La alianza PAN-Medina contra la CTM
En la caída del cetemista Rodolfo Ambriz, alcalde electo de Juárez postulado por el PAN, existe un trasfondo político.
Se trata de una oscura negociación entre los grupos de poder en Nuevo León.
Y es que este caso deja entrever una alianza más entre el gobernador Rodrigo Medina y la neocúpula panista que controla el partido en Nuevo León, pero ahora con la intención de golpear los intereses de Ismael Flores, el líder de la CTM en el estado.
César Cepeda
En la caída del cetemista Rodolfo Ambriz, alcalde electo de Juárez postulado por el PAN, existe un trasfondo político.
Se trata de una oscura negociación entre los grupos de poder en Nuevo León.
Y es que este caso deja entrever una alianza más entre el gobernador Rodrigo Medina y la neocúpula panista que controla el partido en Nuevo León, pero ahora con la intención de golpear los intereses de Ismael Flores, el líder de la CTM en el estado.
Hay aquí lo habitual en el sistema político mexicano: intercambio de favores políticos, negociaciones ocultas y el cobro de afrentas.
Hoy, gracias a este acuerdo, el gobernador Rodrigo Medina cuenta con la autorización para pedir 3 mil millones de pesos más de deuda, que le permite posponer unos meses la quiebra financiera y además tiene sus cuentas públicas aprobadas.
¿Y para sus aliados panistas?… Posiblemente el control total de una Alcaldía metropolitana.
Para las pasadas elecciones, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN designó como su candidato a la Alcaldía de Juárez a Rodolfo Ambriz, un priista cercano a Ismael Flores, secretario general de la CTM.
Así que el proceso de selección de candidatos priistas confrontó a Ismael Flores con el gobernador Medina.
En municipios como Santa Catarina, Juárez y Salinas Victoria, el dirigente sindical ordenó a la estructura cetemista operar en contra de los candidatos tricolores impuestos por el mandatario estatal.
Como lo fue con Irma Adriana Garza, candidata priista a la Presidencia Municipal de Santa Catarina.
Incluso, priistas consultados por Reporte Indigo atribuyen la derrota electoral que sufrió en el estado el candidato presidencial Enrique Peña Nieto a esta traición del cetemista.
La oscura negociación para que el PAN postulara a Ambriz se logró a través de Miguel Ángel García, ex secretario de Desarrollo Humano de Monterrey y hombre de confianza del ex alcalde regio Fernando Larrazabal.
Pero el acuerdo fue respaldado por Raúl Gracia, actual senador electo, y por el ex alcalde nicolaíta, Zeferino Salgado, líderes de la neocúpula.
El 1 de julio, sorpresivamente Ambriz se impuso en la elección a Francisco Treviño, hermano de Heriberto Treviño, titular del Sistema Estatal de Caminos y uno de los funcionarios cercanos al gobernador Medina.
Sin embargo, el lunes el Tribunal Electoral del Estado declaró inelegible a Ambriz, quien, según el criterio de los magistrados, no pudo acreditar ser residente del municipio de Juárez, al poner como su dirección las oficinas de la CTM en ese municipio.
El fallo, que había sido pospuesto en tres ocasiones por el Tribunal, presidido por el magistrado Javier Garza y Garza, tumbó a Ambriz de la Alcaldía.
Pero también abrió la posibilidad para que sea sustituido por un integrante del Cabildo electo, que sí fue declarado válido.
Es aquí donde aparece el nombre del panista Obed Meza Hernández, regidor electo de Juárez y un panista operador de la neocúpula que encabezan Raúl Gracia, Zeferino Salgado y Fernando Larrazabal.
Meza Hernández no vive en el municipio de Juárez.
Pero fue registrado como noveno regidor en la planilla de Ambriz y hoy es impulsado para convertirse en alcalde, en sustitución del cetemista.
Sandra Pámanes, líder del PAN en Nuevo León, ha asegurado que el partido impugnará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el fallo en contra del cetemista Ambriz, el alcalde electo de Juárez.
Meza Hernández es actualmente consejero nacional del PAN y ocupa la secretaría de Fortalecimiento Municipal del Comité Directivo Estatal, que encabeza la dirigente Sandra Pámanes.
Los panistas lo identifican como un incondicional del senador electo Raúl Gracia, uno de los tres líderes de la Santísima Trinidad, el grupo que controla el PAN de Nuevo León desde hace 10 años.
Reporte Indigo publicó ayer que estos dirigentes de la neocúpula albiazul, Fernando Larrazabal, Raúl Gracia y Zeferino Salgado, protagonizaron desacuerdos que podrían desencadenar una ruptura entre ellos en los próximos meses.
El fallo del TEE en contra del candidato cetemista y que beneficia al PAN, se dio un día después de que la mayoría priista del Congreso del Estado le aprobó en un periodo extraordinario a Medina una nueva deuda y sus cuentas públicas.
Un plazo legislativo extra que se convocó gracias a la colaboración de la bancada panista a cargo de Hernán Salinas, el coordinador de la bancada panista afín a Raúl Gracia.
Así, en ese periodo Medina logró sacar sus cuentas públicas del 2009 y 2010, aunque contaban con irregularidades señaladas por la Auditoría Superior del Estado y obtuvo también el aval para contratar una nueva deuda por casi 3 mil millones de pesos.
Eso fue lo que le dejó a Medina la celebración de este periodo extraordinario a días de que concluya la actual Legislatura controlada por el PRI.
¿En cambio qué logró el PAN con este periodo extraordinario?
En apariencia nada.
Las cuentas públicas del Municipio de Monterrey y San Nicolás, bastiones de la neocúpula, no fueron parte de los expedientes que se aprobaron el domingo por los diputados.
Sin embargo, el lunes, un día después del periodo extraordinario, el Tribunal Estatal Electoral puso al PAN en la antesala para que gobierne directamente con un panista la Alcaldía de Juárez, y no precisamente a través de un cetemista.