Información y educación sexual para decidir

A pesar de que el diputado local Juan Carlos Leal Segovia promovió una iniciativa para que no se informe sobre el uso de medicamentos para abortar, la Asamblea Feminista de Nuevo León continúa en la lucha por el derecho a decidir
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” es una de las frases de la lucha feminista que apela a múltiples derechos humanos, como el de acceso a la información.

Sin embargo, en el Congreso de Nuevo León, el diputado del Partido Encuentro Social (PES), Juan Carlos Leal Segovia, presentó una iniciativa para modificar el artículo 4º de la Ley de Salud y así evitar la difusión del uso de medicamentos para abortar, como el misoprostol.

“Prohibir la promoción y la publicidad para realizar abortos clandestinos así como los medicamentos o drogas para realizarlos”, menciona la adición XXVII que propone.

Fue el 12 de agosto de 2020 cuando el congresista acudió a la Oficialía de Partes del órgano legislativo. Cinco días después, el 17 de agosto, Leal Segovia promovió reformar el artículo 18º de la Ley de Salud para prohibir los servicios médicos a distancia, o telemedicina, en procedimientos con restricciones legales, como el aborto.

En 2019, el Congreso local aprobó una reforma al artículo 1 de la Constitución del estado para reconocer el derecho a la vida desde la concepción. Sin embargo, en Nuevo León el aborto es legal bajo causales como violación, peligro de muerte y riesgo a la salud de la mujer. Pero incluso en lugares donde el aborto tiene restricciones ante la ley, no es ilegal hablar sobre el tema y no tendría razón de serlo.

“Esta legislatura que sale justo este año inicia la precampaña, creemos que es mucho esta necesidad de posicionarse políticamente dentro de un sector conservador. Para empezar, es completamente anticonstitucional la propuesta, vulnera un derecho humano a nivel internacional que es el acceso a la información, que además está en la Constitución y en las constituciones locales”, expresa en entrevista Ana González, integrante de la Asamblea Feminista de Nuevo León, en entrevista con Reporte Índigo.

Para las integrantes de la asamblea, las creencias morales y religiosas no deberían anteponerse al legislar

Asamblea Feminista contra el miedo a decidir

La iniciativa que promovió el diputado Juan Carlos Leal Segovia para que no se informe sobre el uso de medicamentos para abortar no amedrenta a la Asamblea Feminista de Nuevo León, que continúa en la lucha por el derecho a decidir.

En esta agrupación de Monterrey es bienvenida la diversidad de mujeres. Este mes las reuniones donde toman decisiones por consenso, entre quienes asisten, cumplen dos años. También se dedican a brindar información sobre los derechos sexuales y reproductivos.

“Pase lo que pase, las mujeres vamos a seguir abortando, vamos a seguir difundiendo y vamos a seguir creando redes para que nosotras no estemos en riesgo, que es lo principal”, menciona Ana González.

Para ella, los derechos deben ser progresivos y no regresivos y lo único que provocan estas reformas es, precisamente, lo que el diputado Leal Segovia asegura que busca evitar.

“Se han venido incrementando las páginas en redes sociales que anuncian, promueven, fomentan y comercializan abortos caseros clandestinos sobre todo por los colectivos feministas de mujeres (…) Esta práctica debe ser considerada un delito y debe investigarse ya que no deben suministrarse medicamentos abortivos, tampoco se debe permitir la publicidad engañosa sobre este tipo de medicamentos y su uso ya que pone en peligro la vida”, dice el documento del legislador

Al respecto, Lizeth Ovalle, quien también forma parte de la asamblea, explica en entrevista que aunque un aborto se realice de forma clandestina no es sinónimo de que sea una práctica insegura o solitaria.

“Cuando una no está informada no se siente segura. Lo que quiere hacer es que tengamos miedo de hablar, de decidir, de saber cómo hacerlo, de ejercer nuestras decisiones. Si bien nosotras queremos que sea completamente legal decidir sobre nuestros cuerpos, no vamos a parar de decir que los abortos clandestinos no necesariamente son inseguros”, aclara.

Ovalle refiere que el procedimiento que involucra mifepristona y misoprostol, o dosis múltiples de este último medicamento de venta libre, está incluido en el Manual de práctica clínica para un aborto seguro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Un aborto acompañado no quita los cuidados con un doctor o doctora para garantizar la seguridad. Lo que hacemos las redes de acompañamiento feminista es crear lazos para que no te sientas sola. Nosotros no obligamos a nada pero cuando una mujer toma una decisión nos encargamos de que tenga la mejor información y cuidados”, insiste González.

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