Invierte en Galicia

La alegría fue unísona.

“Pemex da aire a Galicia, es una gran noticia, un alivio, una puerta de esperanza, un éxito colectivo”, fueron frases que se imprimieron ayer en la prensa nacional y local de la comunidad de Galicia, provenientes de actores políticos de toda España.

La causa era la confirmación –aunque no la sorpresa- de que Pemex construirá en las ciudades gallegas de Vigo y Ferrol dos hoteles flotantes (floteles) para dar hospedaje a sus trabajadores que laboran en plataformas marinas.

Peniley Ramírez Peniley Ramírez Publicado el
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personas ha dejado en el desempleo Navantia en los últimos dos años
De la primera vez que se divulgó la licitación para construir los floteles a su anuncio de adjudicación este martes, el precio de los equipos aumentó en 417 millones de dólares

La alegría fue unísona.

“Pemex da aire a Galicia, es una gran noticia, un alivio, una puerta de esperanza, un éxito colectivo”, fueron frases que se imprimieron ayer en la prensa nacional y local de la comunidad de Galicia, provenientes de actores políticos de toda España.

La causa era la confirmación –aunque no la sorpresa- de que Pemex construirá en las ciudades gallegas de Vigo y Ferrol dos hoteles flotantes (floteles) para dar hospedaje a sus trabajadores que laboran en plataformas marinas.

Lo describió el secretario general del Partido Socialista Gallego, José Ramón Gómez Besteiro, quien declaró que es una noticia positiva, pero que “ya estaba descontado”.

Pemex aplazó en cinco ocasiones el anuncio de qué empresas habían ganado el concurso para construir los dos floteles. En España los políticos daban por hecho que sería en los astilleros Navantia y J. Barreras.

El mayor promotor de la esperanza era el presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijó, quien incluso usó el argumento de que existía un acuerdo con Pemex para su campaña de reelección en 2012.

Pero el aplazamiento trajo otra consecuencia. De la primera vez que se divulgó la licitación para construir los floteles a su anuncio de adjudicación este martes, el precio de los equipos aumentó en 417 millones de dólares (5 mil 600 millones de pesos).

Todavía en diciembre del año pasado, cuando se aplazó el fallo de la licitación hasta la segunda quincena de enero, los reportes oficiales indicaban que el costo de cada flotel sería de 190 millones de dólares.

Con la confirmación de los ganadores, sin embargo, las cifras se multiplicaron.

Cada uno de los floteles que se construirán en Galicia costará 407 millones de dólares (5 mil 300 millones de pesos), en un contrato que durará hasta 2026 y que incluye los servicios de hospedaje y alimentación.

Las transacciones financieras se realizarán a través de PMI Norteamérica, una filial de la petrolera que constituida en México en 1993, que no es paraestatal y por tanto no es auditable en todas sus operaciones por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Tabla de salvación

Los trabajadores de los astilleros, sin embargo, vivieron meses de angustia, según relató ayer en su crónica sobre el anuncio el diario El País.

Estos empleados “veían en estos contratos una tabla de salvación para un sector especialmente castigado por la crisis económica”.

El astillero Navantia, con sede en Ferrol, entregó el último barco con el que empleaba a su plantilla el 15 de diciembre. Su situación era desesperada.

El secretario del Comité de Empresa de Navantia Ferrol, Lito Blanco, declaró el martes a Europa Press: “Si hace tres o cuatro meses hablábamos de estar al borde del precipicio hoy estamos cayendo, nos estamos jugando si va a haber carga de trabajo.

“Si no contratamos ese buque, el flotel, este año no habrá posibilidades de tener otro contrato; o este año trabajamos en ese buque o no será en ninguno”.

En los últimos dos años, Navantia ha dejado en el desempleo a 3 mil personas, pertenecientes a más de 80 empresas que les daban servicios, según sus datos internos.

Con el contrato de Pemex, ahora podrá ocupar a 500 de sus trabajadores en confeccionar uno de los floteles, que deberán entregar en junio de 2016.

Astilleros Barreras, el nuevo socio

El segundo flotel de 407 millones de dólares se construirá a cargo de los astilleros J. Barreras, con sede en Vigo, de los que ahora Pemex controla el 51 por ciento.

Será el sexto encargo que le haga Pemex en un mes. El 16 de diciembre, el coordinador de asesores de la petrolera, Carlos Roa, anunció que este astillero construiría en 2014 para la paraestatal un barco atunero, tres buques-tanque y un buque abastecedor.

Los barcos tendrían un costo aproximado de 300 millones de euros (5 mil 500 millones de pesos) y garantizarían trabajo para los empleados del astillero, que salió de sus apuros financieros gracias a la inyección de capital de Pemex.

Con el anuncio de los floteles, el presidente del astillero Barreras, José García Costas, se aventuró a declarar que “vendrán más novedades”.

En conferencia de prensa en Vigo, Costas dijo que el 7 de febrero irá a esa región una delegación de Pemex y podrían venir más anuncios que beneficiarán a otros astilleros gallegos.

Costas fue consejero de Carlos Mouriño Atanes, padre del fallecido funcionario calderonista Juan Camilo Mouriño, en el Club Celta de Vigo.

Su permanencia por seis años más al frente del astillero Barreras fue aceptada por Pemex cuando adquirió la participación mayoritaria en la empresa.

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