A Vanessa Cervantes se la ha dificultado pagar la renta de su departamento desde que comenzó la contingencia por el coronavirus en la Ciudad de México .
Como otras 31 millones 314 mil personas en el país, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Vanessa pertenece al sector informal de la economía sin una fuente fija de ingresos ni seguridad social.
Ella, es fotógrafa freelance y desde que inició la contingencia por el Covid-19, el 20 de marzo, sus clientes le han retrasado los pagos.
“Una de las desventajas de ser freelance es que a veces los clientes se retrasan en sus pagos. Para ellos es fácil decirnos que los esperemos o que la próxima quincena cae pero yo no le puedo decir eso a mi casera”, menciona.
Actualmente no tiene ningún trabajo en puerta, no obstante, afirma que su familia la apoya al igual que su compañera de departamento, por lo cual, saldrá adelante de esta situación derivada de la pandemia por el virus.
“Yo tengo privilegios y los reconozco, por ejemplo, sé que si me las veo difíciles mi mamá está ahí para apoyarme o ahorita con esto de los retrasos en pagos me apoyo en mi roomie pero hay gente que no cuenta con estos respaldos”, declara la joven que renta un departamento en la zona de Garibaldi.
Ante esto, considera que el gobierno debería apoyar a las personas que laboran en el sector informal y que por la emergencia se quedaron sin trabajo.
Hasta el momento no hay medidas para frenar el pago de rentas como se ha aplicado en otros países que enfrentan la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 11 de marzo.
Un país que ya implementó la medida para evitar que sus ciudadanos se queden sin casa es Francia, que desde el 18 de marzo suspendió el pago de alquileres de inmuebles.
La única autoridad que se pronunció respecto al tema del pago de rentas, fue la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el pasado 27 de marzo.
“Es el llamado a la solidaridad con las personas que tienen menores ingresos, que los caseros puedan apoyar para poder posponer, así como los banqueros pospusieron cuatro meses los pagos, a lo mejor pueden hacer algo así”, declaró.
En México esta problemática de no tener cómo pagar el alquiler durante la contingencia la podrían enfrentar los habitantes de las cinco millones 80 mil casas rentadas en el país, de acuerdo con la Encuesta Intercensal del Inegi 2015.
Sin ayuda
Juan José Herrera, cantante freelance, trabajó por última vez en un restaurante la primera semana de marzo.
Desde entonces, no tiene ingresos y al igual que Vanessa, no puede pagar la renta.
A diferencia del testimonio anterior, Juan José es chileno y vive en México desde hace cinco años, su familia no tiene cómo apoyarlo ni sus amigos del gremio porque también están en una situación económica desfavorable.
Juan José explica que en marzo concluyó el contrato de arrendamiento de su casa y aunque pueda renovarlo, corre el riesgo de quedarse sin un techo.
“En marzo se vence el contrato, tenemos que renovarlo si podemos hacerlo, qué bueno, pero aún así no tengo con qué pagar mi parte de la renta”, señala.
El hombre, de 38 años de edad, vive en un departamento de interés social en la colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc, con tres cuartos.
Uno está habitado por una persona con ingresos fijos, otro por él y el restante se desocupa en el mes de abril. Lo que complica la situación.
“Nos quedamos sin dos ingresos, los míos y el del cuarto que se desocupa, con el otro dinero podemos seguir pagando los servicios, pero nada más”, declara.
El cantante freelance espera que su casero sea sensible a la situación y le permita dejar de pagar la renta sin que lo desaloje hasta que termine la contingencia.
Quiero pagar, pero con el cierre de restaurantes y bares no puedo trabajar, espero que nos entienda y nos dé la oportunidad de pagar aunque sea con intereses cuando se termine la emergencia
Actualmente, compra comida con dinero que le han prestado algunos colegas; sin embargo, teme que ni para eso tenga si se alarga la contingencia.
Sin capacidad para condonar renta
Javier López, especialista en derecho de la Universidad La Salle, considera que es difícil que se lleve a cabo una política pública de condonación o aplazamiento de las cuotas de arrendamientos en la capital.
Argumenta que los propietarios de casas rentadas también necesitan los ingresos generados del alquiler.
“Si yo vivo de lo que me pagan del arrendamiento y si los suspenden, ya me quedé sin comer. Es un círculo”, señala.
Explica que no es un asunto de solidaridad de los dueños, sino que también tienen que pagar impuestos y hasta el momento no se hablado de una condonación de ellos por parte del Estado.
“No se ha anunciado ningún apoyo a los propietarios de inmuebles y si no pueden condonar los impactos, no pueden hacer ninguna acción”, detalla.
Considera que esto provoca una ruptura del eslabón económico que derivará en dos cosas: que mucha gente abandone su vivienda por no tener los suficientes recursos y que los caseros e inquilinos renegocien el plazo para el pago del alquiler.
