La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat le sacó la vuelta a evaluar el daño ecológico que provocarán las 50 mil cabezas de ganado que pretende llevar la empresa Sukarne a un rancho en Montemorelos.
En la autorización que entregó la DGIRA la semana pasada a la empresa, la dependencia federal consideró que no es de su incumbencia la afectación que producirá este polémico proyecto ganadero.
De acuerdo al permiso firmado por Alfonso Flores Ramírez, director general de Impacto y Riesgo Ambiental, esta Dirección sólo tiene competencia para evaluar el impacto que causará la remoción de la vegetación forestal en ese terreno.
La DGIRA no se refirió, por la tanto, a la posible contaminación que provocarán en el subsuelo y en los ríos cercanos los desechos de los animales.
Tampoco sobre el daño que habrá en la flora y fauna de la zona, y mucho menos por los malos olores que habrá por esta actividad.
En el procedimiento, la DGIRA sólo revisó lo referente a la remoción de la cubierta vegetal en 100 de las 300 hectáreas del Rancho San Fernando, ubicado en el Ejido Estación Huertas.
¿Y el impacto ambiental por la actividad ganadera?
La dependencia aclaró que no es de su competencia.
“La DGIRA considera viable el desarrollo del proyecto, sin embargo será la autoridad competente quien determine a partir de las características específicas de las actividades pecuarias e instalaciones pretendidas, la viabilidad ambiental de las mismas”, aclara en la autorización, de la cual Reporte Indigo tiene una copia.
La DGIRA también desairó las opiniones que un grupo de habitantes de Montemorelos hizo en contra del proyecto de Sukarne, como parte de la consulta pública que tuvo que hacer la Semarnat obligada por un juez federal.
Reporte Indigo publicó el martes 19 de marzo que el nuevo sexenio encabezado por el presidente priista Enrique Peña Nieto revivió el polémico proyecto de un rancho ganadero que impulsa la empresa Sukarne en la zona citrícola de Nuevo León.
El rancho de esta empresa ganadera ahora requiere de la aprobación de los estudios técnicos justificativos por parte de la Semarnat, para el cambio de uso de suelo.