La defensa de los presos políticos y la lucha de la violencia contra la mujer le ha costado a Kenia Hernández no solo dejar su lugar de origen sino también ser arrestada en tres ocasiones en lo que va del año.
El 20 de octubre la activista fue detenida en la caseta de peaje de Amozoc, Puebla, por el presunto delito de robo con violencia; en febrero, en una caseta de la carretera Toluca-Zitácuaro, fue señalada de despojar el dinero por cobro de peaje a dos empleados.
La exconsejera de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de la Montaña y Costa Chica de Guerrero, fundadora del Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos del Estado de Guerrero e integrante del colectivo Zapata Vive fue capturada por la autoridad con ocho de sus compañeros sin orden de aprehensión por autoridades que se identificaron como elementos de la Guardia Nacional.
En entrevista, Antonio Lara, abogado de Hernández e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, explica que Kenia es víctima de fabricación de delitos y debió ser puesta en libertad la madrugada del domingo 25 de octubre, sin embargo, a solo cuatro horas de abandonar el penal de Santiaguito, en el Estado de México, volvió a ser detenida.
“Se cumplió con el pago de una fianza de 30 mil pesos para que lleve su proceso en libertad, así lo había determinado el juez de control de Almoloya, pero aún dentro del penal la vuelven a detener pues la Fiscalía General de la República solicitó entrar por ella y se la llevaron a Acapulco con una orden de aprehensión por ataques a las vías generales de comunicación”, explica Lara.
El defensor relata que el más reciente cargo que se le imputa a Kenia es por bloquear la caseta de La Venta en Acapulco el 29 de marzo de 2019.
“La acusan tres policías federales: Arturo López Ramírez, Marco Antonio Arellano y Fernando Rivera Vázquez, la denuncia también es del apoderado legal de Caminos y Puentes Federales (Capufe) en donde aseguran que Kenia desde las 19:00 horas y hasta las 21:30 afectó parcialmente, así dice la acusación, la vía general de comunicación y por ello, más de un año después, la detienen por tercera ocasión”, señala.
La primera detención de Hernández Montalván fue el 6 de julio en la caseta La Hortaliza, de la carretera Toluca-Valle de Bravo, acusada de robar una cartera con 500 pesos a dos personas que iban a bordo de una camioneta.
“La vez que la detuvieron en el penal de Almoloya, la llevaron a Guerrero y tuvimos que exigir que la sacaran de ahí para proteger su vida pues ella salió del estado por sufrir amenazas, ella cuenta desde hace más de un año con el Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos que da la Secretaría de Gobernación, por ello es que, aunque la audiencia se llevará a cabo en el Centro de Justicia del Penal Federal de Acapulco, Kenia la presenciará desde Morelos y el sábado 31 de octubre a las 9:00 de la mañana”, menciona Lara.
Al día de hoy, el abogado de Kenia denuncia que las autoridades tienen a la activista en total aislamiento pues una sección de 29 personas fue vaciada para dejarla sola.
Protesta sin penalización, Kenia Hernández
Una mujer capaz de hacer sentir a sus compañeros y allegados que todo estará bien y que la lucha social es, muchas veces, la única forma de llegar a la justicia, es cómo la también activista Yanely Fuentes describe a Kenia.
Para exigir la liberación de Hernández, el colectivo Zapata Vive y la Red de Apoyo a Kenia Hernández instalaron un plantón frente a la entrada principal de la Fiscalía General de la República en la Ciudad de México. Yanely, quien forma parte de la manifestación, asegura que no se irán hasta que se detenga de manera definitiva la persecución en contra de su compañera.
Sin embargo, el apoyo a la lucha de Kenia, a quien su abogado califica como la mayor defensora de presos políticos en el país, el acoso a su labor social y la prioridad de salvaguardar su vida e integridad tocará las puertas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ya se solicitó ante el organismo internacional que intervenga para que el Estado mexicano no dé menos importancia a la reivindicación de la protesta pública con el pretexto de que hay concesionarios o empresarios que se sientan incómodos por esas manifestaciones, hoy la Comisión ya tiene el expediente de la solicitud de medidas cautelares en favor de Kenia”, detalla.
Lara explica que la defensa que encabeza Kenia Hernández no solo es notoria sino altamente peligrosa, pues al recurrir a métodos de protesta como la toma de casetas repecute en los intereses de las autoridades y también en particulares.
“Para desestimar la lucha los concesionarios de casetas señalan a los manifestantes como delincuentes y apuestan por generar un repudio social a la protesta y a invisibilizar las exigencias de los colectivos, por ejemplo, la toma en Puebla fue por la desaparición de Gonzalo Medina, integrante de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria de Guerrero después de haber estado en prisión y haber sido liberado”, enfatiza.
Cuando Kenia tenga su libertad y pare el hostigamiento en su contra, Yanely asegura que irán con todo por cumplir uno de sus sueños: poner un Centro de Derechos Humanos en la Costa Chica de Guerrero para atender la violencia de género y fungir como un lugar de acompañamiento para todas las mujeres.