El pasado 30 de julio Cindy Cazarez Siqueiros de 31 años de edad y Érika Montes de Oca, ambas enfermeras del IMSS desaparecieron junto a un conductor de Uber, identificado como Antonio “N” en Mazatlán Sinaloa.
La última vez que se les vio fue presuntamente en un bar de Mazatlán y posteriormente se reportó su desaparición. Ante esto, los trabajos de búsqueda de las tres personas duró hasta el 5 de agosto, cuando se hallaron restos en una fosa clandestina en la comunidad de Villa Unión.
Fue la misma noche de su desaparición cuando los tres fueron asesinados y calcinados de acuerdo con las primeras versiones que señalan a 4 presuntos culpables por estos hechos.
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Ante esto, el IMSS lamentó en un comunicado el homicidio de las dos enfermeras adscritas a esa institución en Sinaloa; comentaron que dará seguimiento a los resultados de las investigaciones judiciales y esperan que se castigue a los responsables.
Lamenta IMSS asesinato de enfermeras en Sinaloa. pic.twitter.com/ubAv5zuj61
— IMSS Sinaloa (@ImssSinaloa) 14 de agosto de 2017
Medios locales reportaron que la Fiscalía General del Estado indicó la detención de cuatro hombres vinculados a proceso por los delitos de privación ilegal de la libertad personal, homicidio, feminicidio y robo de vehículos ligados.
Al parecer, hallaron el automóvil sustraído al conductor de Uber, un Versa, que continuaba en uso por parte de dos supuestos agresores.
En él, viajaban por el Fraccionamiento Los Sauces en Mazatlán, Luis “N” de 41 años de edad, originario de esa entidad y Ernesto “N” de 18 años.
Y en otro automóvil Civic, se desplzaban por esa misma zona “Marco “N” y Juan “N”, ambos menores de 20 años, además que portaban sobres con “polvo blanco” e identificaciones de las enfermeras.
El Versa estaba reportado como robado, luego de la desaparición de Antonio, el conductor de Uber.
Reclaman por seguridad
Compañeros de Cindy y Érika marcharon en Mazatlán el pasado 8 de agosto cuando exigían el hallazgo de ambas y avances en las investigaciones.
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Se conformaron dos contingentes y uno de ellos bloqueó durante 10 minutos la Avenida Cruz Lizárraga para exigir ver las cámaras de video, que supuestamente se encontraban en el lugar donde se les vio por última vez.
