Inseguridad a bordo de aplicaciones de transporte
Aplicaciones como Uber, Didi o Cabify, eran una opción segura para trasladarse, sin embargo, la delincuencia y la violencia contra las mujeres se ha hecho presente en estos servicios cada vez con más frecuencia
Luz RangelEl servicio de autos por aplicaciones, sobre todo en horario nocturno, era una opción para hacer frente a la inseguridad en el transporte público o en los taxis convencionales.
Sin embargo, plataformas tecnológicas para que conductores se conecten con usuarios que buscan viajes tampoco se han librado de estar involucrados en la comisión de delitos. Esto impacta negativamente en el nivel de confianza que la ciudadanía tiene del transporte.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), 74.5 por ciento de la población manifestó sentirse insegura en el transporte público.
“Es lamentable que los usuarios ocupen estas Apps bajo la presunción en su publicidad de ser la opción más segura y confiable, cuando la realidad es que los usuarios siguen estando expuestos a una serie de riesgos, hechos violentos y delictivos”, afirmó en un comunicado Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.
El caso de Mara Fernanda Castilla es de los primeros que resonaron en el país. El 8 de septiembre de 2017, la estudiante de 19 años desapareció desde que abordó un coche de Cabify minutos después de las 05:00 de la madrugada. La Fiscalía General del Estado de Puebla reportó el hallazgo de su cuerpo tras una semana de búsqueda e informó que su feminicidio fue cometido en un hotel; un año después el chofer fue vinculado a proceso.
Además de la privación de la vida, hay otros delitos. En Twitter, la guanajuatense Brenda de la Mora narró que pidió un Uber la madrugada del 16 de agosto de la Central de Autobuses del Norte a la calle Andrés Bello, en Polanco. Según el hilo del relato, el conductor la amenazó con un arma y luego aventó su teléfono celular por la ventana, por lo que ella se lanzó del auto en movimiento y dejó todas sus pertenencias a bordo. Otro vehículo se detuvo a ayudarla y entonces supo que estaba en Ecatepec.
En un comunicado, la empresa informó que inhabilitó de inmediato la cuenta del socio conductor señalado. La firma ofreció su apoyo a la usuaria para realizar la denuncia ante las autoridades.
¿Y la regulación de seguridad de las aplicaciones?
Es el auge de las aplicaciones: Uber llegó a México en 2013, fue la primera en su tipo. Para 2019, la firma opera en más de 40 ciudades donde compite con decenas de firmas internacionales y nacionales, pues según Statista, portal de datos estadísticos, en el país 14.2 por ciento de la población ya utiliza opciones de movilidad digital.
Incluso surgió Laudrive, el servicio de taxis solo para mujeres con conductoras para resguardar su seguridad. Pero ¿cómo se cumplirá esta promesa de brindar mayor seguridad que el transporte público o los taxis convencionales?
Desde 2015, entidades como Guanajuato, Querétaro, Coahuila, Yucatán, San Luis Potosí, Colima, Sonora y Baja California modificaron sus leyes para reconocer los modelos de negocio bajo los que operan las Empresas de Redes de Transporte (ERT) pero establecieron requisitos mínimos de seguridad para los usuarios, como contar con frenos antibloqueo, cinturón de seguridad y bolsa de aire, según detalla el reporte de 2017 Repensar la competencia en la Economía Digital de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
De manera que ha quedado en manos de los Congresos locales la reglamentación sobre licencias, verificación y formas de pago, fundamentalmente en las Leyes de Movilidad. Mientras que la seguridad queda sujeta a los términos de la empresa.
En Puebla, tras el homicidio de Mara Castilla, el gobierno estatal canceló el registro a Cabify. La empresa nunca se enteró de que el victimario había sido detenido meses antes por robo de hidrocarburos.
En noviembre de 2017, la Ley de Transporte en la entidad fue modificada a fin de que los choferes presentaran exámenes toxicológicos y psicométricos cada seis meses. Y al cumplir con esta disposición, la firma recuperó su registro.
En el caso de la capital del país y tras el caso de Brenda de la Mora, la Policía de Investigación señaló a siete colonias donde se registra mayor número de ataques a mujeres que viajan en taxi o en vehículos controlados por plataformas digitales: Polanco, Nápoles, Roma, Condesa, Santa Fe, Escandón y San Jerónimo.
Andrés Lajous Loaeza, secretario de Movilidad de la Ciudad de México, dio a conocer que adicional al botón de pánico con el que ya contaban algunas aplicaciones, habrá uno que alertará en un promedio de seis minutos desde una aplicación celular conectada al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano, C5.
Entidades como Jalisco también optarán por esta medida, mientras que otros estados como Querétaro y el Estado de México pactaron la colaboración para el intercambio de información relevante con la Fiscalía local.
La propuesta más reciente para endurecer la regulación de aplicaciones de transporte está orientada a gravar impuestos a las plataformas digitales o aplicaciones, según el convenio recién firmado por el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuellar y Luis Rodrigo Salinas, titular de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon). Es decir, está orientada a la normatividad económica, pero no de seguridad.