La administración de la alcaldesa Margarita Arellanes dio el primer paso para integrar a Policía y Tránsito de Monterrey, dos corporaciones que durante años experimentaron la infiltración del crimen organizado.
Ayer, el Cabildo regiomontano aprobó por unanimidad las reformas al Reglamento Orgánico del Gobierno Municipal que avalan la integración de las áreas administrativas de ambas dependencias.
Estas modificaciones sientan las bases para unificar a las dependencias bajo un solo mando, pero en dos meses se prevé concluir la armonización de la normativa para integrar sus áreas operativas.
Con la nueva Secretaría de Seguridad Pública, Vialidad y Tránsito se pretende aumentar la coordinación y el intercambio de información humana y tecnológica a través del C-4 municipal.
Arellanes dijo que ambas corporaciones suman cerca de 700 elementos y que los otros 300 cadetes que están en capacitación se graduarán en agosto, bajo este nuevo esquema policial.
Sin embargo, la munícipe precisó que no se fusionarán ambas dependencias para crear un “Politrans”, sino que los agentes se auxiliarán mutuamente en la atención de delitos y siniestros viales, sin sustituir funciones.
“El tránsito ni siquiera tiene la misma plataforma de comunicación para poder dar aviso al C-4 y que venga un policía, ya sea municipal o estatal”, explica la alcaldesa.
“En este caso los tránsitos ya van a tener, además de la preparación, un solo mando, van a poder coadyuvar, auxiliar, a que se preste atención a los ciudadanos”.
La edil aclaró que los efectivos de Tránsito no contarán con portes de armas y que esta corporación está a la espera de los últimos resultados de las pruebas de control de confianza para concluir con la depuración.
“Estos resultados son los que van a marcar con cuántos elementos de Tránsito se quedarán, permanecerán en la corporación y cuántos deberán de salir”.
La panista no pudo precisar el ahorro que significa esta integración administrativa, pero estima una inversión de 65 millones de pesos para equipamiento y 100 patrullas que se adquirirán en los siguientes dos meses.
El dinero proviene del Municipio y de recursos canalizados del Fideicomiso para la Distribución de Fondos para la Seguridad Pública (FOSEG).
“Actualmente la administración se encuentra en un proceso de adquisición de equipo nuevo para ambas corporaciones, estamos conscientes de que debemos de apoyar a esta dependencia y hemos ya canalizado recursos para la misma”.
Como parte del proceso de integración está contemplado la ampliación de las oficinas de la Policía en el Parque Alamey, con el fin de habilitarlas como un campus de la Universidad de Ciencias de la Seguridad del Estado.
Según Arellanes, las instalaciones tendrán la capacidad para entrenar hasta 500 elementos bajo el nuevo esquema de seguridad.
La construcción de esta Academia Municipal, actualmente en proceso de licitación, tendrá un valor de 4 millones de pesos.
La edil espera que la operatividad del nuevo modelo policial arranque mientras se hacen los cambios en la normativa local.
“Estamos esperando que en la próxima sesión ya iniciemos la consulta pública para concluir con el proceso legislativo completo.
“Todo lo estamos alineando precisamente para que se tenga la parte normativa, estemos en oportunidad de iniciar la parte operativa y que también se cuente con el equipamiento necesario”.
Los cambios se dan luego de que en el trienio anterior ambas corporaciones sufrieron una de sus peores crisis, con la infiltración del narcotráfico en sus estructuras y la ejecución de varios policías y tránsitos.
