El pasado domingo 4 de octubre ciclistas, que pertenecen al grupo “TotugaBike”, se encontraban en medio de una rodada en Cozumel, Quintana Roo, cuando hallaron a Bruno, un perrito abandonado.
Bruno se hallaba en al interior de una bolsa de plástico negra, amarrado de las patas y el hocico.
Según los ciclistas documentaron el perro se hallaba totalmente débil, empapado, y el color blanco de su piel se había tornado café.
Bruno llevaba horas agonizando, sin comida ni agua.
Cuando los ciclistas se acercaron a ayudarlo, el can apenas y pudo mover la cabeza.
Uno de los deportistas llevaba una navaja, la cual usó para destruir la bolsa y los amarres que aprisionaban al animal.
Otro de los ciclistas documentó el hallazgo con su celular. Mientras uno de ellos aseguraba que el animal estaba vivo, otro les dijo “sí, pero ya está en las últimas”.
El grupo que halló el animal lo envolvió con una sábana y lo colocaron al interior de una cesta de plástico. En las imágenes difundidas se observa cómo lo trasladan a través de una brecha.
Adriana Grau Lomas, una internauta, contactó a los miembros de TortugaBike para ayudarlos en el rescate del perro, aunque sabía que su estado de salud era muy grave.
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“A Bruno lo encontraron los ciclistas de TortugaBike el pasado domingo mientras rodaban por una brecha en la ampliación de la 65 Av. Yo llegué hasta él por una publicación que me sacudió y me dolió hasta el alma ver. Helen lo cuidó antes de que yo fuera por él para llevarlo con el Dr. Omar Peña, quien fue el veterinario que lo atendió y le hizo todos los estudios y tratamientos que necesitaba para buscar una oportunidad”, relata Adriana en su Facebook.
Sin embargo, Bruno tenía múltiples fallecimiento pues contaba con daño nervioso, anaplasmosis (causada por las garrapatas), le daban convulsiones.
“Le hicimos prueba de moquillo y gusano de corazón, salió negativo. Le hicimos química sanguínea y radiografías. Bruno tuvo tratamiento de antibióticos, antiinflamatorios, cortisol, antiespasmódico, todo lo que pudiera ayudarse se le dio”, explicó.
Pese a los cuidados del médico veterinario y Adriana Lomas, la salud de Bruno decayó de manera rápida.
“Le daba de comer y de tomar con jeringa porque él no podía por sí solo. Le cambiábamos de pañal y de posición para que no se lastimara. Lo sacamos a pasear en coche (cosa que disfrutaba mucho), dormía cómodo y rodeado de gente. Por ratos levantaba la cabeza pero su salud, a pesar de todo lo que ya se le estaba administrando, se deterioró muy rápido”, dijo.
El 10 de octubre se tomó la decisión de acabar con el sufrimiento de Bruno, lo que ocurrió al siguiente día.
“Bruno no murió solito, ni con frío, ni sucio, ni con el hocico amarrado, ni dentro de una bolsa negra en esa brecha. Bruno se fue sabiendo que lo intentamos y se fue con un poquito de amor. Si alguien lo reconoce y sabe quién pudo ser capaz de hacerle esto, por favor, denuncien”, pidió Adriana.
Él era Bruno, un perrito que fue hallado dentro de una cubeta, envuelto en una bolsa de plástico y amarrado del hocico.
Un grupo de ciclistas en Cozumel lo rescató, hicieron todo lo humanamente posible, pero no sobrevivió. ?JUSTICIA PARA BRUNO
Clip: Adriana Grau Lomas. pic.twitter.com/PP4qu12iVO
— Dulce Fernanda Torres (@dulcefer12) October 15, 2020