La banda de 2.5 GHz es como tener un Fórmula Uno que puede correr a su máxima velocidad, pero que está parado en la autopista.
Y todo esto debido a una serie de disputas entre el gobierno federal y MVS que culminó esta semana con el muy controvertido retiro de la licencia a la empresa de la familia Vargas.
Este espectro radioeléctrico permite que funcione un Internet móvil para ver la televisión digital desde el celular. O para que dispositivos como el iPad alcancen su máximo rendimiento en la red 4G.
En sí misma, la banda de 2.5 GHz es la joya de la corona de las telecomunicaciones.
El rescate anunciado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) responde a la idea de reordenar el espectro de imágenes y audio, como se ha hecho en el resto del mundo.
Pero las sospechas saltan a la vista.
Para algunos, la iniciativa va más allá de estandarizar la participación de más operadores en la banda. Es una expropiación o un ajuste de cuentas de ese maridaje que siempre se ha dado entre televisoras, radio y gobierno. Sobre todo ahora que ya pasaron las elecciones presidenciales.
Un apretar tuercas a la empresa MVS de Joaquín Vargas, que transmite el noticiero radiofónico de Carmen Aristegui, el más crítico y con mayor rating en México.
Los analistas no se ponen de acuerdo sobre el valor económico de la banda de 2.5 GHz. Sin embargo, la Secretaría de Hacienda calcula que podría rondar los 2 mil millones de dólares.
Para Javier Tejado Dondé, abogado de Televisa, una de las partes más interesadas en obtener esta frecuencia, el precio podría ser de entre 5.5 y 7.5 mil millones de dólares.
Lo que está en juego
La banda es la joya de la corona, la que hoy se disputan televisoras, telefónicas y cableras. Ha sido empleada para comunicaciones móviles de banda ancha en zonas urbanas de alta densidad.
Su beneficio radica en que hace más eficiente el servicio ante saturaciones por exceso de conexiones o en uso vehicular.
Pero ello no implica, por supuesto, que el precio de los servicios vaya a bajar, aunque se estima una mejora en la relación costo-beneficio.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes señala que busca aprovechar una banda que estaba siendo subutilizada, es decir, que no se explotaba en todo su potencial.
Una medida que afecta, sin duda, a 11 operadores con 68 concesiones, 42 de las cuales están en manos de la empresa MVS.
El propio titular de la SCT, Dionisio Pérez Jácome, calificó esta frecuencia como una autopista de la cual los operadores solo utilizan la banqueta.
El llamado “rescate” es una figura jurídica por la que los bienes de una concesión vuelven a la posesión y administración del concesionante, que en este caso es la SCT.
La Ley Federal de Telecomunicaciones establece los supuestos bajo los cuales se puede rescatar una frecuencia. El llamado interés público, por ejemplo.
De igual manera, el rescate conlleva una indemnización cuyo monto debe fijarse con base en las inversiones realizadas, y no incluye el valor del espectro.
Pero la licitación de estas frecuencias para varios operadores no garantiza que se abra la competencia, porque los mejor posicionados serían los operadores actuales.
América Móvil, da servicio a cerca del 68 por ciento del mercado de telefonía móvil, seguida por Telefónica, con 20 por ciento; Televisa-Iusacell, con 6 por ciento, y Nextel, con 4 por ciento.
El conflicto con MVS se origina porque el primer paso del gobierno es evitar prórrogas en las concesiones, para después licitar el espectro entre otras empresas.
La mayor parte de las concesiones de esta banda que licitará nuevamente se encuentran en manos de MVS, compañía que preside Joaquín Vargas.
El empresario ofreció a las autoridades 500 millones de dólares para refrendar el 12 por ciento de las concesiones que tiene en ese espectro.
Sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le pidió mil 200 millones de dólares por 140 de los 190 MHz con que cuenta.
Pero más allá de eso, MVS –dueña de la mayoría de las concesiones– usó la banda de 2.5 GHz para transmitir MASTV, un canal de televisión de paga que se transmite por microondas.
Esta forma de emisión ya es considerada obsoleta porque la mayoría de los servicios de TV restringida se hacen por cable o vía satélite.
En conferencia de prensa, Joaquín Vargas Guajardo, presidente del Consejo de Administración de MVS, definirá hoy su posición sobre lo que considera una “decisión discriminatoria de la SCT”.
En una carta dirigida a sus empleados, y publicada ayer en su página oficial, dejó en claro que el personal no perderá su trabajo porque esa banda no se utiliza para la transmisión de MVS Radio ni para los servicios de Dish.
Lo cierto es que la falta de una política oficial de administración y reordenamiento del espectro radioeléctrico en los últimos 11 años ha propiciado un impacto social y económico en el país.
Y es que en la transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) se protegió a la industria de la televisión abierta y se le otorgó un canal espejo para hacer prevalecer su modelo de negocios.
Hoy, a MVS y a los demás concesionarios de la banda de 2.5 GHz no se les permite hacer su transición tecnológica hacia banda ancha móvil en la misma frecuencia.
Para curarse en salud, la SCT dijo que no quería afectar a ningún operador y que dejaba la puerta abierta para que MVS, si así lo decidía, pudiera participar en la licitación.
Una medida que responde a la negligencia de la administración pública y a las prebendas o favores políticos con los que se otorgaban las concesiones.
La subutilización fue la justificación de la SCT para anunciar la licitación de esta banda. Sin embargo, no todos los operadores hacen uso del espectro.
A muchos se les olvida que el gobierno calderonista, en su Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, se comprometió a proveer conexiones de banda ancha a más mexicanos. Pero nadie ha visto claro. México continúa siendo una de las naciones más rezagadas en este aspecto.
Según la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), en marzo pasado se registraron 8.7 millones de suscripciones a servicios de banda ancha.
Una penetración de menos de 8 por ciento, cifra muy inferior al 15 por ciento estimado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para los países en desarrollo en 2015.
A río revuelto, ganancia de pescadores
Mientras el duopolio Televisa-Cablevisión y TV Azteca-Iusacell se preparan para ser los ganones, Nextel no se queda atrás.
El vicepresidente corporativo de esta firma de telefonía móvil, Gustavo Cantú, quiere estar en la lista de los interesados cuando empiece la repartición del espectro.
La Cofetel y la Comisión Federal de Competencia definirán el tamaño del espectro para evitar concentraciones y dominancias.
Aunque no se tiene estimado el valor ponderado de esta banda –algunos expertos dicen que podría ser superior a 28 mil millones de pesos–, el gobierno optará porque sea el propio mercado el que determine su precio cuando se abra la licitación.
La participación de MVS
Hace nueve años surgieron MVS Net y el servicio de Internet móvil e.go. MVS, Intel Capital y Clearwire invirtieron 75 millones de dólares para crear MVS Net a través de una tecnología pre-WiMAX.
En abril de 2011, MVS Comunicaciones dio a conocer el proyecto “2.5 GHz: Banda Ancha Móvil Para Todos”, que haría en conjunto con las empresas Clearwire, Intel y Alestra.
Dicho proyecto planteaba la creación de una red de banda ancha con tecnología LTE (Long Term Evolution), que funciona para las redes 3G y 4G al permitir la transmisión de datos a máxima velocidad y a un precio accesible.
Se pretendía manejar la totalidad de los 190 MHz en la banda de 2.5 GHz en ese nuevo consorcio, que podría estar integrado al menos por cinco empresas y un operador independiente para dar cobertura a más de 55 millones de personas.
Tres meses después, la firma de Joaquín Vargas argumentó que el proyecto se había suspendido porque la Secretaría de Hacienda no fijó la contraprestación que se tendría que cubrir para explotar la banda.
Esto motivó que los socios cancelaran la inversión de 400 millones de dólares, de los cuales ya se habían aplicado 70 millones.
Las estrellas de la banda
— Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec)
Precisa que el espectro que tiene MVS de 2.5 GHz equivale al que usarían cuatro firmas celulares con ventas anuales de 60 mil millones de pesos.
— La UIT y la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel)
Ambas emitieron recomendaciones a sus países miembros (México es uno de ellos) con el propósito de atribuir y armonizar la banda de 2.5 GHz para la prestación de servicios móviles de cuarta generación.
— Gustavo Cantú
Vicepresidente corporativo de Nextel, quien no desaprovechó la oportunidad de subirse a la licitación, dijo que la empresa siempre está atenta a la posibilidad de adquirir más espectro.
— Televisa
Refirió que desde 2007, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel) recomendaron reasignar la banda 2.5 para servicios móviles avanzados.
— Gerardo Flores
Legislador y presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados, defendió el proceso de rescate y aseguró que está blindado para no perder en un tribunal. Señaló que tiene un fundamento jurídico establecido en el Artículo 23 de la Ley Federal de Telecomunicaciones.
— Gerardo Soria
Presidente del IDET, asegura que el procedimiento de rescate y licitación de la banda, con base en los argumentos de interés público y subutilización, es correcto.
— Aleida Calleja
Presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), considera que la medida anunciada por la SCT es discrecional.
— Jorge Fernando Negrete
Director de Mediatelecom Policy & Law, pone en tela de duda la subutilización de la banda 2.5, sobre todo porque Telmex cuenta con toda una banda, la de 3 GHz, que no usa, y de la cual no se habla.
— Cofetel
Definió que en marzo se registraron 8.7 millones de suscripciones a servicios de banda ancha, una penetración de menos de 8 por ciento, muy por debajo del 15 por ciento estimado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para 2015 en los países en desarrollo.
— Clara Luz Álvarez
Ex comisionada de la Cofetel, anticipó que participarán todos los operadores que quieran entrar a la nueva licitación, siempre que haya calidad.
— Joaquín Vargas
Presidente del Consejo de Administración de MVS, calificó de arbitraria la decisión del rescate y anunció que peleará la decisión de la SCT para rescatar la banda de 2.5 GHz.
— Dionisio Pérez Jácome
Titular de la SCT, anunció el rescate de la banda de 2.5 GHz, que cuenta con 68 concesiones vigentes, de las cuales 42 corresponden a MVS y las 26 restantes a 11 operadores diferentes.
El mapa de las concesiones
A finales de 2009 existían 26 concesiones vencidas, 16 de televisión restringida y 10 de audio restringido (12 por ciento del espectro concesionado a la banda de 2.5 GHz).
Ese mismo año, 20 de las 60 concesiones de MVS habían vencido. El resto vencerán en 2018 y 2020, salvo en la Ciudad de México, donde el vencimiento será en 2013.
MVS consiguió 16 por ciento de las concesiones por asignación directa, 37 por ciento a través de licitaciones públicas y 47 por ciento por transacciones comerciales con otras empresas.
El uso de la banda
En la actualidad, existen dos tecnologías con economías de escala suficientes para ser utilizadas en el despliegue de redes móviles: WiMax (Worldwide Interoperability for Microwave Access) y LTE (Long Term Evolution), que funcionan para las redes 3G y 4G.
Independientemente de la tecnología que se elija, se requieren tramos de cuando menos 40 MHz para obtener el máximo rendimiento en ambas opciones.
En otros países que han emprendido el reordenamiento de estas frecuencias, se podría atender a varios millones de usuarios si son bien administradas.
En México, en cambio, la banda de 2.5 GHz sirve apenas a poco más de 200 mil suscriptores.
Por los periodos de vigencia originales de las concesiones, resulta inviable esperar al término natural de ellas, pues se condena al país a no utilizar plenamente la totalidad de las frecuencias referidas hasta el año 2020.
Esto implicaría un rezago inadmisible para la competitividad de las telecomunicaciones en un mundo globalizado.
En 2000, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) identificó a la banda de 2.5 GHz como susceptible de ser utilizada para la prestación de servicios internacionales móviles.
La Cámara de Senadores aprobó en 2004 las actas finales de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de la UIT, lo cual dio elementos para emprender el reordenamiento de la banda de 2.5 GHz.
La UIT y la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel) han emitido recomendaciones a los países miembros, y México es uno de ellos.
La idea es atribuir y armonizar la banda de 2.5 GHz para la prestación de servicios móviles de cuarta generación, que facilitan la itinerancia internacional y abatir el costo de equipos.
En resumen, la licitación de la banda de 2.5 GHz y la lista de los posibles actores que participarán en ella estarán en manos de los tiempos jurídicos. Y las decisiones definitivas se darán en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
La licitación y sus actores
El reto ahora es que para alcanzar el máximo rendimiento de la banda mediante tecnologías para el despliegue de redes móviles como WiMax y LTE, la Cofeco y la Cofetel deben crear bloques de al menos 40 MHz.
Una vez definidos los bloques, serán concesionados a cuatro grupos.
Se anticipa que serán Televisa, TV Azteca-Iusacell, Nextel y las cableras, para promover una sana competencia entre operadores que permita la prestación más eficiente de servicios a los usuarios.
El proceso de rescate, de acuerdo a la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, requiere entre 120 y 125 días hábiles para la presentación de pruebas, desahogo y alegatos.
La pregunta es si existe realmente un interés público de retomar el espectro para darle un mejor uso económico.
Si el gobierno litiga este asunto en los tribunales, podrían pasar varios años antes de que se resuelva, lo que perjudicaría a los consumidores.
Lo más recomendable es que la SCT logre una buena negociación en esta primera etapa probatoria para que la licitación se realice en el segundo semestre de 2013.
El procedimiento va blindado para no perderlo ante un tribunal. Tiene un fundamento jurídico establecido en el Artículo 23 de la Ley Federal de Telecomunicaciones.
El termómetro será, de alguna manera, la estrategia legal que decida aplicar MVS.
10 RESPUESTAS PARA ENTENDER EL ESPECTRO
Por Roberta Carrillo
Con información de ROOT Metrics.
1. ¿Qué es el espectro?
Es el rango de radiofrecuencias electromagnéticas que utilizamos para transmitir sonido y datos a través del aire.
2. ¿Por qué hay distintas frecuencias?
El gobierno separa las frecuencias del espectro para destinarlas a distintos usos.
3. ¿Para qué sirven las bajas frecuencias y las altas frecuencias?
Las bajas viajan a mayor distancia y penetran mejor en los sólidos; las altas pueden transmitir más información y más alta densidad de datos.
4. ¿Qué tipo de frecuencia utiliza mi teléfono?
Un teléfono celular está conectado a frecuencias específicas, utiliza entre 700 MHz y 2.4 Ghz.
5. ¿Las frecuencias requieren cables?
No, viajan a través del aire. Son como carreteras invisibles que tienen distintas capacidades.
6. ¿Por qué es tan valioso el espectro?
Es el recurso más valioso para las empresas de telecomunicaciones porque a mayor espectro, pueden tener más clientes y servicios.
7. ¿Qué tiene que ver el gobierno?
El gobierno otorga concesiones para que las empresas utilicen el espectro. Por ejemplo, el espectro de 700 MHz empezó a estar disponible tras la migración a TV digital.
8. ¿Por qué las empresas necesitan tener más espectro?
Porque aumentan la capacidad de servicios. Cuando es insuficiente, la transmisión de datos es lenta, la cobertura es limitada o puede haber interferencias en las llamadas.
9. ¿Por qué es tan demandado el espectro de 2.5 Ghz?
Porque puede funcionar el WiMax, que da velocidades para Internet de 30 a 40 megabites por segundo y hasta 1Gbit por estación fija. Es parte del 4G, la tecnología de cuarta generación para la comunicación inalámbrica.
10. ¿Tiene otros usos?
Este espectro se emplea para sistemas de comunicación de banda ancha en zonas de alta densidad de población. Es utilizado para comunicaciones móviles, satélites, radioenlaces, redes de datos, Internet móvil y radares militares.