El estado de Jalisco puso en marcha un modelo de verificación vehicular que resalta por sus innovaciones y beneficios en comparación con el resto de programas que históricamente han sido implementados en otras entidades del país.
Por ejemplo, en el modelo tradicional empleado en la Ciudad de México, la autoridad que administra el programa concesiona a varios proveedores los equipos para realizar la verificación y a diferentes empresas para operar los centros.
Esto ocasiona que aunque los equipos de los distintos proveedores deberían funcionar exactamente igual, en realidad las mediciones pueden no estar homologadas, e incluso se presta a actos de corrupción por la manipulación de las mediciones.
Además, el modelo económico bajo el que tradicionalmente operan estos programas puede incentivar comportamientos no deseables en los operadores de los centros de verificación y en los proveedores de equipos.
Por un lado los operadores pueden evitar los mantenimientos regulares a los equipos o usar refacciones y consumibles de baja calidad, además de realizar manipulaciones a los equipos para reducir costos, mientras que los proveedores de equipos pueden verse incentivados a ofrecer tecnología que requiere intervenciones constantes, e incluso a realizar intervenciones remotas a los equipos con el fin de que los operadores requieran algún servicio de su parte.
El modelo Jalisco
El modelo de Jalisco, por otro lado, presenta varias innovaciones. Por ejemplo, en este modelo, solo existe un proveedor que suministra toda la tecnología para realizar la verificación vehicular, tanto a los centros de verificación como al gobierno.
Este proveedor asume todo el riesgo financiero al suministrar los equipos en comodato, sin costo para los operadores de los centros ni para el gobierno. La inversión del proveedor se recupera bajo un modelo de pago por cada prueba realizada, lo cual incluye todos los costos de mantenimiento, consumibles y refacciones. Este modelo económico busca incentivar un servicio de alta calidad y minimizar cualquier incentivo para eludir los mantenimientos preventivos o utilizar repuestos no originales.
La homologación de la tecnología en todos los centros de verificación permite una consistencia en las mediciones y resultados, y garantiza que el proceso de verificación se realice de acuerdo con las normas oficiales mexicanas en la materia. Además, este modelo permite al gobierno una vigilancia y gestión en tiempo real de todos los aspectos del programa, un factor clave para la transparencia y la eficiencia del sistema.
Planes de expansión
Worldwide Environmental Products, la compañía a cargo de proveer la tecnología unificada para los centros de verificación en Jalisco, ha jugado un papel fundamental en este nuevo modelo.
Su participación ha garantizado la homogeneidad y precisión de las mediciones en todos los centros de verificación, a la vez que ha proporcionado al gobierno las herramientas necesarias para una gestión eficiente y en tiempo real del programa.
Sobre este modelo, Adán Espejo, Country Manager México de Worldwide Environmental Products, considera que aunque aún existen áreas de oportunidad, es muy probable que se extiendan a otras entidades del país.
“Estamos muy emocionados con el futuro del modelo de Jalisco y su posible implementación en otros estados de México. El modelo ya ha llamado la atención a otros estados en la República e incluso a nivel internacional, ha sido ya presentado en congresos internacionales de la industria y el programa en Jalisco ha generado altas expectativas aunque aún hace falta su consolidación.
“En Baja California contamos ya con una concesión para operar un esquema similar al de Jalisco, sin embargo el programa allá aún no está operativo. La reciente administración liderada por la gobernadora Marina del Pilar Ávila está comprometida a revisar y ajustar los términos de nuestra concesión, buscando optimizar las condiciones para todas las partes involucradas. Este compromiso subraya su enfoque hacia la efectiva implementación del programa, y confiamos en que su dedicación permitirá la pronta activación de este servicio esencial para la ciudadanía de Baja California”, comenta.
A pesar de la adaptabilidad del programa, Adán Espejo considera que para que opere con éxito siempre debe haber cooperación entre todas las partes.
“El éxito de cualquier programa de verificación vehicular depende no sólo del modelo y la tecnología, sino también del compromiso y la cooperación de todas las partes involucradas, desde las autoridades gubernamentales, los operadores de los centros de verificación, y por supuesto los automovilistas en general”, concluye.