La campaña, a la banca

A unas semanas de la elección más grande del país, la fiebre mundialista tendrá un efecto de distracción en la ciudadanía. El futbol será prioridad para muchos antes de decidir quién gobernará a México durante los próximos seis años
Imelda García Imelda García Publicado el
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El inicio de la Copa Mundial de Futbol cortará de tajo el ritmo de las campañas políticas de este 2018. Pero ojo: eso no significa que lo que ocurra en las canchas vaya a desligarse completamente del proceso electoral; el resultado de la Selección Nacional, incluso, puede influir en el sentido del voto este 1 de julio.

Millones de personas estarán pendientes de lo que pase en Rusia, donde ayer arrancó el Mundial, y dejarán de lado o de plano olvidarán a los candidatos presidenciales y a muchos otros que buscan el voto popular.

Los candidatos saben que el futbol está en la mente de muchos mexicanos; el martes, en el tercer y último debate presidencial, José Antonio Meade, candidato de la coalición ‘Todos por México’ aprovechó la ola y deseó suerte a la Selección Nacional

Colarse en el discurso deportivo puede ser la única manera en que los políticos mantengan su vigencia en las próximas semanas; no será raro ver a los candidatos y sus partidos deseando buena suerte a la Selección o compartiendo los sentimientos y esperanzas de los ciudadanos y aficionados.

Una coincidencia ocurrirá el 27 de junio, ese día será el cierre de las campañas electorales y también el seleccionado de México disputará su tercer partido contra su similar de Suecia.

Cuatro días después, ya sabiendo si la Selección pasará o no a octavos de final, los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir al nuevo Presidente de la República.

¿Cuántos ciudadanos estarán pendientes de los cierres de campaña? ¿El resultado de los partidos de la Selección Mexicana puede influir en la decisión de voto el 1 de julio? Hay quien opina que mucho dependerá de los resultados en la cancha de futbol.

Sí: el Mundial beneficia a AMLO

El Mundial de futbol es un “festival de emociones” que provoca en los mexicanos no solo un sentimiento de pasión deportiva, sino de nacionalismo y unión que exacerbará los ánimos para la elección del 1 de julio, señala Antonio Ocaranza, director de la consultoría OCA Reputación, especializada en estrategias de asuntos públicos y comunicación.

El certamen futbolístico anula las campañas políticas, al menos las presidenciales, indicó Ocaranza en entrevista, y va a ser muy difícil que cualquier candidato pueda colocar algún mensaje en la agenda pública.

“Ese escenario ayuda mucho a López Obrador; porque si desde ahora se congelan las campañas y nadie escucha más de nadie, lo que vas a tener es una tendencia muy favorable hacia él y así llegará al 1 de julio”
Antonio OcaranzaDirector de la consultoría OCA Reputación

“El tipo de mensaje de un candidato debe ser tan bueno o tan espectacular para dañar a otro que, para escucharlo, debe ser realmente extraordinario; y si tuvieras una cosa así en tu escritorio la hubieras sacado hace dos meses. Así que ahora cada cosa que hagan tiene que ser muy estridente, porque si no, nadie los va a escuchar”, afirmó Ocaranza, quien fuera vocero del expresidente Ernesto Zedillo.

El especialista sostuvo que Andrés Manuel López Obrador también puede verse beneficiado si los resultados de la Selección Mexicana son malos, pues alimentaría el sentimiento de hartazgo en los ciudadanos y la convicción de que las cosas deben cambiar.

Una victoria el domingo sobre Alemania hará que la felicidad dure por muchos días y hasta dé esperanzas de que se puede ganar la copa del mundo; una derrota, en cambio, lleva a las personas a hacer una reflexión sobre lo que ocurre en el país.

“La forma en que juegue la Selección hace que los mexicanos interioricen sobre nuestro propio país. Y los lleva a reflexionar, por ejemplo, sobre cómo es posible que en un país de 120 millones de habitantes no pueda haber 23 jugadores buenos. Y cómo es posible que habiendo tanto dinero para el futbol y siendo el deporte número uno, sufran para tener una Selección que juegue bien.

“Entonces, el resultado de un fracaso en el Mundial, los lleva a cuestionarse por qué seguir haciendo las cosas mal, en el tipo de país que tienen y la manera en que hacen las cosas”, expuso el consultor.

Ocaranza enfatizó que estas conjeturas llevan después a darse cuenta de que solo son algunas personas las que manejan el destino de la Selección, que pueden ser vistos como empresarios a los que solo les importa el futbol como negocio; y la afición puede relacionar ese discurso con el de la “mafia del poder”, pronunciado una y otra vez por López Obrador.

“Una afición mexicana herida, porque no tiene un buen resultado la Selección, va a decir: ‘Claro, se la pasan viendo por sus intereses, nosotros los mexicanos no les importamos’. Y entonces viene el voto”, sentenció Ocaranza, quien también fue director de comunicación de empresas como Walmart o Vitro.

Si el equipo de futbol mexicano consigue pasar a octavos de final, la afición llevará esa reflexión más allá del 1 de julio, por lo que es menos probable que su ánimo impacte en el voto; si no pasa de esa etapa, irremediablemente los ciudadanos llegarán a las urnas con la negatividad exacerbada.

Así, un resultado adverso para México beneficia a Andrés Manuel López Obrador sin duda alguna, asegura Ocaranza; sin embargo, un triunfo de la Selección no beneficiaría a José Antonio Meade o a Ricardo Anaya, quienes intentarán, de cualquier manera, insertarse en la fiebre mundialista para que sus mensajes sean escuchados por los ciudadanos antes de votar.

Los tiempos de México

La Selección Nacional jugará los tres partidos de la primera fase en la recta final de la campaña electoral de la elección más grande en la historia del país.

El primero será contra Alemania, el domingo 17 de junio, fecha en que se celebra el Día del Padre; el segundo partido será contra Corea del Sur, el sábado 23 de junio, a solo 8 días de la jornada electoral.

El tercer juego será contra Suecia el miércoles 27 de junio, justo el día en que los candidatos presidenciales llevarán a cabo sus magnos cierres de campaña.

16
días faltan para las elecciones

El destino del equipo mexicano dependerá de esos tres partidos. Si no pasa a la siguiente etapa de octavos de final, los jugadores regresarán a México antes del 1 de julio, incluso para poder votar en las urnas.

Si pasan en primer lugar del grupo F, al que pertenecen, volverían a jugar el martes 3 de julio; si pasan en segundo lugar de ese grupo, su siguiente partido sería el lunes 2 de julio.

Sea cual sea el escenario, eso sí, los aficionados pueden estar tranquilos: el día de la votación, el 1 de julio, no habrá partido de la Selección Nacional.

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