Así como la conferencia mañanera nació como un ejercicio de rendición de cuentas, también lo hicieron los ejercicios de informe de gobierno anuales que cada titular del Ejecutivo debe rendir ante el Congreso de la Unión y el país durante su administración.
Sin embargo, actualmente ninguna de estas prácticas cumplen sus funciones a cabalidad a pesar de que el Informe de Gobierno es un derecho de la ciudadanía.
“Parece que tiene una finalidad electoral. Entonces se pierde el objetivo de los informes de labores y además se pasa por alto que es un derecho que tiene la ciudadanía para saber qué se está haciendo y se convierte en un escaparte para el funcionario en turno, en este caso, para Andrés Manuel López Obrador”, explica en entrevista Fernando Ojesto Martínez Manzur, Maestro en Derecho por la Universidad de Columbia y consultor internacional en materia electoral.
El ejemplo más claro del uso publicitario son los anuncios en los que el mismo presidente habla sobre su IV Informe, pues en todos ellos se puede ver en el fondo alguno de sus proyectos emblema, ya sea la Refinería Olmeca de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA) o el Tren Maya.
Además, se acuñó para el evento el evento del día de hoy la frase “No somos iguales”, con la cual se busca mandar un mensaje sobre los gobiernos pasados.
“Las megaobras son un estandarte desde que inició su gobierno y para él no es una opción dejarlas de lado en su proyecto de nación a pesar de los costos extra que están representando. Por el otro lado son una estrategia de marketing político, por eso usa la frase “No somos iguales”, para señalar a los gobiernos anteriores y diferenciarse de ellos en el sentido de que él si cumple con su palabra, comenta el también catedrático en la Facultad de Derecho de la UNAM.
Verdades a medias en Informe de Gobierno
A pesar de que a lo largo de la historia los presidentes mexicanos han utilizado los Informes de Gobierno para resaltar sus logros con verdades a medias, en este sexenio el uso de datos poco corroborables ha aumentado.
“Al enviar mensajes con verdades a medias o incluso falsos quien pierde es la ciudadanía. Creo que puede ser mucho más objetivo. Pero como sabemos su discurso no está basando en datos duros que sustenten sus logros, algo que definitivamente no es nuevo en los políticos, pero es un fenómeno que sin duda se ha reforzado durante este sexenio”, dice Ojesto Martínez.
El especialista en la materia también asegura que con los procesos electorales de 2023 y 2024 a la vuelta de la esquina, el uso de estos espacios serán aprovechados cada vez más por el presidente para fortalecer y posicionar su movimiento entre la ciudadanía.
“Al contrario, creo que se va a acrecentar conforme nos vayamos acercando a 2024, por lo tanto, las autoridades electorales tendrán que estar muy al pendientes porque esto podría, como ya hemos visto, romper la equidad en las contiendas”.
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