Acusando la existencia de un “departamentito” al interior del Departamento de Estado de Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a rechazar su reciente informe sobre derechos humanos. Si bien recalcó que no hay diferencias con el presidente Joe Biden, sino apenas con un grupo de políticos.
“Es un departamentito dentro del Departamento de Estado que protege al conservadurismo de América Latina y del mundo, esa es su función. Por eso ahí van, como era antes, como fueron a buscar a Maximiliano cuando el movimiento de reforma fueron los conservadores, pues ahora a Estados Unidos, allá van todos a presentar sus quejas”, dijo en su conferencia matutina.
Calificando como “un bodrio” el informe en materia de derechos humanos presentado el pasado lunes, López Obrador acusó que “no hay sustento, utilizan la calumnia en el departamentito del Departamento de Estado. Pueden contestarme lo que quieran, pero no tienen pruebas. Son calumniadores mentirosos”.
Argumentando que “no es como antes que ellos se quedaban callados, nunca decían nada”, insistió en que el Estado mexicano dejó de ser el principal violador de los derechos humanos. Asegurando que en su Gobierno no hay masacres, torturas, persecuciones o represión. Por el contrario, dijo, se garantiza la libertad de expresión.
El presidente @lopezobrador_ “No hay sustento, utilizan la calumnia en el “departamentito” del departamento de estado de #EEUU , son calumniadores, mentirosos, en #México no se tortura, no hay masacres, hay libertad de expresión”. Dijo. #Mañanera @Notimex @Notimex_TV pic.twitter.com/QH43Cn7z4r
— JAVIER LIRA (@gatografo76) March 22, 2023
“Lo único que hacen con eso es exhibirse”, dice AMLO a Departamento de Estado
Esto si bien recalcó que “hay que diferenciar. No hay un poder monolítico en Estados Unidos, hay mucha dispersión, entonces el presidente Biden muy bien, muy respetuoso”. Además de poner como ejemplo su reunión de ayer con el enviado John Kerry, a quien calificó como “de primera”, y del domingo con legisladores de ambos partidos estadounidenses.
El primer mandatario consideró que, al mantener “una política añeja, anacrónica” de intervencionismo, los miembros del Departamento de Estado “lo único que hacen con eso es exhibirse, hacer el ridículo. Si no fuese un asunto tan importante, pues causaría risa, pero es muy buena la polémica porque antes ellos certificaban de manera unilateral”.
Incluso pidió continuar con esta nueva polémica pues, dijo, ayudaría al Gobierno de Estados Unidos. Llegando a cuestionar el “¿por qué en algunos países no los ven con buenos ojos? Por esa actitud y no es de todos los políticos estadounidenses, es un grupo. Mucho menos del pueblo estadounidense”.