“Necesito más fiestas como esta”, es el texto que aparece junto a la última fotografía presuntamente subida a Instagram por Luz Adriana Castillo, una joven de 19 años que despareció de su hogar en Iztapalapa el pasado 31 de marzo y cuyo cuerpo fue encontrado una semana después.
El último texto escrito supuestamente por la joven hablaba sobre una fiesta, sin embargo, en la imagen no se ve ninguna celebración, no hay amigos alrededor de Adriana, apenas se puede apreciar su rostro y no trae la ropa que vestía el último día que la vio su familia.
El 31 de marzo, Adriana desayunó junto a sus padres y su hermano menor, quienes partieron rumbo al negocio familiar, la joven se quedó en casa a lavar los trastes del desayuno; esa fue la última vez que su familia vio con vida a la joven, de acuerdo a información del diario El País.
Horas después, la madre regresó a la casa y se percató que todo seguía casi igual que cuando se había ido en la mañana; los trastes seguían sucios, los 90 pesos que dejó sobre la mesa estaban en el mismo sitio, las luces de la calle estaban apagadas y no había señales de su hija.
La primera reacción de la madre fue salir a buscar a Adriana con los vecinos y amigos de la colonia Santa María Aztahuacan, luego intentó llamarla por teléfono, incluso la reportó como desaparecida en Locatel, pero nada, la joven no volvió nunca su casa.
El novio de Adriana relató a las autoridades que ella fue a su casa para comer, pero 40 minutos después de haber llegado, tuvieron una discusión por un mensaje que el hombre recibió en su teléfono de otra chica, lo que provocó la molestia de la joven.
“Las autoridades habían dicho a los padres que tenían que esperar al menos 72 horas antes de reportar su desaparición al Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes”, un límite de tiempo que no es oficial, pero que se ha mantenido como una creencia, señala El País.
La madre relata que no fue hasta el 13 de abril que las autoridades difundieron la información de Adriana. “Mujer, 19 años, complexión mediana, 1.55 metros de estatura, señas particulares: perforación en la nariz”, indicaban los carteles con la foto de Adriana.
Una semana después, el cuerpo de la chica fue hallado sin vida con varios golpes, sin embargo, la madre relató a El País que las autoridades no le notificaron del hallazgo hasta el 26 de abril, un día antes que los restos de Adriana fueran a parar a la fosa común.
Los primeros reportes señalan que la joven habría muerto de un golpe en la cabeza y el pecho. El 29 de abril, la familia de Adriana realizó los servicios funerarios para dar el último adiós, sin embargo, muchos detalles del caso no dejaron conformes a los padres.
“No queremos entorpecer las investigaciones, pero suponemos que para mover el cuerpo hasta donde apareció, el agresor no pudo haber actuado sólo (…) Exigimos justicia, hay un feminicida suelto, el de mi hija”, indicó la madre.
Los Castillo han detenido sus vidas cotidianas, incluso han cerrado el negocio familiar para dedicar todo su tiempo para que su hija tenga justicia, pues han dicho no quieren que Adriana sea un número más de las cifras de impunidad en México.
Los padres de Adriana sospechan que la última fotografía en Instagram no la subió su hija, sino alguien que quiso distraer y retrasar las investigaciones, incluso sospechan que la imagen fue subida para denostar a su hija.