La ‘alta sociedad’ de la UdeG

Ignacio Mancilla es profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara (UdeG), la segunda universidad pública más importante del país, su salario es de apenas 60 pesos por hora clase y denuncia que este tipo de profesores viven en la incertidumbre laboral. Existen casos de maestros que no ascienden en el escalafón y por lo tanto pueden durar hasta 20 años en el puesto.

Los profesores de asignatura se encuentran entre los maestros de menor paga y por tanto se posicionan hasta el final del tabulador salarial que se forma a partir de un convenio entre el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UdeG (STAUdeG) y las máximas autoridades de la universidad.

La renovación de contrato y permanencia en el puesto es causa de incertidumbre entre los profesores de asignatura, ya que su contrato se renueva cada semestre, antes de iniciar el periodo de clases. 

Sin embargo existen algunos beneficios para estos profesores cuando se integran al sindicato.

Ignacio Mancilla actualmente imparte clases en los departamentos de Filosofía e Historia, su caso es emblemático ya que en las pasadas elecciones a rector fue postulado como candidato independiente por parte del Colectivo Reflexión Universitaria (CRU), un grupo de académicos críticos de la situación actual de la UdeG.

De acuerdo a los registros más recientes de la universidad, de los poco más de 15 mil 400 académicos con los que contaba la Red Universitaria hasta diciembre del 2013, fecha del último registro publicado en los portales, 8 mil 359 académicos estaban registrados como profesores de asignatura.

De esta manera es que los profesores de asignatura representan un 54 por ciento del total de personal académico que tiene la UdeG.

Sin embargo, para el doctor Enrique Cuevas Rodríguez, economista y profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) es todo un problema salarial el que se vive al interior de la UdeG, donde los sindicatos no velan por los intereses de los empleados.

“Una de las cuestiones que también están pendientes es el asunto salarial de los trabajadores universitarios, porque los salarios que ganan los administrativos de base en la universidad son, me atrevo a decir como economista, aún más bajos que los promedios de empresas privadas de trabajadores operativos o administrativos”, apunta Cuevas Rodríguez.

El profesor del CUCEA apunta que los beneficios son apenas para algunos académicos y estos siempre están ligados a grupos privilegiados al interior de la UdeG.

Los cercanos al PRI, PRD o el líder moral de la UdeG, Raúl Padilla, tienen becas y mejores puestos, según refieren académicos y alumnos de la institución

“Muchos posgrados de la universidad se crean para funcionarios, para que éstos tengan su título de maestros, de doctores y les da un gran privilegio para que ellos entren, los pagos son muy altos: estudiar una maestría en la Universidad de Guadalajara o un doctorado es muy caro (…) en promedio un doctorado de la universidad andará costando 20 mil pesos actualmente o más por semestre, una maestría es lo mismo, 18 ó 20 mil pesos por semestre”, señala Cuevas.

Y agrega: “pero si tu eres un funcionario, o si tu eres miembro de un equipo político a ti se te puede apoyar con beca, con una condonación y se te pueden dar muchos privilegios que el académico en términos generales no los tiene”.

Tal es el caso de la excoordinadora del Departamento de Filosofía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Natalia Juárez Miranda, quien fue candidata a diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el 2012 y quien anteriormente tenía una beca por parte de la UdeG en donde recibía 30 mil pesos mensuales, inmediatamente después de la beca fue asignada como coordinadora y después se le asignaron clases, dicha información se puede corroborar en la nómina de la UdeG.

Natalia Juárez Miranda es actualmente secretaria de Asuntos Académicos y Culturales por parte del STAUdeG, cargo que tendrá hasta 2015, así mismo sigue recibiendo un sueldo como “Profesora Investigadora titular C” en el Departamento de Filosofia.

“Los académicos tenemos el derecho de solicitar una beca, un apoyo de beca por parte del sindicato, pero se otorgan tan poquitas que cuando uno las ha solicitado, yo mismo, acabo de terminar mis estudios de doctorado, durante todos los años que estuve en el doctorado hice solicitud semestre a semestre a mi sindicato para que se me diera el apoyo, a pesar de que yo tenía todas las credenciales para ser apoyado (…) pero nunca tuve el apoyo”, relató Enrique Cuevas.

De acuerdo a la Numeralia Institucional presentada por UdeG en diciembre del 2013, apenas 364 del total del cuerpo académico de la universidad está inscrito en el Programa para el Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), dicho programa está hecho para elevar el nivel académico de la educación superior.

De los 364 en PROMEP apenas 69 están catalogados como Cuerpos Académicos Consolidados, lo que quiere decir que tienen la máxima habilitación académica. Cabe destacar que las becas otorgadas en este rubro tuvieron una disminución del 43 por ciento de enero a diciembre del 2013.

“Nuevamente aquí hay una contradicción de lo que se dice y lo que realmente se hace, se requiere, se quiere una universidad con mayores doctorados, una universidad con mayores investigadores preparados con el más alto nivel, pero no hay el apoyo suficiente para que cursen estudios de doctorado, estos apoyos son tan mínimos que solamente unos cuantos los logran obtener”, dice Cuevas Rodríguez.

Dobleteros políticos

Dentro de la política local existen diversos personajes que a pesar de mantener un puesto en la función pública no dejan de lado sus actividades académicas en la Universidad de Guadalajara.

Tal es el caso de los actuales diputados locales como Celia Fausto y Enrique Velázquez,  del PRD; Trino Padilla López y Jaime Prieto, del PRI; así como los diputados federales Leobardo Alcalá Padilla y Patricia Retamoza Vega, del PRI; y Roberto López González y Verónica Juárez Piña, del PRD. 

De la misma forma están los secretarios de Estado, Ricardo Villanueva Lomelí (de Planeación, Administración y Finanzas), y Jaime Agustín González Álvarez (de Salud), quienes tienen cargos como profesores investigadores de la UdeG.

Estos casos no son nuevos, han sido revelados por otros medios locales, sin embargo contrasta con los raquíticos beneficios que pueden tener otros académicos que sí ejercen su profesión al interior de la universidad.

Los otros dobleteros

Así como existen funcionarios públicos que mantienen puestos académicos al interior de la UdeG, existen dobleteros internos que mantienen puestos académicos y a la vez tienen actividades en puestos administrativos.

No es un secreto al interior de la universidad que algunos altos mandos de la universidad reciben dos salarios, pues tienen puestos como coordinadores o jefes y al mismo tiempo ostentan el cargo de profesores investigadores.

Es el caso del jefe del Departamento de Filosofía del CUCSH, Cuauhtémoc Mayorga Madrigal, quien recibe un salario de casi 30 mil pesos mensuales y al mismo tiempo percibe un salario de casi 12 mil pesos como profesor investigador titular B en el mismo departamento.

Tambien está el caso de Cristian Omar Alcántar López, quien es secretario de la División de Contaduría del CUCEA y por dicho cargo recibe un monto superior de 19 mil pesos mensuales, al mismo tiempo que percibe salarios como profesor de asignatura del Departamento de Finanzas y de la Preparatoria número 7.

Estas prácticas son comunes, de acuerdo a los estudiantes y académicos de la UdeG existen diversos casos como el de Cuauhtémoc Mayorga a lo largo de toda la Red Universitaria. 

Incluso en puestos de alto rango, como la secretaria de la Dirección de Finanzas de la casa de estudios, Emilia Cabrales Lozano, quien recibe más de 36 mil pesos como secretaria y 18 mil pesos como profesora investigadora titular B del Departamento de Contabilidad del CUCEA.

A casi un año de la llegada del actual rector, Tonatiuh Bravo Padilla, ya ha emitido declaraciones al respecto de estos personajes, sin embargo la práctica continúa y los funcionarios señalados siguen recibiendo dichos pagos, según los últimos registros de la nómina que transparenta la máxima casa de estudios.