La llegada de la temporada invernal traerá consigo un factor sorpresa: la combinación de COVID-19 con la influenza estacional.
“Sugiero a toda la población que se vacune contra la influenza estacional para evitar mayores complicaciones. En cuanto al virus, nosotros pensamos que a veces pueden estar conviviendo simultáneamente los dos y en algún momento podrían llegar a complicarse aún más”, explica la epidemióloga Guadalupe Soto Estrada.
La vacuna estará disponible en el sector salud a partir del 1 de octubre, de acuerdo con la información de la Secretaría de Salud federal
La médica especialista recuerda que para el COVID-19 todavía no hay una inoculación o siquiera un tratamiento, por lo tanto, no existen condiciones para la convivencia social sin riesgo de contagio.
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La epidemióloga considera que las personas que tengan síntomas como tos o fiebre, principalmente quienes estén susceptibles o padezcan alguna comorbilidad como diabetes o tengan más de 60 años, deben acudir de inmediato a recibir atención médica, ya que tienen más posibilidades de sobrevivir si lo hacen a tiempo.
“Lo ideal es que el paciente se atienda a tiempo, que llegue antes de que la dificultad respiratoria sea demasiado grave, ya que pesar de se les intube, lo más probable es que pueda fallecer, desafortunadamente a veces llegan con lesiones ya muy graves donde el pulmón ya no funciona ni al 30 por ciento y es prácticamente imposible que la persona sobreviva.
“Recordemos que la diabetes, por ejemplo, causa inmunosupresión, entonces la fiebre no va a ser tan alta, a lo mejor la dificultad respiratoria aparentemente no es tan grave, pero ya cuando se les hace un análisis del oxígeno que tienen en la sangre resulta que es bajo”, apunta.
Entre dudas atención de la pandemia
El Gobierno federal ha cambiado su postura en torno a algunas decisiones para la atención de la pandemia causando polémica, peso que ha recaído en la figura del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
El 2 de marzo, por ejemplo, el médico se refería a la poca importancia que tenía el cubrebocas y su uso generalizado entre la ciudadanía en general.
“Estos cubrebocas sencillos, clásicos, que se pueden vender en los supermercados, en las tiendas, etcétera, no sirven para protegernos, que todo mundo lo sepa.
“Si yo me pongo un cubrebocas de estos convencionales no me disminuye notoriamente el riesgo de que yo pueda adquirir, no sólo coronavirus, influenza, catarro común, metaneumovirus, más de 100 o 200 virus que existen todos los días en todas partes del país y del mundo”, explicó entonces.
El 15 de septiembre, después de poco más de 200 conferencias de prensa vespertinas, afirmó que la epidemia sigue activa y había que mantener todas las medidas de higiene y la sana distancia entre las personas.
“Si se puede, no salir a la vía pública, no solamente en estos dos días, sino en general, es mucho mejor. Lavarse las manos continuamente, mantener la sana distancia, si se tienen síntomas no salir de casa, usar el cubrebocas, particularmente en los espacios públicos cerrados, que son las recomendaciones generales en México y en todo el mundo”, explicó.
También el subsecretario ha mencionado que una salida apresurada podría provocar un incremento en la cifra de contagios que llevaría, como ha pasado en casos como España e Israel, a un repunte de los casos y la aplicación de un nuevo régimen de confinamiento.
Si, por el contrario, se hace un desconfinamiento demasiado acelerado o el conjunto de la sociedad no mantiene las medidas de precaución, la sana distancia, el lavado de manos, el uso de cubrebocas en espacios cerrados donde no es factible tener sana distancia, el mantenerse en casa cuando se tienen síntomas, entonces sí pueden ocurrir los rebrotes y repuntes que hemos estado comentando
