La batalla por los spots

Su impacto es cada vez menor en las contiendas electorales, pero los spots políticos viven hoy un segundo aire por la disputa que protagonizan los dirigentes de los partidos y aspirantes a la Presidencia de la República.

Sin embargo, a diferencia de hace unos años, el avance de Internet podría provocar que los spots de televisión no tengan tanto impacto como antaño.

Aun así, los spots serán el nuevo campo de la batalla que vendrá en el 2016.

Imelda García Imelda García Publicado el
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"Los spots sirven para dar una idea de lo que se propone, pero siguen siendo los mismos políticos, siguen siendo las mismas prácticas”
Raúl LunaDirector general de Nómada Digital
“Estamos en una de las más fuertes épocas de descrédito de nuestra clase política”
Raúl LunaDirector general
de Nómada Digital
La izquierda acusó que esos spots fueron una de las causas por las que perdieron la elección ese año
Actualmente, la distribución de los tiempos oficiales es diferente en temporada electoral y en época donde no hay elecciones
En el 2016, la lluvia de spots incluirá los anuncios de los candidatos a los puestos de elección popular que estarán en juego
https://www.youtube.com/watch?v=3frOy5Z22sY

Su impacto es cada vez menor en las contiendas electorales, pero los spots políticos viven hoy un segundo aire por la disputa que protagonizan los dirigentes de los partidos y aspirantes a la Presidencia de la República.

Sin embargo, a diferencia de hace unos años, el avance de Internet podría provocar que los spots de televisión no tengan tanto impacto como antaño.

Aun así, los spots serán el nuevo campo de la batalla que vendrá en el 2016.

Por un lado, las elecciones locales en 13 entidades tendrán una de sus aristas en la producción de mensajes para tratar de convencer a los electores de votar por ellos.

Por otro lado, el PRI y el PVEM ya anunciaron su intención de encabezar una reforma electoral que limite la proyección de los líderes partidarios a los spots.

Esto, para evitar que algunos lleguen con ventajas a la elección presidencial del 2018.

Hoy día, los spots que están al aire son un intento por presumir los logros de los partidos y las ideas que impulsarán en el 2016.

Pero también son un escaparate para los políticos que buscan hacerse promoción desde ahora para la elección presidencial.

La mesa está servida para el debate sobre la reforma que viene.

Vitrina para candidatos

“No quieren que se escuche mi voz, ni que aparezca en la televisión; me quieren borrar”, se oye decir a Andrés Manuel López Obrador en su más reciente spot.

Se refiere a la reforma electoral que impulsan el PRI y el PVEM para evitar que López Obrador gane más popularidad con su presencia en televisión.

Ahí habla también sobre el nuevo avión presidencial que “no lo tiene ni Obama”.

En otro spot, Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, habla sobre lo malos que son sus adversarios.

“Los políticos de siempre han manchado a México de corrupción. Ellos son malos para gobernar y buenos para robar”, lanza Anaya, mientras camina por una colonia de clase alta.

Ni una palabra menciona sobre los escándalos de los moches o el caso que se le sigue a Guillermo Padrés, exgobernador de Sonora.

Otro dirigente que debuta en spots políticos es Agustín Basave, líder nacional del PRD.

“En el PRD queremos hacer de México nuestra casa común, con un piso de bienestar que detenga la caída de los débiles, con un techo de legalidad que impida la fuga de los poderosos”, arenga Basave. 

El spot es una descripción visual de lo que es Basave: un académico que desenvuelve su actividad en un estudio, rodeado de libros.

En el PRI, en cambio, decidieron usar otra fórmula. Su dirigente, Manlio Fabio Beltrones, no aparece en los spots del partido; más bien, sus anuncios son un mosaico de ciudadanos que se ven mientras se oye el mensaje.

“Bienvenidos todos los mexicanos; bienvenidas las iniciativas que hacen un país más tolerante e incluyente”, se escucha, mientras se ve en pantalla a una pareja de dos hombres tomándose de la mano.

“Bienvenidos los candidatos ciudadanos que simpatizan con el partido y quieren participar en las elecciones”.

Aunque los mensajes son diversos, todos persiguen el mismo objetivo: posicionar a los partidos o a sus personajes en la preferencia de los electores.

En los primeros dos casos, tanto en el PAN como en Morena, es sabido que sus líderes nacionales tienen intención de participar como candidatos en las elecciones presidenciales del 2018.

El bombardeo de spots ya no se limita a los tiempos electorales. Desde ahora, aunque faltan casi 900 días para los comicios del 2018, ya estamos escuchando a quienes podrían ser los abanderados presidenciales.

En el campo de los spots, la batalla por el 2018 ya comenzó.

No solo eso. En el 2016, la lluvia de spots incluirá –además de los que transmitan los partidos nacionales- los anuncios de los candidatos a los puestos de elección popular que estarán en juego.

En el 2015, año de elecciones federales, el Instituto Nacional Electoral (INE) transmitió alrededor de siete millones de spots.

Es por eso que en el PRI ya se prendieron las alertas por la exposición masiva que tienen sus adversarios sin nada que los pueda limitar.

La reforma que viene

Uno de los debates legislativos más importantes del 2016 estará en una nueva reforma política que ponga más reglas –y candados- al uso del tiempo en los medios electrónicos.

Aunque fue Manlio Fabio Beltrones, líder de los priistas, quien abrió el debate sobre la necesidad de una nueva regulación, es un tema que el Partido Verde trae entre manos desde hace unos meses.

A raíz de las multas millonarias a las que se hizo acreedor en el proceso electoral del 2015, en el PVEM se empeñaron en cambiar el modelo de comunicación política que limitaba sus acciones.

Las multas ocurrieron porque los diputados del PVEM presentaron spots sobre sus informes legislativos en tiempos previos a la elección.

En mayo de este año, el entonces diputado Tomás Torres Mercado –quien falleció en un accidente de aviación en octubre pasado- presentó una iniciativa para reformar el artículo 41 de la Constitución Política.

La propuesta fue anunciada con bombo y platillo por el entonces vocero nacional del PVEM, Arturo Escobar, y el senador Carlos Alberto Puente Salas.

En la iniciativa se propone levantar la prohibición de que los partidos políticos o los candidatos contraten o adquieran tiempos en cualquier modalidad de radio y televisión.

“Cabe destacar, que esta prohibición pone en riesgo la libertad de trabajo consagrada en el párrafo primero del artículo 5o constitucional, que garantiza que ‘A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos’, toda vez que limita el ámbito de actividades de las personas que se dedican a la propaganda política y electoral”, argumentó Torres en su propuesta.

A raíz de esa prohibición, producto de la reforma electoral que ocurrió luego de la elección presidencial del 2006, la autoridad electoral tomó el control de los tiempos oficiales y los repartió a los diferentes partidos políticos.

Actualmente, la distribución de los tiempos oficiales es diferente en temporada electoral y en época donde no hay elecciones.

A partir del inicio de las precampañas y hasta el día de la jornada electoral, los partidos cuentan con 48 minutos diarios que se distribuyen entre ellos, para dar a conocer sus mensajes.

La mitad de ese tiempo -24 minutos- es para la difusión de mensajes genéricos de los partidos políticos, entre el fin de las precampañas y el inicio de las campañas.

Se da un minuto por cada hora de transmisión en cada estación de radio y televisión durante las precampañas –para un total de 24 minutos-.

Y durante las campañas, el 85 por ciento del tiempo oficial -40.8 minutos- se dan para fines políticos.

Fuera de los periodos electorales, se dispone de un 12 por ciento del tiempo total que tiene el Estado en radio y televisión, mismo que se divide en un 50 por ciento entre los partidos políticos y un 50 por ciento para uso de las autoridades electorales.

Tomás Mercado propuso desaparecer el acceso de los partidos y candidatos a los tiempos oficiales, para que solo sean usados con mensajes de relevancia para la población.

Además, devolver a la Constitución la posibilidad de que los partidos políticos, candidatos o terceros, contraten tiempos en radio y televisión a cargo de sus fuentes de financiamiento.

Torres no olvidó incluir la posibilidad de que los legisladores puedan difundir sus informes de actividades cada año, sin importar que se trate de época electoral o no.

“Se estima inadecuado que, además del financiamiento público de los partidos políticos, éstos tengan derecho al acceso gratuito a radio y televisión”, sostuvo Torres en su iniciativa.

Esto significa volver al modelo de comunicación política previo a la elección del 2006, cuando por presión de Andrés Manuel López Obrador y la izquierda, se modificó la Constitución para impedir que se pudieran comprar espacios en radio y televisión.

Ocurrió así por una serie de spots que fueron transmitidos en el 2006, contratados por el Consejo Coordinador Empresarial y otros entes, para utilizar aquella frase que marcó a López Obrador como “un peligro para México”.

La izquierda acusó que esos spots fueron una de las causas por las que perdieron la elección ese año.

El PRI ya prepara una iniciativa para incorporar los planteamientos de su aliado, el PVEM, para perfilar el debate legislativo tan pronto como el siguiente periodo ordinario de sesiones.

Emilio Gamboa, coordinador de la bancada del PRI en el Senado, declaró a sus congresistas listos para el debate sobre el modelo de comunicación política en el país.

Spots, cosa del pasado

La promoción de los políticos a través de spots es cosa del pasado.

Para Raúl Luna, director general de Nómada Digital –una consultoría en medios y comunicación digital-, los spots de los políticos pierden sentido ante una realidad que “escupe en la cara”.

“Los spots sirven para dar una idea de lo que se propone, pero siguen siendo los mismos políticos, siguen siendo las mismas prácticas; no hemos avanzado mucho, y eso es lo que vive y ve la gente en realidad.

“Estamos en una de las más fuertes épocas de descrédito de nuestra clase política. Así que, por más que me hagas un spot donde me digas que es histórico y salga la bandera ondeando atrás, o que camines por un sendero limpio, la gente no te lo va a comprar porque la realidad te dice algo diferente”, sostuvo en entrevista.

Por más que haya una lluvia de spots en algunos estados el próximo año, por las elecciones locales, los votos se ganan con métodos más antiguos que la existencia de los propios anuncios.

“No van a lograr su cometido por la vía de los spots, porque las elecciones se ganan por tierra. Si no hacen un buen trabajo por tierra, no tendrán éxito”, argumentó Luna.

El también catedrático de la UNAM reflexionó sobre el tipo de políticos que hay en México, atrapados en ideas del pasado, prácticas desleales en algunos casos o sin innovar en su tarea política y de gobierno.

En otros países, como es el caso de Canadá, una nueva generación –real- de líderes emerge: personas transparentes, verdaderas, que no temen salir en la televisión bailando o reconociendo que fumaron mariguana, como lo hace Justin Trudeau.

“Aquí todos dicen: ‘nosotros somos el cambio, nosotros somos la diferencia’, pero la verdad es que eso te lo dicen todos los partidos. Pero la realidad es que no está ocurriendo, no vemos cómo va a ocurrir, cuando la realidad te lo dice”, expone Luna.

A esto se suma el poder de los medios por internet y las redes sociales, que –idealmente- obligaría a los políticos a interactuar con sus electores y establecer una comunicación de dos vías, lo que implica aceptar las críticas y escuchar las necesidades reales de los ciudadanos.

Por todo esto, los spots –comenta Luna- son solo un auxiliar que permite a los políticos posicionar algunas ideas, pero nunca serán el motivo principal que una persona tenga para emitir su voto para un candidato en específico.

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