Desde finales de los 80 y principios de los 90, Guadalajara no había estado tantas veces en la mira del gobierno estadounidense como ahora.
Los diferentes informes que se han revelado sobre operaciones de grupos criminales en Jalisco principalmente en los últimos meses -pero también en años recientes- han expuesto un tema que las autoridades locales tratan de disimular.
Y es que aunque el gobierno se esfuerce por ocultar las cifras de violencia en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y en el interior del estado, la realidad muestra lo contrario.
Tanto el Congreso de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro y la DEA han revelado informes sobre la “Ciudad Química” por la operación de grupos criminales principalmente ligados al Cártel de Sinaloa.
Un informe del Congreso estadounidense revela que los asesinatos vinculados al crimen organizado en 2011 ascendieron 847.
La cifra complementa los datos de la Procuraduría General de la República (PGR) que contabiliza las ejecuciones de este tipo en el mismo año-sin contar el último trimestre- en 622.
Por su parte el procurador de Jalisco Tomás Coronado Olmos indicó que alrededor del 80 por ciento de los asesinatos en la entidad están vinculados al crimen organizado.
Estas cifras dan sentido a esta insistencia de señalar al estado en diversos reportes del gobierno estadounidense.
Porque actualmente Jalisco tiene niveles de violencia comparables con los de los 90, según datos del informe Índice de Víctimas Visibles e Invisibles de Delitos Graves de la organización México Evalúa.
Mensualmente el promedio de asesinatos en la administración de Emilio González Márquez es de 53, una cifra que se había mantenido en un promedio de 33 en gobiernos previos, pero que alcanzó la cifra de 46 en el sexenio de Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2001).
Estado productor de Meth
Según información revelada en el cable 08GUADALAJARA612 de Wikileaks (Ciudad Química: Guadalajara, Jalisco y el Tráfico de Meth) en 2008, en el estado confluyen la geografía, la disponibilidad de materiales y la infraestructura adecuada para la producción de metanfetaminas.
En octubre del mismo año el Departamento del Tesoro puso en su lista negra a Productos Farmacéuticos Collins, S.A de C.V; Laboratorios Willmar, S.A de C.V y Lomedic por su presunta vinculación con la organización criminal Amezcua Contreras.
Con esta vinculación el gobierno estadounidense pone el dedo en la yaga sobre la infiltración de los grupos criminales en las actividades económicas del estado.
Por otro lado, el crecimiento desmedido de la violencia ha motivado alertas del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara para que sus ciudadanos no salgan por las noches y extremen precauciones.
Una fue emitida en febrero luego de algunos bloqueos de vialidades con vehículos por parte de grupos criminales.
Y es que un informe del Congreso estadounidense y del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego compara a Jalisco con Guerrero.
El reporte fue presentado hace apenas unos días por el analista en asuntos latinoamericanos del Servicio de Investigación del Congreso June S. Beittel.
En el informe se hace referencia en específico a los “actos públicos de violencia”, como el abandono de 26 cuerpos en los Arcos del Milenio en noviembre de 2011:
“El estado de Jalisco ha visto un surgimiento similar (al de Guerrero) durante el año pasado” en cuanto a este tipo de violencia.
Lavado de dinero
Además del Congreso, en los últimos días el Departamento del Tesoro de Estados Unidos reveló los negocios de los hijos de Juan José Esparragoza Salazar “El Azul” en Guadalajara, ubicados en el municipio metropolitano de Tlajomulco de Zúñiga.
Toda una red de empresas para la que funcionarios públicos de varios niveles y notarios tuvieron que otorgar permisos y dar fe.
Para expertos en seguridad cuando el gobierno de Estados Unidos revela información sobre la violencia generada por los cárteles de la droga y sus actividades en la economía del país sin ampliar su actuación, en realidad está enviando un mensaje a las autoridades mexicanas.
Otra muestra de las investigaciones que realiza el gobierno de Estados Unidos en Jalisco, fue la aprehensión del supuesto hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Dos semanas después de que fue anotado en lista negra del gobierno estadounidense, las autoridades mexicanas anunciaron la detención de Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Y es que aunque en México no existe orden de aprehensión en su contra, lo buscan en los Estados Unidos donde existe una orden de detención girada por una Corte de Distrito con sede en Illinois.
Finalmente el verdadero detenido fue Félix Beltrán León.
La DEA fue la primera autoridad en confirmar la confusión y luego la familia de “Guzmán Salazar” – aunque el detenido era Beltrán León- según se indicó de forma textual en el comunicado para citar a una peculiar rueda de prensa donde se aclaró la identidad del detenido.
Los comunicados de parte del gobierno estadounidense que muestran a Jalisco como un territorio donde los narcotraficantes operan con libertad, son parte de una estrategia del país vecino para presionar a las autoridades a reforzar sus operaciones en la entidad.
Y es que históricamente Guadalajara es una plaza de gran relevancia para los grupos criminales del pacífico.
Jalisco cobra una importancia especial por el problema de salud pública que representan las metanfetaminas en Estados Unidos.
La creciente violencia, los enfrentamientos entre grupos criminales, el cambio de administraciones y el alto nivel de producción de droga sintética en el estado, lo mantienen en el radar del Tío Sam.
