernatura, cambió la suerte de Aceves Barba. En el 2012 fue nombrado asesor de Juan Ignacio Martín Solís, secretario de Finanzas de la entidad.
Con estudios truncos de psicología y con oficio para instalar equipos de intercomunicación y cableado, Aceves Barba fue asesor de Martín Solís durante dos años, de octubre del 2012 a octubre del 2014.
En su curriculum vitae, al que Reporte Indigo tuvo acceso, él mismo habla de las funciones que desempeñaba como asesor del secretario.
“Atención a contribuyentes y público en general con la intención de apoyar y facilitar las necesidades en el ámbito de tema de licencias de alcoholes, refrendos, multas, etc., enlace de solicitudes por parte de la secretaría particular del Sr. Gobernador con la Secretaría de Finanzas”, expresa en el documento, del cual Reporte Indigo posee una copia.
En octubre del 2014 fue nombrado encargado de despacho de la Dirección de Carreteras Estatales de Cuota de Guanajuato, cargo que le fue entregado como propio formalmente en agosto pasado.
Como encargado de esa área, Aceves Barba tiene la responsabilidad de “Administrar y operar las autopistas de cuota del estado de Guanajuato, brindando servicios al usuario de atención y auxilio vial, generar reportes de aforo e ingresos y estados financieros”, según sus propias palabras.
Ahora, con un salario bruto de 71 mil 956 pesos mensuales y todas las prestaciones a las que es acreedor, el sobrino de ‘El Gallo’ Barba se consolida como uno de los funcionarios con mayor crecimiento en el sexenio de Márquez.
Rafael Barba también logró colocar a Elvia Guadalupe Gutiérrez Pérez como coordinadora de Recursos Humanos del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato (ISSEG).
Gutiérrez Pérez era una de las más cercanas trabajadoras de Barba; era directora académica del Centro de Estudios Superiores de Irapuato, empresa de ‘El Gallo’.
Salvador Razo Ortiz, su concuño, es ahora coordinador de Jubilaciones del ISSEG, aunque reportes periodísticos lo ubican como encargado de adquisiciones del Seguro Popular en la entidad.
En Irapuato, otro pariente de Barba Vargas ha ganado importancia como empresario y, aunque ha tratado de meterse en la política local, no lo ha conseguido.
Se trata de Sergio Fernando Ascencio Barba, quien es director del Centro Corporativo Stern y dueño del Hotel One Irapuato.
A finales del 2014, Ascencio expresó su interés en ser candidato del PAN a la alcaldía de Irapuato. Sin embargo, debido al escándalo de la cercanía de ‘El Gallo’ con el gobernador, en el albiazul prefirieron guardar las formas y no impulsar sus aspiraciones.
La pelea por el Tribunal
Uno de los medios locales que ha documentado la influencia de Rafael Barba en el gobierno de Miguel Márquez es el portal Zona Franca.
Ese medio de comunicación documentó el caso de Claudia Barrera Rangel, quien en el 2013 buscaba llegar a la presidencia de Poder Judicial del Estado de Guanajuato, “apadrinada” por ‘El Gallo’ Barba.
Todo ocurrió en los últimos meses del 2013, cuando se preparaba el relevo en la Presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y, por ende, de todo el Poder Judicial de la entidad.
Eran varios los candidatos pero, a decir de las crónicas periodísticas, Barrera presumía entre los magistrados y entre empresarios que cabildeaban a su favor, que ella tenía el visto bueno de Rafael Barba, el poderoso “compadre” del gobernador.
Fue un juicio civil lo que destapó la cercanía de Barrera con el empresario y le pesó para no alcanzar la presidencia del máximo tribunal estatal.
Alfonso Calderón, un empresario de la entidad, promovió la nulidad de un contrato de dación de pago en contra de Melody Barba González, sobrina de ‘El Gallo’, y su apoderado, Salvador Barba Vargas, hermano del “compadre” del gobernador.
El juicio fue resuelto a favor de los demandados por un juez. Calderón apeló la resolución. El caso fue asignado a la Cuarta Sala Civil del Supremo Tribunal de Justicia, a cargo de Claudia Barrera Rangel.
Sin embargo, por saber del parentesco de los demandados y la cercanía de la magistrada con ‘El Gallo’, Alfonso Calderón presentó un escrito de recusación, en el que le pedía a Barrera que dejara el caso por haber un conflicto de interés.
“El hecho de que exista un apoyo de un personaje como Rafael Barba Vargas para que usted llegue a la Presidencia del Poder Judicial del Estado, implica necesariamente un agradecimiento que de igual forma, es decir necesariamente, afectará la imparcialidad con que se pronuncie la resolución en el recurso de apelación interpuesto por el que esto expone, motivo por el cual en beneficio del proceso, de las partes y de la propia administración de justicia, es jurídicamente viable la presente recusación…”, citó Zona Franca el escrito de Calderón.
El escrito de recusación llegó a la Cuarta Sala Civil de 4 de noviembre del 2013, por la mañana. Sin embargo, esa misma mañana, Barrera resolvió el caso original a favor de los familiares de ‘El Gallo’ Barba.
Hasta el día siguiente se resolvió la recusación, donde la magistrada niega los argumentos. El documento ya no tuvo ninguna injerencia en el proceso.
Alfonso Fragoso Gutiérrez, que en ese entonces era presidente del Tribunal Supremo, dijo que el oficio de recusación no había sido presentado a tiempo, por lo que carecía de validez.
La propia Barrera dijo, en entrevista con el portal guanajuatense, que ella siempre se condujo con ética y ni hubo influencia alguna de Barba Vargas para ayudar a los suyos en el juicio.
“Baste decir que la magistrada originaria de Irapuato, al igual que el resto de los actores de este caso, ha comentado a sus colegas que por intermediación de Rafael Barba ya sostuvo por lo menos una reunión con el gobernador del Estado, Miguel Márquez, para hacerle saber sus aspiraciones. Se trata de una deferencia de la que no han gozado ninguno de los otros aspirantes”, señaló Zona Franca.
Finalmente, debido al escándalo suscitado por el tema, Barrera no fue electa como magistrada presidenta del tribunal. En ese lugar quedó Miguel Valadez Reyes, todavía en el cargo.
La polémica por los medicamentos
Uno de los escándalos más sonados en la entidad fue el de una supuesta compra de medicamentos para el Seguro Popular, en el 2013, que se realizó a un sobreprecio.
El periódico AM de Guanajuato publicó que según el contrato de compra, el secretario de Finanzas, Juan Ignacio Martín Solís, fue quien autorizó los recursos para esa adquisición.
Las empresas a las que se le otorgó el contrato fue a Intercontinental de Medicamentos y a Phoenix Farmacéutica.
Sin embargo, algunos medicamentos tenían un sobreprecio de más del 300 por ciento. Por ejemplo, el Irbesartán de 150 miligramos, que se receta a pacientes con hipertensión, fue adquirido en 596 pesos, cuando en las farmacias comunes se compra en 140 pesos, documentó el diario.
Ese escándalo llegó hasta el Congreso del Estado de Guanajuato, donde la oposición denunció que Rafael Barba Vargas tuvo injerencia directa en el proceso de compra.
Sergio Contreras, quien en ese entonces era diputado local y coordinador de la bancada del PVEM en el congreso estatal, denunció que ‘El Gallo’ Barba estuvo presente en todas las reuniones relacionadas con la compra de las medicinas.
“Hay una persona cercana al gabinete, que responde al apellido Barba -y que esta persona se denomina como un secretario sin cartera-, que estuvo en las reuniones donde se hizo el proceso de adjudicación.
“Como legisladores estamos preocupados de que también está metiendo sus manos en la designación del Poder Judicial para el próximo presidente. En su nombre coloquial, se llama Rafael”, acusó Contreras en octubre del 2013.
Aunque se requirió la revisión del caso por parte del Órgano de Fiscalización estatal, dependiente del Congreso local, nunca hubo ningún avance en el caso por la mayoría que el PAN tiene en el Poder Legislativo de Guanajuato.
Cabe recordar que, como se mencionó, Alfonso Salvador Aceves Barba fue asesor del secretario de Finanzas, Juan Ignacio Martín Solís –quien autorizó la compra- entre octubre del 2012 y octubre del 2014.
Además, Salvador Razo Ortiz, concuño de Barba Vargas, era encargado de adquisiciones del Seguro Popular en la entidad.
Zona Franca ubica también como uno de los incondicionales de Barba al secretario de Salud, Francisco Ignacio Ortiz Aldana, un médico alergólogo pediatra de Irapuato.