Jugosa recompensa

América del Norte suele ser considerada como la región más competitiva del mundo. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que entró en vigor hace más de dos décadas, continúa siendo un punto de referencia de integración comercial.

Estados Unidos ha mantenido una política orientada hacia la celebración de tratados multilaterales que incentivan el comercio internacional.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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40%
del PIB Global representan esos países
"Las represalias son una realidad. Creemos firmemente que los senadores ahora se darán cuenta de que la ley está de nuestro lado y suspenderán esta legislación que discrimina a los productores”
Chrystia FreelandMinistra de Comercio
de Canadá
"Esta decisión permitirá a ambos países, ejercer nuestro derecho de imponer medidas de represalia a las importaciones procedentes de Estados Unidos”
Ildefonso GuajardoSecretario de Economía
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América del Norte suele ser considerada como la región más competitiva del mundo. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que entró en vigor hace más de dos décadas, continúa siendo un punto de referencia de integración comercial.

Estados Unidos ha mantenido una política orientada hacia la celebración de tratados multilaterales que incentivan el comercio internacional.

Bajo la administración del presidente Barack Obama se firmó el Acuerdo de Asociación Transpacífica, que reúne a 12 países (incluido México) que representan el 40 por ciento del Producto Interno Bruto global. Asimismo, esta administración está negociando un acuerdo Transatlántico similar con la Unión Europea.

A pesar de que el gobierno estadounidense procura una política de apertura comercial hacia el exterior, la política doméstica no está exenta de medidas proteccionistas.

Un ejemplo de ello es la ley de etiquetado de país de origen (COOL por sus siglas en inglés) a productos cárnicos que entró en vigor en el 2013, pero que mantiene una disputa desde 2009, la cual refiere que los empaquetadores de carne están obligados a identificar no sólo el país en donde los animales nacieron, sino dónde fueron criados y sacrificados para su consumo.

Firmas como Tyson Foods y Cargill argumentan que esta regulación impone costos y cargas excesivas para el proceso de producción.

México y Canadá apelaron la medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y exigieron el derecho a ejercer represalias comerciales por un valor de alrededor de 3 mil millones de dólares. Ambos países sostienen que la ley derivó en una reducción significativa de sus exportaciones de ganado.

En el 2014, México exportó 648 mil cabezas de ganado a Estados Unidos por un valor de 419 millones de dólares.

El gobierno americano reconoció que la medida produjo afectaciones a la industria ganadera de México y Canadá, pero estimó que éstas no excedían los 47.5 millones de dólares y los 43.22 millones de dólares, respectivamente.

En mayo del 2015, la OMC determinó que el etiquetado COOL discriminaba injustamente las importaciones de carne y privilegiaba el consumo de carne doméstica: “(las reglas imponen) una carga desproporcionada en los productores y procesadores de ganado que no puede ser explicada por la necesidad de proveer información de origen a los consumidores”.

El lunes, la OMC puso punto final a la discusión y estableció que las afectaciones al sector ganadero de México ascienden a los 227.25 millones de dólares.  Esto le otorga al país el derecho a suspender beneficios de las importaciones estadounidenses por un valor equivalente.

En conjunto con Canadá, el monto total de las represalias contra las importaciones estadounidenses superará los mil millones de dólares al año. Para el caso de México, esto representa menos del 40 por ciento del valor estipulado en la demanda original ante la OMC.

La imposición de aranceles como una medida para compensar los costos del etiquetado COOL aún dependen de una última determinación del Órgano de Resolución de Diferencias de la OMC. Tanto México, como Canadá ya solicitaron una reunión extraordinaria con dicho órgano para atender el asunto. Se espera que la reunión se lleve a cabo en el mes de diciembre.

Determinación, ‘en caliente’

“Recientemente  la Organización Mundial del Comercio (OMC), le otorgó la razón a México y Canadá,  dio a conocer que la afectación a las exportaciones de ganado mexicano y canadiense causada por los requisitos de etiquetado de país de origen (COOL, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, alcanza poco más de 227 millones de dólares anuales (227.75), equivalente a más de 3 mil 700 millones de pesos”, dijo a Reporte Indigo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. 

Junto con la afectación causada a Canadá, remarcó, las medidas de represalia comercial alcanzarán poco más de mil millones de dólares estadounidenses anuales.

“Tanto nuestro país como Canadá ya comunicamos al órgano de apelación de la OMC la resolución de iniciar la aplicación de sanciones contra Estados Unidos en este tema. Esta decisión permitirá a ambos países, ejercer nuestro derecho de imponer medidas de represalia a las importaciones procedentes de Estados Unidos”, agregó el funcionario federal.

Guajardo señaló que el gobierno de México está construyendo cuidadosamente la lista de productos, tanto del sector agropecuario como manufacturas, a las que se les incrementará el arancel como parte de la represalia autorizada por la OMC.

La Secretaría de Economía indicó que el gobierno de México inició los procedimientos internos necesarios para aplicar la suspensión de beneficios en contra de importaciones de productos agrícolas e industriales procedentes de Estados Unidos, entre los que se consideran manzanas, lácteos, bebidas alcohólicas, productos de higiene personal, entre otros.

La dependencia federal destacó la resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC), al otorgarle la razón a México y Canadá por la afectación a las exportaciones de ganado mexicano y canadiense causada por los requisitos de etiquetado de país de origen (COOL, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

La dependencia agregó que los aranceles impuestos como represalia se mantendrán de manera indefinida hasta que Estados Unidos cumpla con sus compromisos internacionales ante la OMC y elimine la medida de etiquetado COOL en su totalidad.

La respuesta pública del gobierno estadounidense no se hizo esperar. Tim Reif, consejero general de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos declaró estar decepcionado con la decisión de la OMC: “Si México y Canadá deciden tomar represalias para incrementar la tasas arancelaria de las importaciones estadounidenses, esto sólo resultará en un deterioro en la economía de los tres socios comerciales”.

Bill Bullard, quien dirige el grupo de presión de los ganaderos americanos R-CALF USA, calificó la determinación de la OMC como “francamente absurda” dado que “es imposible que esto refleje las pérdidas que enfrentan estos países”.

La indigestión americana

El mismo día en el que la OMC rechazó un recurso de apelación de Estados Unidos contra la determinación del etiquetado COOL como una medida discriminatoria, el congresista Michael Conway suscribió una iniciativa de ley en la cámara baja para poner fin a esta regulación. Dos meses después, la propuesta fue aprobada.

Ahora, el fin del etiquetado COOL está en manos del Senado estadounidense. Sin embargo, la polarización que prevalece en el Congreso mandó el tema a la congeladora.

En junio, la senadora Debbie Stabenow propuso una ley en la que los empaquetadores tendrían la opción (no la obligación) de incluir información respecto al origen de los animales.

Chrystia Freeland, ministra de Comercio de Canadá, refirió que: “Las represalias son una realidad. Creemos firmemente que los senadores ahora se darán cuenta de que la ley está de nuestro lado y suspenderán esta legislación que discrimina a los productores canadienses”.

Los llamados a repeler el etiquetado COOL no son eventos aislados. Un creciente número de asociaciones de productores y compañías estadounidenses han hecho pública su oposición a esta medida.

Randy Gordon, presidente de la Asociación Nacional de Granos y Alimentación, declaró: “Es importante que los Estados Unidos se adhieran a las obligaciones contraídas ante la OMC y pongan el ejemplo para el resto del mundo, particularmente si se persigue la firma de nuevos tratados comerciales como la Asociación Transpacífico y otras iniciativas.”

En la misma línea, el senador Pat Roberts, presidente del Comité de Agricultura, dijo que la OMC ha lanzado múltiples advertencias que han sido ignoradas por el congreso.

En ese sentido, aseguró que “la suspensión completa del etiquetado COOL es la única opción de política que de manera indiscutible prevendrá la imposición de sanciones que resulten en un daño económico significativo”.

Aliados inesperados

El temor a las represalias que tomarán México y Canadá contra las importaciones estadounidenses ya movilizaron el cabildeo en Estados Unidos. Asociaciones que van desde grupos de presión que defienden los interés de los productores de manzana y de lácteos, hasta los de granos y bebidas se han pronunciado en contra del etiquetado COOL públicamente.  Las siguientes empresas han realizado intervenciones públicas contra esta legislación:> Campbell Soup Company

> Nestlé USA
> PepsiCo
> The Coca-Cola Company
> Herbalife
> The Hershey Company
> Mars
> Tyson Foods
> Kellog Company
> Kraft Foods Group
> Unilever

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