en Yucatán las detenciones arbitrarias y los malos tratos son comunes, como en el caso de José Adrián

José Adrián no recibe justicia por tortura

Amnistía Internacional tiene evidencia de que en Yucatán las detenciones arbitrarias y los malos tratos son comunes, como en el caso de José Adrián, quien fue injustamente detenido y torturado

A más de tres años de haber sido víctima de tortura y detención arbitraria, José Adrián no ha recibido justicia.

En febrero de 2016, en X-Can, localidad ubicada en el municipio de Chemax, Yucatán, el joven en ese entonces de 14 años fue injustamente acusado de dañar una patrulla, así lo demostraron Amnistía Internacional (AI) e Indignación, organización local en defensa de derechos humanos.

En entrevista para Reporte Índigo, Edith Olivares, jefa de la unidad de derechos humanos de Amnistía, afirmó que José tampoco ha recibido una correcta reparación del daño.

“Estamos tratando de una detención arbitraria, porque no se le presentó orden de aprehensión, contra un adolescente indígena. Tras su detención, policías municipales cometieron tortura contra él”, detalló.

De acuerdo con las investigaciones de ambas instancias de derechos humanos, José Adrián iba saliendo de la escuela y se dirigía a su casa cuando en el camino otros jóvenes lanzaban piedras a una patrulla municipal, mismos que se dieron a la fuga. Los Uniformados detuvieron al adolescente pensando que él estaba involucrado.

“José es un chico que vive con una discapacidad auditiva, en el momento de la detención hubo maltrato hacia él, lo tiraron hacia el interior de una camioneta, le pisaron el cuello y luego lo trasladan a los que se denominan en Yucatán los calabozos de la policía municipal, una vez que llegaron a ese lugar lo siguen golpeando, le quitan la ropa e incluso lo cuelgan de ganchos” narró Edith.

Con base en declaraciones de la familia brindadas a Amnistía Internacional, la policía no informó sobre la detención de Adrián sino que fueron vecinos quienes dieron aviso a su madre para que fuera por su hijo.

“Cuando su mamá llega a la Presidencia Municipal, las autoridades le exigen que firme un convenio frente a un juez de paz para pagar dos mil 500 pesos para arreglar la patrulla además de una multa de 700 pesos”, explicó.

A raíz del arresto, la familia de José Adrián denunció que el joven presentó problemas y neumonía. Los doctores afirmaron que fue debido a las horas que estuvo semidesnudo al momento de la detención.

De acuerdo con Edith, AI tiene evidencia que señala que en Yucatán la detención arbitraria no es una práctica aislada, ya que sus investigaciones señalan que ésta práctica así como malos tratos a los detenidos es muy común sobre todo en municipios rurales.

“A más de tres años, lo que ahora la familia de José Adrián se resumen en dos exigencias: primero tener acceso a la justicia ya que las personas que presuntamente fueron responsables de estos actos ni siquiera han sido vinculadas a proceso, tampoco hay una investigación por parte del poder judicial y la otra demanda es que se repare integralmente el daño el cual incluye desde asistencia psicológica para la familia y él, la posibilidad de que él pueda terminar sus estudios porque se retiró de la escuela tres años después de los hechos y sobre todo tener garantías de no repetición”, mencionó.

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