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Para el padre de un niño autista, la terapia de su hijo en México puede dejarlo en la quiebra.
La forma en que un menor con dicho desorden puede integrarse mejor a la sociedad es mediante la terapia constante, pero no todos los padres pueden pagar por ella.
Por eso un grupo de alumnos del Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM) campus Guadalajara, se dieron a la tarea de desarrollar “refuerzos” para la terapia de niños con autismo, que pueden servir para que los propios padres extiendan la terapia en casa.
De la mano de Fundación HACE, “una asociación sin fines de lucro dedicada a promover el conocimiento, la integración y el entendimiento del Trastorno del Espectro del Autismo”, según su descripción en su página de Internet (fundacionhace.org), el grupo de seis alumnos de la carrera de Ingeniería en Tecnologías Electrónicas (ITE) desarrolló un tool kit con cuatro dispositivos: cubo de iluminación, mesa de iluminación, cubos vibradores y mesa que cambia de colores.
“El problema que tienen los niños autistas es que es complicado enseñarles varias cosas porque su atención está dispersa, necesitamos nosotros atraer su atención y una vez que tengamos su atención, poder enseñarles ya alguna habilidad en especifico. Eso es lo que cumplen nuestros dispositivos: primero obtenemos su atención y nuestro objetivo es combinar estos dispositivos que atraen su atención con una terapia en especifico”, señaló José Manuel Beltrán Loreto, uno de los alumnos creadores del proyecto.
Los alumnos que también integran el proyecto son Arturo Hernández Martínez, José Kaled Ávila Name, María Dolores Elías Contreras, José Luis Valera Lizárraga y Miguel Alejandro Alvarado Vázquez Mellado.
“Si construimos prototipos para los papás que además les ayuden a continuar terapia con sus hijos en casa, extender la terapia no solamente en los centros, en las fundaciones donde se recibe la terapia, sino a otros lados, y que las fundaciones puedan vender estos productos a papás, entonces también para las fundaciones les ayudaría a conseguir más fuentes de ingresos, para conseguir más material, ayudar a más personas”, indicó sobre el futuro del proyecto José Luis Valera Lizárraga.
Por el momento el proyecto pasa por la primera de sus etapas de “validación” en donde los alumnos que ya están a punto de graduarse trabajan de la mano con la Incubadora de Empresas del ITESM para conseguir recursos, pues la idea es presentar prototipos a organizaciones de forma gratuita y que ellos los prueben.
Una vez validados por las organizaciones, esos prototipos perfeccionados con la retroalimentación entrarían en la segunda etapa, donde se construirían prototipos más específicos y que el terapeuta asigne de acuerdo al tipo de sentidos que estimulan más a cada niño.
Dos años de trabajo
“Nosotros comenzamos con este proyecto en cuarto semestre, aproximadamente hace dos años y medio, en una materia que se llamaba Proyecto Integral de Tecnologías Electrónicas. En esta materia llegaron varias personas de fundaciones que querían soluciones, nosotros escogimos, porque nos pareció interesante, un proyecto que era para ayudar a niños autistas.
“Se nos dio la oportunidad de ir a la fundación que nos pidió el dispositivo (Fundación HACE) a exponerlo. Teníamos cinco minutos para exponer lo que habíamos hecho en una presentación que iban papas con niños autistas, iban varias personas que les interesaba. Teníamos cinco minutos para hablar, terminamos hablando una hora”, indicó Beltrán Loreto.
En esta etapa de validación han perfeccionado dispositivos a petición concreta de los terapeutas, como la mesa de iluminación, a la que se le incluyó un control inalámbrico para hacerla más funcional en la terapia.
“Nos basamos en los sentidos para eso, esta mesa (de iluminación) se basa en el sentido de la vista donde prenden diferentes sectores y a los terapeutas les puede servir para trabajar con terapias de secuencias, porque al prender diferentes sectores los niños pueden ir siguiendo los sectores y los terapeutas los pueden ir guiando para que ellos vayan aprendiendo esta habilidad.
“También tenemos por ejemplo éste (cubo vibrador) que vibra, a los niños les llama la atención sentir la vibración, sentir la textura y les puede servir como reforzador a los terapeutas, porque a los niños les llama la atención y cuando lo prenden no lo quieren soltar, entonces los terapeutas pueden trabajar cierta terapia y si el niño lo está haciendo bien lo pueden premiar con estos prototipos”, explicó con los dispositivos en mano Beltrán Loreto.
A pregunta expresa sobre la importancia de dichas herramientas en una terapia, Valera Lizárraga concluyó:
“Típicamente hemos hecho la analogía de preguntarles a las personas: ‘¿oye, qué sentirías si todo te molestara?, ¿si la luz te molestara?, ¿si cualquier ruido que se hiciera te taladrara la mente y no te dejara concentrarte?, ¿o si sintieras que tu piel se está quemando? Las personas con autismo llegan a tener ese tipo de problemas, hay personas que son hipersensibles o otras que son hiposensibles. Las que son hipersensibles obviamente les molestan todas esas cosas y tienes que saber qué es lo que los hace sentir bien y qué lo que los hace sentir mal, y los hiposensibles también, porque tienes que llamar su atención, yo les diría es muy importante saber porque si tu tienes esta información puedes tratar a una persona con autismo efectivamente, sin lastimarla, puedes ayudarla, es como tu puerta de entrada hacia ellos”.
Ganadores del Dell Education Challenge 2013
El equipo de los alumnos del ITESM campus Guadalajara ganó el año pasado un concurso internacional en el que recibieron un premio de 10 mil dólares, que piensan reinvertir en la primera etapa de validación para la construcción de prototipos.
“Tuvimos la oportunidad de ir al Dell Education Challenge que fue del 9 al 13 de diciembre del 2013, tuvimos la oportunidad de presentar nuestro proyecto a todos los que asistían al evento: todos los clientes de Dell, inversionistas, jurados, grandes personas de ahí de Dell. Les expusimos el proyecto. Nosotros participamos entre 45 países, eran más de 800 proyectos, el concurso era a nivel mundial. Quedamos entre los tres mejores, al final del concurso nosotros les expusimos y por nuestro esfuerzo quedamos en primer lugar”, comentó José Manuel Beltrán Loreto.
¿Qué es el autismo?
Es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta cómo un niño se desenvuelve en varias áreas, incluyendo el habla, las destrezas sociales y el comportamiento. Dado que la severidad de los síntomas varía ampliamente, los niños que tienen problemas en estas áreas se dice que tienen un trastorno de espectro autista. El número de niños afectados parece estar aumentando, con tasas cuatro veces más altas que 30 años atrás”.*
