Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador predica lo contrario, representantes de organizaciones indígenas acusaron que la nueva administración sigue la ruta neoliberal al impulsar obras como el Tren Maya y el Proyecto Integral Morelos, las cuales consideran inviables.
De acuerdo con la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), el nuevo gobierno le sigue apostando al modelo de desarrollo basado en el extractivismo, igual que lo hicieron las administraciones anteriores.
“En campaña presidencial (de López Obrador) se dijo que se detendría a los que atentaran contra las tierras de los pueblos indígenas pero la realidad es otra, lo que hacen para legitimar sus proyectos son consultas que violan nuestro derecho a la información”
Para Antonio Mejía Ramírez, exrepresentante indígena del municipio de Toluca, Estado de México, la problemática radica en que los votantes pensaron que el jefe del Ejecutivo haría un cambio real en la desigualdad del país y a cinco meses no ven ningún resultado.
La resistencia indígena, integrada por ANIPA, el Consejo Indígena del Trueque, la Federación Indígena Empresarial y Comunidades Locales de México y el Observatorio Indígena de México exigieron al Gobierno federal frenar el despojo en contra de las comunidades indígenas, consultar las políticas de desarrollo, cesar la criminalización en contra de defensores de los territorios y que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga los casos de asesinato de los activistas Eulogia Lila Díaz y Samir Flores.
De acuerdo con el representante de ANIPA, a las comunidades indigenas también les preocupa la criminalización de los luchadores sociales que no ha parado.
“Al limitarnos en nuestra lucha se ve que hay intereses económicos de otros poderes, los mismos que alguna vez llamaron como la Mafia del Poder que eran y siguen siendo las empresas transnacionales”, agregó Carlos de Jesús.
El activista explicó que el desarrollo para los pueblos indígenas debe de partir de su visión y cosmogónia, de cómo conciben el desarrollo que es identidad y armonía con la naturaleza, con el territorio y los recursos naturales.
“En nuestro desarrollo también vemos a los pueblos como partícipes, queremos incorporarnos no nos oponemos a la modernidad ni a aprovechar los recursos, lo que nosotros queremos es que se consulte y participe con nosotros, que seamos vistos como socios del desarrollo y que este sea con sustentabilidad para nuestros pueblos”.
Según los activistas el problema radica en que los votantes pensaron que AMLO haría un cambio real en la desigualdad
Sin embargo, para Guillermo Hernández el problema por el que no se puede llegar a ese desarrollo es que ni el gobierno ni los empresarios reconocen a los pueblos indignas como sujetos de derecho.
“Nos ven como los que no tenemos conocimiento en términos de desarrollo y entonces se quiere imponer una visión urbana como drenaje, pavimento y no se nos pregunta como imaginamos nuestro desarrollo”, denunció.
