La Ayutla invisible toma el poder
En la tierra donde surgió el plan para derrocar a Antonio López de Santa Anna se gesta una nueva lucha para implementar un gobierno por usos y costumbres cuya intención es erradicar las deplorables condiciones en las que viven las comunidades indígenas, sin embargo hay quienes se oponen argumentando que los pobladores originarios no los representan y que carecen de la preparación para regirlos
Laura Islas[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_pjyyhqh3″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”56.25%” /] El 30 de septiembre pasado la población de Ayutla de los Libres empezó a existir de manera oficial. Ese día la estructura de gobierno municipal tal y como se conocía desde 1940 desapareció y esta demarcación se convirtió en la primera en el estado de Guerrero en gobernarse a nivel local por Usos y Costumbres.
El cabildo, formado por síndicos y regidores, desapareció y ahora hay un grupo de 37 consejeros que integran el Consejo Municipal Comunitario (con 18 miembros) y el Consejo de Seguridad y Justicia (con 19 miembros).
“El coordinador no tiene una figura de poder centralizado, no tiene decisión, esa parte le corresponde al Concejo, el cual determina cualquier trabajo o cualquier cosa que se tenga que hacer en el Municipio”, explica Longino Julio Hernádez Campos, uno de los tres coordinadores municipales comunitarios que representa a la etnia Ñuu savi.
Este municipio cuenta con un espíritu revolucionario desde sus inicios y ya lo demostraron, pues fue ahí donde el 1 de marzo de 1854 se llevó a cabo el Plan de Ayutla para derrocar la dictadura de Antonio López de Santa Ana.
Ahora, más de 150 años después, los habitantes siguen el ejemplo que impulso el municipio purépecha de Cherán, el cual en 2011 comenzó con el proceso que ellos apenas empiezan implementar.
Sin embargo el arranque de este nuevo gobierno no ha sido fácil. El 30 de septiembre cuando tomaron protesta varias dependencias quedaron sin funcionar, como fue el caso del Registro Civil, el Rastro Municipal y la Policía Municipal.
Esto provocó que los obreros sindicalizados entraran en un paro hasta el viernes 12 de octubre pasado para exigir un acuerdo con los nuevos gobernantes tras no tener la certeza de qué iba a pasar con sus puestos de trabajo.
Baltazar Cortés García, secretario general del Sindicato Independiente Sebma, con 52 trabajadores de base, cuenta que desde el 1 de octubre, en un horario de 9 a 3 de la tarde, se empezaron a reunir como una forma de protesta en la calle aledaña a la Casa de los Pueblos porque no les otorgaban los nombramientos de las comisiones dónde se les tenía que asignar. Ellos exigían una reunión con los tres coordinadores municipales comunitarios.
Esta se llevó a cabo el viernes 12 de octubre y ahí se acordó que todos los trabajadores se presentarían este lunes 15 a las áreas donde estaban ubicados, pues una vez que se entregaran los nombramientos a sus coordinadores de áreas, lo cual ocurrió el sábado, ellos seguirían y se espera que eso suceda esta semana.
El líder sindical explica que no recibieron el pago de esta quincena porque no hay recursos, según lo que le dijeron, pero en cuanto tengan le depositarán.
Asegura que hasta este lunes ya había un 95 por ciento de operatividad en las comisiones.
“Aceptamos, esperamos que no mientan”, dice.
La Comandancia es otra de las áreas que quedó sin operar y la Policía Comunitaria, quien promovió esta nueva forma de gobierno, tomó sus funciones. Desde entonces decenas de hombres de playera verde con pantalón de mezclilla que portan fusiles se pueden ver en las inmediaciones de lo que era el Palacio de Gobierno, ahora llamada Casa de los Pueblos.
En tanto, los 61 elementos de la policía municipal piden que se les indemnice de acuerdo a la Ley y aseguran que tomarán acciones legales.
Acusan que se les sacó de las instalaciones, mientras que la información oficial del Concejo es que ellos dejaron sus cargos.
“Si no quieren ya que laboremos que nos paguen a cada uno de los elementos de seguridad pública. Esperamos que nos liquiden porque creo que ellos ya traían que nos iban a correr del trabajo, yo creo que todo trabajador tiene derecho a llevar el salario a sus hogares como son mis compañeros y su servidor”, asegura Martín Ramos Morales, exdirector de Seguridad Pública.
Los coordinadores municipales comunitarios comentan que la lentitud con la que han definido su forma de gobierno se debe a que no recibieron la entrega recepción de la última presidenta municipal, Hortensia Aldaco Quintana, del Partido Verde Ecologista de México, quien se negó al cambio.
También justifican que es un proceso nuevo que no tiene precedente y que la tardanza se debe al método jurídico para legalizar los nuevos cargos.
Para que las comunidades de Ayutla pudieran cambiaran su forma de gobierno tradicional a la de usos y costumbres tardaron varios años.
En el 2015 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) permitió que los habitantes de este municipio efectuaran una consulta ciudadana para decidir la forma en la que elegirían a sus representantes.
El PRI, PRD y PVEM realizaron impugnaciones, pero el TEPJF validó la consulta en octubre de 2016 y quedó establecido que este 2018 se eligiera un gobierno municipal con un sistema normativo propio.
Sin embargo, el 12 de octubre pasado, los habitantes explicaron por qué después de tanto tiempo apenas están concluyendo con los trámites.
“El acta de toma de protesta tuvo que ponerse a disposición del Congreso del estado, hubo algunas dificultades porque es una estructura nueva en la entidad de Guerrero y afortunadamente está aprobado ese primer paso legal, el siguiente paso fue el reconocimiento de los concejos y algunas comisiones que ya se habían constituido de manera interna en cada uno de los consejos”, revelaron los habitantes de la región enfrente de la Casa de los Pueblos en un evento para conmemorar la resistencia de las comunidades indígenas.
Entre la esperanza y la incertidumbre
No todo es esperanza en el municipio guerrerense de Ayutla de los Libres. También existen el desconcierto, las dudas y la oposición de las personas no indígenas por la creencia de que es un retroceso, sobre todo en la cabecera municipal con el mismo nombre, donde no hay tantas carencias de servicios como en las comunidades.
Esta oposición se concentra principalmente en las redes sociales como Facebook. Los más radicales creen que el fuego está latente y podría prenderse en cualquier momento. La tardanza en definir la forma de gobierno y en la operatividad en algunas de las áreas, ahora llamadas comisiones, sólo echa más leña al fuego.
Además quienes se niegan a aceptar un gobierno de usos y costumbres representan uno de los más grandes retos que se tendrán que superar en el municipio de la costa chica de Guerrero: la discriminación, pues estas personas no aceptan que sean indígenas quienes los gobiernen.
Una de las principales críticas es que los 280 representantes de las comunidades originarias, 140 hombres y 140 mujeres, quienes ahora forman también parte de la nueva estructura de gobierno, no dominan bien el español y no tienen la preparación para estar en las nuevas comisiones, antes direcciones de gobierno.
A esta mezcla de ideas se suman también las de quienes son indiferentes ante la situación o las de aquellos que están dispuestos a ofrecer el beneficio de la duda.
“Doce días es muy poco tiempo para decir si van bien o mal”. “No sabemos nada, cómo van a gobernar”. “Ya es tiempo de que les toque tener el poder, tal vez así los recursos ahora sí les lleguen”. “Es necesario un cambio, yo los apoyaba, pero ahora con lo que han hecho ya no sé si tanto”, son algunas de las frases que personas de la cabecera responden al ser cuestionadas sobre lo que opinan de esta nueva forma de gobierno y si la conocen.
En esta Ayutla de la cabecera la realidad es muy distinta, hace casi un mes la anterior presidenta municipal del Partido Verde Ecologista de México, Hortencia Aldaco Quintana, inauguró la Plaza de la Paz en la explanada municipal.
Tiene decenas de luces led que se encienden de noche y letras gigantes que dicen “Ayutla de los Libres”, una zona infantil con imágenes de princesas, un gimnasio al aire libre y un nuevo kiosko.
La inversión que se anunció para su edificación fue de 168 millones de pesos, lo que indigna a las comunidades de la región en donde predomina la pobreza y a donde no llega la ayuda del gobierno.
En el 2010 Ayutla de los Libres contaba con 62 mil 690 habitantes, de los cuales el 56.3 por ciento estaba en pobreza extrema (35 mil 713) y el 31.7 (20 mil 125) en pobreza moderada.
Gustavo Teófilo, de 68 años, forma parte de la gran mayoría que vive en pobreza extrema.
En su comunidad, Chacalapa, sólo hay una vía de alrededor de 500 metros con pavimento, pero él vive en una de las partes más lejanas donde el olor a leña es intenso.
Él es campesino y se dedica a sembrar y cosechar maíz, calabaza y plátano, su casa está construida de adobe y duerme en petates con su esposa María Asunción Petra, de 65 años; y su hija María Leonicia Asunción, de 30 años, que es muda.
En su casa tiene una televisión de pantalla plana que le otorgó el Gobierno federal, pero no llega la señal.
Una oportunidad para mejorar
Tomás Porfirio Albino pidió durante 3 años láminas galvanizadas para la escuela primaria bilingüe donde ejerce como maestro y director: un techo a dos aguas de vigas de madera con láminas de cartón sostenido por troncos que se ha derrumbado dos veces por los fuertes vientos.
La tan anhelada ayuda por parte del municipio de Ayutla de los Libres en la Costa Chica de Guerrero nunca llegó, pero un vecino de la comunidad donde está asentada, Progreso Siglo XXI, después de que le insistieran varias veces, acudió a ver las instalaciones y terminó dando los materiales para una nueva aula con paredes de concreto de un metro de alto y seis columnas que sostienen un techo de lámina metálica.
La comunidad Progreso Siglo XXI fue creada en 2011 y está ubicada a 7 kilómetros de la cabecera municipal de Ayutla de los Libres, en una zona alta. Los caminos son de una tierra arenosa de distintos tonos naranjas y en época de lluvias los vehículos se atascan en los surcos que se forman y es imposible pasar.
Las condiciones precarias como la falta de pavimento y drenaje son similares en las comunidades indígenas de todo el municipio, desde las más cercanas hasta las que están en la montaña, por eso la llegada de una nueva forma de gobierno desde el 30 de septiembre a través de usos y costumbres es una esperanza para los habitantes que viven ahí.
“Hoy con este nuevo sistema de gobierno se supone y tenemos la confianza y la seguridad de que tendría que mejorar, tendría que alcanzar el presupuesto para darle atención a las comunidades”, agrega el maestro.
Las sillas anaranjadas del colegio fueron donadas por una escuela vecina y el pizarrón color verde fue llevado por dos alumnos de la Normal de Ayotzinapa que hicieron su servicio social ahí, explica Tomás, quien también muestra una nueva silla negra y un librero que recibió, ahora sí, del municipio antes de que terminara su periodo como maestro el pasado septiembre.
Dos pequeños baños construidos con tabique están a unos 20 metros y en vez de puertas tienen cortinas, rosa para las niñas y azul para los niños.
“Regularmente no tienen trabajo permanente, son jornaleros, muchos se van de ayudantes de albañil, pero no logran tener un ingreso que pudiera solventar humanamente a sus familias, algunos niños que asisten aquí están desnutridos pese al apoyo que a veces reciben, pero no es suficiente para satisfacer sus necesidades”, dice el profesor.
Con la nueva forma de gobierno en este municipio de casi 70 mil habitantes desaparece la figura del Presidente Municipal, del Cabildo y de las direcciones, además cambia el nombre de Palacio Municipal por el de Casa de los Pueblos.
Todos somos uno
Llegaron de todas las comunidades y se reunieron en el centro de la cabecera municipal, vestían sus trajes típicos según su etnia. Los hombres de manta y las mujeres con faldas floridas, largas o cortas. La mañana del pasado 12 de octubre, Día de la Raza, los 280 representantes de las comunidades indígenas de Ayutla de los Libres se mostraron sin temor y con orgullo de sus orígenes.
La banda de guerra del Colegio de Bachilleres de Ayutla encabezó el recorrido por las calles aledañas a la Casa de los Pueblos, antes Palacio Municipal. A su paso causaban expectación, hombres y mujeres se asomaban por sus ventanas o por sus puertas. Por primera vez en su historia y a partir de ese momento, las comunidades indígenas dejaron de ser invisibles.
“Primero hacer un llamado a que sigamos unidos, a que sigamos forjando y abriendo brecha, ya esto comenzó compañeros, y cada paso que demos lo tenemos que dar con firmeza, porque ahora indígenas, mestizos, todos somos uno y tenemos que seguir jalando parejo como lo hemos hecho hasta ahora”, dijo Patricia Guadalupe Ramírez, coordinadora municipal de la etnia mestiza, quien se define también afromestiza o afromexicana.
Esta unidad también la reflejan los miembros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), que fue promotora de la nueva forma de usos y costumbres y se ha comprometido a apoyar al nuevo órgano de gobierno.
Ellos fueron pieza clave en el combate al crimen organizado en Ayutla de los Libres al integrar a las autodefensas, quienes ahora son la Policía Comunitaria sobre la cual pesan acusaciones incluso de asesinato y de secuestro.
Hermelindo Candia, uno de los promotores y quien es parte del Concejo Municipal Comunitario, explicó que la policía comunitaria apoya de manera gratuita a la nueva organización de gobierno a falta de los uniformados municipales. En el Municipio hay 980 policías ciudadanos.
“No estamos en contra de ningún gobierno estatal ni municipal, lo que sí queremos es trabajar este gobierno; que sea totalmente diferente, no queremos caer en confrontación con alguien, queremos llevar las cosas lentamente porque las cosas buenas se hacen en consenso, en consulta. Se acabó el yo, ahora está el término nosotros”, dice.
Eneida Lozano, promotora de la Upoeg, dice que la discriminación es el principal problema al que se han enfrentado en el Municipio, pero que el nuevo gobierno busca ser diferente y pidió a los habitantes acudir a sus asambleas y hacer críticas constructivas.
“A las demás organizaciones locales, estatales, nacionales o internacionales les pedimos que se acerquen y nos ayuden a construir porque estamos abiertos a que nos ayuden a mejorar siempre lo que estamos haciendo. No decimos: queremos que vengan y que nos den dinero, queremos que vengan con lo que saben y nos digan ‘esto se puede aplicar con lo que tienen”, pidió Eneida.
Piden intervención de la ONU
Los coordinadores del Concejo Municipal Comunitario de Ayutla de los Libres, en Guerrero, se reunieron el domingo 4 de octubre en la Ciudad de México con Victoria Tauly Corpus, relatora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a quien le solicitaron una serie de recomendaciones para las autoridades mexicanas.
El primer punto que piden es la recomendación en la que solicitan que se reconozca a los municipios indígenas y su libre determinación para elegir e integrar comunidades, así como a sus dirigentes, representantes o coordinadores elegidos libremente para que defiendan los intereses del municipio, según la información del Concejo difundido en su página oficial de Facebook.
También pidieron su apoyo para que emita una recomendación respecto a las Reformas del artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos donde se reconozca de forma expresa a los municipios mexicanos indígenas cuya elección haya sido por sistema normativo de usos y costumbres.
“La forma de gobierno que libremente hayan designado para que los represente y los defienda, realicen gestiones de desarrollo conforme a sus tradiciones y se reconozca la personalidad de sus representantes y coordinadores, libremente designados para que se acrediten ante todas las autoridades que requieran de su intervención”, señala el texto.