La justicia en la Ciudad de México no está hecha para las mujeres. La mayor parte de los jueces y magistrados son hombres y no reflejan en su trabajo una perspectiva de género para atender la crisis de feminicidios e impunidad que atraviesa la capital, acusan activistas.
En el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) hay 374 jueces, de los que 242 son hombres y 132 mujeres. El género femenino apenas abarca el 35 por ciento del total, de acuerdo con datos de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), actualizada hasta el 31 de diciembre de 2019.
En cuanto a los magistrados, de un total de 69, solo 29 son mujeres, es decir, el 42 por ciento.
Marisol Zúñiga, activista feminista independiente y excolaboradora de la Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (INCIDE), indica que si las mujeres no tienen esos espacios como tomadoras de decisiones, la impunidad y los asesinatos por razones de género continuarán.
Información del Portal de Datos Abiertos del Gobierno de la capital revela que durante todo el 2019 se registraron 72 víctimas de feminicidio, cifra que es tres veces mayor a las 21 mujeres asesinadas durante el 2018.
Zúñiga pone de ejemplo la impunidad en el caso de Abril Pérez, quien fue asesinada el 28 de noviembre de 2019, días después de que un juez de control reclasificara los cargos de su pareja y agresor, Juan Carlos García, de tentativa de feminicidio a violencia familiar, con lo que él salió libre.
Hasta el momento, no hay sentenciados por el crimen.
“Estamos en una crisis de violencia contra la mujer y de resistencia del mismo sistema que se manifiesta en prácticas retrógradas”, señala Zúñiga.
Otra muestra del machismo en la procuración de justicia es el caso del magistrado del TSJCDMX, Horacio Cavazos López, quien busca la ratificación del Congreso a pesar de que en noviembre de 2019 fue acusado por su exesposa de abusar de sus dos hijas, explica la activista.
Actualmente, el proceso de Cavazos López continúa. Pero varios diputados locales indicaron que no lo apoyarán.
Para Zúñiga, el número de sentencias dictadas por el TSJCDMX es otro indicador que revela que las mujeres no tienen acceso a una justicia eficiente.
Datos del Tribunal de enero a septiembre del 2019 señalan que se emitieron 21 resoluciones por feminicidio: en dos casos se absolvió a los involucrados y en 19 se emitió una condena.
Sin embargo, en el mismo periodo, el Portal de Datos Abiertos de la Ciudad y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) registra a 51 víctimas de feminicidio.
Norma de paridad en justicia insuficiente
Luis Fernando Villanueva, oficial de proyecto del área legal de Equis Justicia para las Mujeres, menciona que el Poder Judicial cumple en general la norma de paridad de género NMX-R-025-SCFI-2015 35/75, al tener más mujeres que hombres en su plantilla laboral.
El marco normativo referido es de cumplimiento voluntario y busca garantizar la equidad e igualdad laboral. También estipula que el mínimo de mujeres laborando en empresas, poderes o entidades del servicio público, debe de ser mínimo del 40 por ciento.
En general, el TSJCDMX en todas sus áreas, tiene a más personal femenino que masculino; pues de sus 10 mil 498 trabajadores, 4 mil 729 (45.1 por ciento) son hombres y 5 mil 769 (54.9 por ciento), mujeres, según la PNT.
No obstante, Villanueva considera que la norma no garantiza que haya más juezas y magistradas.
Además, explica que las mujeres en el Tribunal no cuentan con apoyo dentro de los estatutos del Manual de Condiciones Generales de Trabajo que les permita conciliar su trabajo con su vida personal como darles licencias por maternidad.
“No hay políticas establecidas en el manual para lograr la paridad en el desarrollo de puestos. No hay conciliación de la vida laboral con la personal, no hay permisos o licencias para que puedan tener hijos y a la vez, desarrollarse profesionalmente por ejemplo”, indica.
Añade que tampoco existen cuestionarios de maltrato para evaluar cómo se sienten las mujeres que trabajan en el Poder Judicial de la capital y las convocatorias para ser juez o magistrado no tienen un lenguaje incluyente.
Esto provoca, según datos de la asociación, que el 60 por ciento de las mujeres del Tribunal trabajen en puestos de mandos medios como proyectistas o actuarias sin oportunidad para desarrollarse más.
Delito en la impunidad
Kenya Cuevas es una activista por los derechos de las mujeres trans que desde el 2016 se ha enfrentado a una justicia machista en la capital.
El 30 de septiembre de 2016, su amiga Paola fue asesinada a tiros en la alcaldía Cuauhtémoc y desde entonces el crimen continúa impune.
“Desde el primer momento vivimos una situación de rechazo y discriminación.
“Cuando fue la primera audiencia de Paola me dijeron que era una ‘curiosa del lugar’ y el juez nos dijo que saliéramos de la sala, no quisieron que fuera testigo”, relata.
Kenya Cuevas se percató posteriormente que el término “curiosa del lugar” no es una figura jurídica y solo por ser una mujer trans, la discriminaron.
Paola era su amiga y ella desde el principio asumió el deber de vigilar que se hiciera justicia. Pero las instancias judiciales nunca la respaldaron.
Horas después de asesinar a Paola, Arturo Delgadillo, el presunto culpable, salió libre debido a que no se acreditó su responsabilidad.
Kenya afirma que fue la omisión y machismo de las autoridades lo que lo dejó irse.
Posteriormente, el 18 de octubre de 2016, se giró una nueva orden de aprehensión pero Delgadillo escapó y desde entonces está prófugo.
“No voy a descansar hasta que se haga justicia, destituyan al juez, al ministerio público y a todos los funcionarios que estuvieron involucrados en el caso de Paola”, menciona.