La Iniciativa Mérida, el plan maestro de colaboración en materia de combate binacional contra el narcotráfico dejó de brillar.
Especialistas coinciden en que si bien no es un esfuerzo que deba quedar en el olvido, sí se ha dejado de lado por parte de ambos gobiernos.
Desde la Secretaría de Gobernación se centralizó la información, mientras que el país del norte optó por disminuir la ayuda, que no solo es en recursos económicos, también lo era en cursos de capacitación y en un principio hubo hasta donaciones de aeronaves y computadoras.
Al ser una alianza no pactada en el papel, todo depende de las partes, y si bien la Iniciativa Mérida tuvo su época dorada con Felipe Calderón, hoy vive tiempos de crisis, pues con Andrés Manuel López Obrador no está teniendo impulso.
“Este plan tenía como principal objetivo fortalecer la colaboración en materia de seguridad para disminuir la capacidad operativa de los grupos criminales que están en México.
“En este sentido se pensó primero en orientar la cooperación en materia de seguridad hacia el descabezamiento de los grupos criminales, capturar a los líderes. Lo cual fue parte de la estrategia de seguridad de Felipe Calderón y continuó con Peña Nieto”, afirma el especialista Armando Rodríguez Luna, integrante del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).
En los primeros años de la Iniciativa Mérida -que inició en 2008- se consideró incrementar las capacidades operativas tanto de las Fuerzas Armadas mexicanas, como de las instancias de justicia y de seguridad pública como la SSP que dirigía Genaro García Luna y la PGR de Eduardo Medina Mora y Arturo Chávez Chávez.
“Ahí es donde se envió en esos dos años la mayor cantidad de recursos técnicos, desde aviones y helicópteros hasta computadoras. Los siguientes años, ya con Peña Nieto, hubo un cambio importante en el marco de cooperación que proveía la Iniciativa Mérida”, rememora el experto.
“Si con Calderón se fortaleció a las Fuerzas Armadas, a las instancias de seguridad pública y de justicia, también hubo mucho intercambio de información e inteligencia con cada una de estas agencias.
“Por parte de Estados Unidos estaba el Departamento de Homeland Security (DHS), estaba el Departamento de Justicia y por supuesto el Departamento de la Defensa y el Departamento de Estado. Lo que eso generó fue que hubo una segmentación muy importante en el intercambio de información, no había una manera de centralizar esa información de inteligencia y ese fue el cambio que propuso Peña Nieto y que implementó”, afirma.
“La Iniciativa Mérida ha quedado fuera, gradualmente se ha desdibujado de sus objetivos y de sus acciones iniciales y ahora no parece que vaya a haber un contexto adecuado como para reimpulsar este plan por todo lo que ha venido sucediendo en los últimos días”, considera Armando Rodríguez.
Este desdibujamiento está relacionado con que no hay un documento oficial, además de que es evidente que entre Trump y AMLO ahora no existe la misma relación que con los mandatarios anteriores.
“Con México si bien siempre es una relación diferente que con el resto del mundo, también se contrajo la cooperación, no fue su prioridad, al contrario, fue su prioridad (de Donald Trump) establecer medidas muy específicas para obligar al Estado mexicano a resguardar la frontera México con Estados Unidos e implementar acciones ante la migración en la frontera sur de México”, explica.
La captura clave de la caída de la Iniciativa Mérida
La detención del exsecretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos en Los Ángeles, California, podría ser la antesala de un cambio en el combate binacional contra la delincuencia organizada, afirma Gabriela de la Paz Meléndez, profesora de la Escuela de Ciencias Sociales del Tec de Monterrey.
“La captura del General lo que provoca es que las dos partes se replanteen los beneficios que les representa estar dentro de la Iniciativa Mérida, pero no me cabe la menor duda de que a EU sí le interesa seguir teniendo este nivel de cooperación con México”, explica la especialista.
La Iniciativa Mérida dirige fondos públicos, pero no a voluntad del presidente de Estados Unidos, sino que son autorizados cada año por el Congreso estadounidense.
Gabriela de la Paz considera que Estados Unidos buscará un replanteamiento de este pacto porque al país del norte le interesa tener una cooperación permanente con las Fuerzas Armadas y compartir operaciones de inteligencia, cosas que facilita la Iniciativa Mérida
“Esta cooperación ha ido disminuyendo con el paso de los años. Pero decae más con los presidentes que tenemos en la actualidad. Donald Trump dice: ‘yo no tengo por qué darle dinero a México para eso, en todo caso que me paguen el muro’. Ya sabemos el discurso de Donald Trump”, explica.