Ismael ‘Mayo’ Zambada se rinde en Texas y le pone punto final a una era

Presunto fundador del llamado ‘Cártel de Sinaloa´, orquestador de un poderío estratégico y dueño de un bajo perfil, el legendario hombre del narcotráfico mexicano se encuentra bajo la custodia del Departamento de Justicia de Estados Unidos
Linaloe R. Flores Linaloe R. Flores Publicado el
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Ismael “El Mayo” Zambada García, la leyenda del llamado Cártel de Sinaloa, se entregó ayer a autoridades de Estados Unidos, en un aeropuerto de El Paso, Texas, después de medio siglo de persecución, publicación de recompensas, investigaciones abiertas y atribuciones de actos criminales extrajudiciales. La Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ofrecía 15 millones de dólares por quien reportara sus movimientos o paradero.

A Ismael “El Mayo” Zambada, de 76 años de edad, con supuestos refugios en Sinaloa, Sonora y Durango, se le atribuye la fundación de esa organización, una estructura cuya complejidad no ha logrado ser explicada por especialistas ni autoridades. Lo cierto es que su perfil siempre fue discreto. Su imagen está contenida en muy pocas fotos que son, en su mayoría, el registro de fiestas como bautizos o bodas. Su actuar ha sido contado por varios corridos, a veces como el centro de la epopeya, pero otras solo como referente.

Él mismo se describió como un fugitivo en la entrevista que de manera extraordinaria le concedió al periodista Julio Scherer García en 2010. “Huí por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo. A mí me agarran si me estoy quieto o me descuido, como al Chapo. Para que hoy pudiéramos reunirnos, vine de lejos. Y en cuanto terminemos, me voy”.

Pero su autoridad y estrategia en la realidad que transcurre en paralelo a la cotidianidad de Culiacán, Sinaloa, la supuesta ciudad en la que realizaba sus operaciones, eran reconocidas. Los pobladores le atribuyeron un gran despliegue táctico cuando tropas de civiles armados rescataron a Ovidio Guzmán López –hijo del “Chapo” Guzmán– quien había sido detenido por el Ejército mexicano. Una balacera que duró unas cinco horas predominó en la ciudad.

Para Erubiel Tirado, profesor del posgrado de Historia y coordinador del diplomado de seguridad nacional en la Universidad Iberoamericana, “el golpe” que recibe el llamado Cártel de Sinaloa con la detención de Zambada García lo aminora en la geografía del narcotráfico mexicano.

“Es un corporativo de organizaciones. Cuando menos se han identificado cuatro facciones o vertientes y dos de ellas están fuera de circulación. Sobre todo la de los hijos del ‘Chapo’ que se vino a debilitar después de la extradición de Ovidio Guzmán. Con la detención del ‘Mayo’ la degradación o la disminución de la fuerza del Cártel de Sinaloa llega a un 50 por ciento de su composición original”.

Abunda que en ese escenario en el que el grupo de Ismael Zambada García perderá influencia en ciertas zonas, el otro grupo delincuencial connotado, el Cártel Jalisco Nueva Generación, “debe estar preparando reacomodos”.

Una vieja guardia

Ayer concluyó una era de narcotraficantes mexicanos de la vieja guardia que tenía ciertos códigos. En los 70, 80 y 90 del siglo pasado, se les identificaba porque sus acciones las realizaban lejos de la población civil y su última opción era la violencia.

“El Mayo” formó parte de una generación de narcos mexicanos cuyo principal ilícito era el tráfico de mariguana hacia Estados Unidos. El “negocio” lo desarrollaron capos como Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca, Rafael Caro Quintero, Juan García Abrego y Amado Carrillo.

Cuando Rafael Caro Quintero tenía 18 años y un trabajo como chofer de camiones transportistas de diversas mercancías, se unió a Pedro Avilés Pérez, quien tenía el control de los sembradíos de marihuana en Badiraguato, Sinaloa. Avilés, quien era conocido como el “León de la Sierra”, fue acribillado el 15 de septiembre de 1978. Quiso el destino que Rafael Caro Quintero se quedara a cargo.

La imagen de “El Mayo” Zambada está contenida en muy pocas fotos que son, en su mayoría, el registro de fiestas como bautizos o bodas. Foto: Especial

Con el liderazgo recién heredado, conoció a Ernesto Fonseca Carrillo y Juan José Esparragoza. Entonces, se inició la leyenda del narcotráfico moderno. A la triada Fonseca-Esparragoza-Caro se le adjudicó la conformación del llamado Cártel de Guadalajara.

Un agente de la DEA, conocido como “Kiki” Camarena, se infiltró en la agrupación. El 7 de febrero de 1985 fue secuestrado al salir de las oficinas del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara, Jalisco. Estados Unidos inició una crisis diplomática con México. El entonces presidente Ronald Reagan le exigió a Miguel de la Madrid, su homólogo, que detuviera a los culpables.

En abril de 1985 el narcotráfico ingresó a las primeras planas de los diarios de donde no ha salido hasta ahora. Con un perfil muy bajo y fuera del escándalo, el “Mayo” Zambada había fundado “El Cártel de Sinaloa”.

Detienen a hijo del ‘Chapo’

Con Zambada García se encontraba Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Griselda López, quien también se puso a disposición del Gobierno de Estados Unidos. Motejado como “el güero”, Guzmán López habría participado en la fuga de su padre del penal de máxima seguridad El Altiplano por un túnel en 2015. En sus manos estaría parte de los resabios de la organización que quedó tras el encarcelamiento de su padre en Nueva York.

El fiscal general Merrick Garland confirmó en un comunicado que el Departamento de Justicia tenía en su custodia a dos supuestos líderes del Cártel de Sinaloa, “una de las más violentas y poderosas organizaciones del mundo”.

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