Jalisco castigará con cárcel la violencia ácida

El Congreso de Jalisco reformó el Código Penal estatal para castigar con un máximo de 20 años de prisión los ataques con ácido que se cometen contra las mujeres.

Esta modalidad de la violencia de género ha registrado decenas de casos en el estado durante los últimos años, de acuerdo con autoridades del Gobierno de México.

Según reportes proporcionados vía transparencia por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), durante los Gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador, Jalisco ha sido el escenario de 67 hechos de violencia ácida donde las víctimas fueron mujeres.

Las cifras se recolectaron del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), y hacen referencia, tanto a las mujeres que han sido agredidas con ácido y otras sustancias químicas, como a aquellas que han sido amenazadas con ataques de esta naturaleza.

Los datos

La información otorgada por la Comisión  muestra que el municipio que presenta la mayor incidencia de agresiones por violencia ácida es Puerto Vallarta, la joya turística del estado, con 16 hechos registrados durante dichos sexenios; mientras que el segundo lugar lo ocupa Zapopan, con 14.

En el tercer sitio con la mayor incidencia está Guadalajara, con 10 casos; seguido por otros dos municipios que también forman parte del Área Metropolitana: Tlajomulco de Zúñiga, con seis casos, y Tlaquepaque, con cuatro.

También con cuatro agresiones de violencia ácida aparece Lagos de Moreno; mientras que Ameca y El Salto registran tres cada uno; por su parte, Tonalá, que también es un municipio metropolitano, tiene dos casos.

El resto de los municipios con esta modalidad de violencia de género presentan un caso: Amatitán, Ixtlahuacán de los Membrillos, Ojuelos de Jalisco, San Juan de los Lagos y Zapotiltic.

Ante este panorama, el Congreso de Jalisco aprobó modificar el Código Penal local para adicionar el Capítulo II Bis al Título Décimo Sexto.

Esta adición lleva por nombre “De los ataques con ácido o sustancias químicas, corrosivas, cáusticas o tóxicas” y contiene al artículo 212 Bis.

“Se impondrá de dos a quince años de prisión al que, por sí o por interpósita persona, ataque a otra utilizando para ello ácidos, sustancias químicas corrosivas o cáusticas, que genere lesiones internas, externas o ambas, sin perjuicio de las sanciones que se apliquen por la comisión de otros delitos”, establece el artículo.

Añade que cuando el ataque se cometa por razones de género y entre el activo y la víctima exista o haya existido una relación de parentesco por consanguinidad, afinidad, civil, concubinato, noviazgo o cualquier tipo de relación sea de convivencia, laboral o docente, la pena se aumentará hasta un tercio.

Jalisco ácido

Los registros que proporcionó la Conavim sobre la “violencia ácida en el estado, muestran que 61 mujeres que fueron víctimas de este tipo de agresiones son adultas, mientras que las seis víctimas restantes son adultas mayores, lo que implica que no se tienen antecedentes en esta temporalidad de niñas o mujeres adolescentes que hayan sufrido este tipo de ataques.

En cuanto al vínculo que tenía el agresor con la victima, el organismo señala que en su gran mayoría se trató de atacantes que tenían algún tipo de lazo familiar con las mujeres agredidas, así sucedió en 56 casos; entre los lazos específicos que se detallan pueden mencionarse los siguientes: expareja, madre o padre, cónyuge o pareja, hijo (a), hermano(a) y concubina.

En otros dos casos, el vínculo entre el agresor y la víctima se clasificó como “en la comunidad”; en otro más como “laboral y docente”; mientras que en los ocho restantes no se proporcionó el dato.

Con respecto al lugar de los hechos, los registros de la Conavim indican que la gran mayoría de los casos se perpetraron en “espacios particulares”, así sucedió con 58 (principalmente en casas habitación, aunque también hay antecedentes en empresas); mientras que los nueve hechos restantes ocurrieron en espacios públicos (escuela o colegio; estacionamiento y explanada).

En dicho reporte, emitido en noviembre de 2022, la incidencia nacional que informó la Conavim sobre este tipo de violencia, en los dos sexenios citados, fue que se encontraron 797 casos en los que “de la narración de los hechos por parte mujeres víctimas, se desprende que fueron agredidas o amenazadas con causarles daño con ácido o algún químico similar como gasolina (Folio 331001222000210)”.

El primer lugar nacional lo ocupó Chihuahua, con 97 casos; el segundo, Quintana Roo, con 87 casos; y el tercero, Jalisco, con 67 casos.

Punto omitido

Hace unos días, el 9 de marzo de 2023, la Cámara de Diputados también aprobó reformas para castigar penalmente la violencia ácida; sin embargo, los legisladores federales consideraron un elemento favorable para las víctimas, pero que pasó de largo para el Congreso local: el acceso a las cirugías reconstructivas.

La Cámara informó que el dictamen que fue avalado adiciona el Capítulo I Bis “Lesiones inferidas con ácido o sustancias similares” y un artículo 301 Bis al Título Decimonoveno del Código Penal Federal, para imponer de siete a quince años de prisión y de trescientos a setecientos días multas:

“A quien por sí o por interpósita persona infiera lesión o lesiones a otra persona, utilizando para ello cualquier tipo de ácido, álcali, agente o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable”.

Bajo ciertos agravantes, la sanción puede crecer hasta igualar a la del “homicidio o el feminicidio, en grado de tentativa, según corresponda“.

El dictamen se remitió al Senado, no obstante, lo destacable es que se adicionó también el artículo 36 de la Ley General de Víctimas: “a fin de estipular que, a las víctimas de lesiones inferidas con ácido o sustancias similares, se garantizará el acceso a cirugías reconstructivas”.