Aunque el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha logrado concluir los trabajos constructivos de una proporción importante de los 327 establecimientos de salud, que fueron heredados en abandono por pasados Gobiernos, hay otro gran apartado de esas instalaciones médicas donde las obras han sido clasificadas como “dadas de baja” y “suspendidas”.
Desde el 26 de mayo de 2022, el propio Insabi difundió los avances que había concretado en esta materia, bajo el objetivo de recuperar esta infraestructura de salud que no le estaba generando ningún beneficio a los mexicanos.
“De los 327 establecimientos de salud que se encontraban abandonados por sexenios anteriores, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha concluido 153 unidades médicas, de las cuales 111 corresponden a centros de salud y 42 a hospitales”, informó el titular de la Unidad de Coordinación Nacional de Infraestructura y Rehabilitación de Establecimientos de Salud del Insabi, Carlos Sánchez Meneses.
No obstante, registros brindados por el organismo vía transparencia, muestran que además de esas 153 unidades médicas que ya se encuentran terminadas, existen 18 que fueron clasificadas como “obras dadas de baja”, y otras 106 como “obras suspendidas”, mientras que las 50 restantes aparecen como “obras en proceso”.
En este estatus están comprendidos 13 centros de salud, una unidad de apoyo, dos instalaciones sin especificar y dos hospitales generales: el Hospital General Actopan, que estaba proyectado para el municipio de Actopan, en el estado de Hidalgo; y el Hospital General Naranjos, que se iba a localizar en el municipio de Naranjos Amatlán, en el estado de Veracruz.
En el ámbito de las “obras suspendidas”, las tres entidades federativas que resultan más afectadas son: Oaxaca, en primer lugar, con 54 instalaciones en este estatus; Jalisco, en el segundo sitio, con 20; y el Estado de México, en el tercer lugar, con ocho. Después aparecen los estados de Chihuahua (cinco), Veracruz (cinco), Baja California (tres); Ciudad de México (dos) y Nayarit (dos).
Mientras que todos los siguientes estados del país aparecen con una instalación de salud en esta condición de suspensión: Baja California Sur, Campeche, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Tamaulipas (folio 332459722000965).
En las “obras suspendidas” están comprendidas las siguientes instalaciones médicas: 65 centros de salud, 16 hospitales de la comunidad, 11 hospitales generales, siete hospitales especializados, tres Unidades de Especialidades Médicas (UNEME), dos Unidades de Apoyo, una instalación identificada como “Instituto Nacional de Salud” y una más sin especificar en su tipo.
Unidades con puertas abiertas reportadas por el Insabi
En un comunicado del 17 de agosto de 2022, el Insabi precisó cuántas de estas instalaciones de salud pública que fueron terminadas en sus trabajos constructivos, ya se encontraban, además, en plena operación y, por lo tanto, otorgando atención médica a la población mexicana.
“Hasta octubre de 2021 se han concluido 153 unidades de salud, 43 hospitales y 110 centros de salud en 26 entidades federativas y se trabaja en 50 en el periodo 2021-2022. (…) De las 153 obras concluidas, 96 ya se encuentran en operación, con lo que se habilitaron tres mil 278 camas distribuidas en 23 entidades federativas para atender a población sin seguridad social.
“De las 327 obras abandonadas, destinadas a la atención médica de población sin seguridad social, 224 son hospitales y 103 centros de salud; están ubicadas en 31 entidades federativas”.
En ese documento, el organismo que fue creado durante la actual administración federal, asegura que las instalaciones médicas abandonadas que no han sido terminadas ni se encuentran en proceso de ser concluidas, están en una fase de regularización y se concluirán antes de 2024.
Posteriormente, el 03 de noviembre de 2022, el director general del Instituto, Juan Antonio Ferrer Aguilar, brindó un dato contradictorio durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Senado de la República, pues confirmó que dos decenas de esas instalaciones abandonadas habían sido “dadas de baja”, como se ha corroborado en los registros que otorgó el organismo vía transparencia:
“En materia de infraestructura, recordó que al inicio del sexenio se encontraron 327 obras inconclusas y abandonadas, de las cuales 20 obras causaron baja”.
Por la información que expuso el funcionario federal en esa sesión, todo indica que el organismo ya considera concluidas la mayor parte de las obras que estaban catalogadas como “obras en proceso”.
“Informó que en 2019 se concluyeron 72 centros de salud y 18 hospitales; en 2020, 34 centros de salud y 14 hospitales; en 2021, 23 centros de salud y 10 hospitales; en 2022, 18 centros de salud y 9 hospitales”.
En aquella comparecencia de Ferrer Aguilar ante la Comisión de Salud del Senado de la República, expuso que las labores de conclusión de la infraestructura médica requeriría de una bolsa presupuestal que superaría los cinco mil millones de pesos, considerando que su ejercicio se extendería por un par de años.
Te puede interesar: Insabi, el paso faltante que nunca se dio