¿Un ataque contra la prensa?
El asesinato, amenaza y persecución de los periodistas se ha convertido en un tema delicado para México, desde un ambiente nacional en el que impera la impunidad y las organizaciones criminales toman por asalto las instituciones.
La reciente muerte de Javier Valdez, periodista sinaloense, impactó al gremio en la última semana hasta el punto en que se llevaron a cabo diversos actos de protesta para manifestar el descontento por la vulnerabilidad de quienes ejercen la profesión informativa.
Jonathan Ávila
El asesinato, amenaza y persecución de los periodistas se ha convertido en un tema delicado para México, desde un ambiente nacional en el que impera la impunidad y las organizaciones criminales toman por asalto las instituciones.
La reciente muerte de Javier Valdez, periodista sinaloense, impactó al gremio en la última semana hasta el punto en que se llevaron a cabo diversos actos de protesta para manifestar el descontento por la vulnerabilidad de quienes ejercen la profesión informativa.
Sin embargo, en su contexto se dieron otros relevantes ataques a la prensa local, como el caso de Jonathan Rodríguez Córdoba y Sonia Córdoba Oceguera, quienes fueron víctimas de un ataque en el municipio de Autlán mientras se encontraban en su auto.
Jonathan falleció y Sonia resultó con heridas que llevaron a trasladarla a la Zona Metropolitana de Guadalajara para ser atendida.
Estas dos personas laboraban en el semanario El Costeño, un medio local de la región Costa Sur de Jalisco. Sonia fungía como subdirectora comercial y su hijo se iniciaba en el periodismo, como afirman algunos medios de la región, además de ser el nombre responsable en los registros de pagos publicitarios de El Costeño.
Aunque las autoridades locales se han empeñado en desligar el caso de un posible ataque debido a la información que esta familia proporcionaba en su medio regional.
Sin especulaciones
Un día después del ataque el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, descartó que estuviera dirigido a Sonia, quien para las autoridades es la única que tenía nexos con el oficio periodístico.
“Estamos revisando la agresión en este momento, de acuerdo al pericial, no va dirigida directamente a ella. Estamos en la indagatoria para ver cuál fue el móvil, el motivo. Estamos ya con todos los antecedentes, toda la investigación, pero de entrada, no les puedo anticipar que el móvil sea dirigido por un interés de alguien que se dedica al periodismo.
“Entonces yo les pediría que no especulemos, me gustaría que no involucren hasta no tener claridad en el móvil y la investigación que hoy se continúa”, señaló el gobernador durante un evento público en Puerto Vallarta.
No obstante que algunos medios han afirmado que Jonathan sí realizaba tareas informativas para el medio en el que también participaba su papá, Héctor Rodríguez Peñaloza, directivo de El Costeño.
Excelsior destacó que el joven era reportero, además de que tras el ataque la Comisión Nacional de Derechos Humanos se pronunció por el caso jalisciense y pidió a las autoridades no desechar el móvil periodístico de sus investigaciones.
Este miércoles en rueda de prensa, el fiscal general Eduardo Almaguer Ramírez mencionó que Sonia Córdoba fue la que descartó que su ataque estuviera relacionado con las publicaciones de El Costeño, debido a que no se abordan temas relacionados a grupos delictivos de la región.
No obstante que de acuerdo a la información difundida por fuentes anónimas a los distintos medios locales se habla de que Jonathan ya había sido privado de su libertad en al menos dos ocasiones, de acuerdo a declaraciones de miembros de la Fiscalía al diario Milenio Jalisco.
Esto abona a la tesis de la Fiscalía, en la cual se menciona que el ataque fue perpetrado directamente en contra de Jonathan.
Por otro lado, Eduardo Almaguer señaló que la Comisión Nacional de Seguridad ya tenía conocimiento de amenazas en la zona de Autlán.
Se hablaba de un posible ataque a dos hermanos del semanario El Costeño que tenían un auto rojo, el mismo color que el automóvil en el cual se encontraban Sonia y Jonathan.
Aunque también, en su momento, la subdirectora comercial de El Costeño negó que existieran amenazas en contra de personas ligadas al semanario.
Aumenta la violencia
Jalisco se encuentra en un encono grave de violencia que aumentó en el último año, según datos arrojados por Índice de Paz en México, del cual se señala que la tasa de homicidios aumentó un 18 por ciento y que en un 61 por ciento de esos casos las muertes se cometieron con arma de fuego, es decir, con un uso considerable de violencia.
A pesar de que existe una Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado, ésta ha pasado desapercibida para el grueso de los periodistas locales, o en otros casos han preferido obviar sus mecanismos por la desconfianza en la autoridad local, pues la normatividad y su operación dependen directamente de la Secretaría General de Gobierno.
Sin embargo tras el ataque en Autlán, el gobernador ofreció unas palabras para mostrar su apoyo a los reporteros del estado.
“Pero para mí es una de las prioridades, yo hago un llamado a todo el periodista en Jalisco que sienta cualquier tipo de amenaza cuenta con todo mi respaldo, respaldo de mi gobierno, aquí es una profesión que de acuerdo a la tolerancia se respeta, a la libertad de expresión, a la libertad de investigación de trabajo y, sobre todo, a la veracidad”, agregó Sandoval.