En la nueva estrategia de comunicación que implementa el Gobierno de Nuevo León para manejar el tema de seguridad no existen los capos, ni los sicarios, ni los comandos.
En la nueva narrativa que intenta imponer a los medios tampoco existen Los Zetas, ni El Cártel del Golfo y no hay lugar para los “Z-40´s”, o los “Mataperros”.
La palabra “cuerno de chivo” está prohibida, igual que la exhibición de los decomisos de droga y la difusión del ostentoso estilo de vida de los narcotraficantes.
Desde hace tres meses las autoridades de Nuevo León, en sintonía con las políticas de comunicación a nivel federal, implementan nuevos lineamientos en la presentación de los integrantes del crimen organizado y en la redacción de boletines de prensa.
La estrategia contrasta con las conferencias de prensa y presentación de detenidos en vivo, a las que apostó la administración del gobernador Rodrigo Medina hace un año, previo a las elecciones para presumir los golpes contra la delincuencia.
El documento interno “Nuevo Formato de Presentaciones”, al que tuvo acceso Reporte Indigo, incluye una serie de recomendaciones en materia de comunicación social para la difusión de los temas de seguridad.
Fue elaborado por la Coordinación de Comunicación Social del Estado, que encabeza Jorge Domene, jefe de la Oficina Ejecutiva de la Gubernatura, con base a los lineamientos impuestos por el gobierno federal en materia de seguridad.
Los objetivos de esta directriz es evitar enaltecer a los miembros de los grupos del narcotráfico detenidos en los operativos y destacar, en cambio, la coordinación de las autoridades federales y estatales.
De entrada –y así se ha cumplido a la fecha- están prohibidas las presentaciones en vivo de los detenidos.
Las imágenes en video que se difunden son exclusivamente las del traslado de los detenidos y en cambio se circulan fotografías, de frente y de perfil, de los “presuntos responsables”.
El manual oficial establece que está prohibido utilizar en las conferencias de prensa y boletines los alias con los que se les conoce a los integrantes del crimen organizado.
Los nombres de los delincuentes se manejarán como “presuntos responsables”, se incluirán los delitos que se les imputa y el municipio donde pudo haberlos cometido en el Estado.
También se prohíbe usar los nombres de los cárteles de la droga y otras palabras propias de la delincuencia organizada como son sicarios, capos y comandos.
La idea es, según se lee en este documento, evitar que se genere en la sociedad una percepción de que los delincuentes son parte de una élite social.
Las autoridades de Nuevo León instruyen a los jefes de prensa que en sus comunicados deben destacar primero, la intervención de las dependencias federales e informar que son producto de denuncias anónimas de la sociedad.
En el caso de que durante el operativo se hayan registrado muertos, se advierte, hay que asegurar que éstos fueron en respuesta del uso legítimo y responsable de la fuerza por parte de las autoridades.
También está prohibido mostrar en las fotografías joyas, dinero decomisado, propiedades, ni tampoco fotografías del implicado mostrando cinismo, o una actitud retadora a la autoridad.
En todo caso, agrega esta guía, hay que procurar mostrar a los delincuentes derrotados, pero eso sí: “tratado con respeto a sus derechos humanos”.